Con el antecedente criminal que llevo al panista Francisco Javier Garcia Cabeza de Vaca,hoy gobernador de Tamaulipas a la carcel por robar autos en texas en 1986,cuya tesitura amoral fue desestimada en las urnas ante la desesperación ciudadanas,hoy los malos oficios del delincuente que llego a gobernador se traducen a acciones delictivas "peligrosamente" amparadas por el poder gubernamental, pero diferendos con la federacion ya provocan dudas que se traducen en investigaciones federales, la primera da cuenta del reciente ataque a la Torre Gubernamental fue montaje ejecutado por policías estatales que se han constituido en su "brazo armado y ejecutor" que también "prefabricaron" un enfrentamiento con Zetas con gente inocente a quienes hicieron parecer sicarios para luego masacrarlos en Nuevo Laredo.
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Así lo publica hoy El Universal..."En el gobierno federal han iniciado una investigación, a través de sus órganos de inteligencia y de seguridad, para acreditar si algunos hechos de violencia reportados recientemente en Tamaulipas y comunicados oficialmente por el gobierno del estado realmente ocurrieron o si se trató de montajes, autoatentados o incluso de “ejecuciones extrajudiciales”, tal como ya lo han denunciado organizaciones civiles como el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo y como lo investiga también la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Fuentes federales confirmaron que la investigación iniciada en al menos dos áreas de seguridad federal, se refiere al supuesto enfrentamiento reportado el 9 de septiembre pasado por la mañana, en la colonia Valles de Anáhuac, de Nuevo Laredo, y en donde según el parte oficial de la Policía estatal se enfrentaron agentes del estado contra delincuentes, en la confluencia de las calles 7 y 10, y producto de ese tiroteo hubo 8 presuntos integrantes del Cártel del Noroeste asesinados, cuyos cuerpos se encontraron en una camioneta blindada en el lugar.
Ese “enfrentamiento”, junto con un tiroteo ocurrido ese mismo día en contra de la Torre Bicentenario en Ciudad Victoria, que alberga oficinas del gobierno estatal, son parte de lo que se investiga, pues se tienen serias dudas y hasta denuncias ya documentadas de que se trató de “actos falseados” por las autoridades estatales.
La hipótesis que indagan las autoridades de inteligencia federal es si, en ambos casos, se trato de “montajes” orquestados por el gobierno del panista Francisco García Cabeza de Vaca, con el objetivo de ejercer presión política y mediática para que la Federación autorizara el envío de la Guardia Nacional a Tamaulipas.
Casualmente, dicen las fuentes consultadas, los dos hechos ocurrieron en los días previos (uno el 1 de septiembre y otro el 5 de septiembre) al arribo a la entidad del presidente López Obrador, que realizó una gira de trabajo el sábado 7 de septiembre. El objetivo de “simular” estos enfrentamientos y atentados violentos, tanto en Nuevo Laredo como en Ciudad Victoria, habría sido, dicen funcionarios de inteligencia federal, “crear un clima de inseguridad y violencia latente en el estado para ejercer presión política y mediática para que el Presidente ordene el envío de la Guardia Nacional al territorio de Tamaulipas”.
Parte de lo que sustenta las sospechas federales de que desde el gobierno estatal se hayan “montado” estos y otros hechos violentos, son las declaraciones constantes que el gobernador Cabeza de Vaca ha realizado sobre el tema.
Desde que el 27 de agosto pasado, el mandatario panista solicitó una cita con el presidente López Obrador para tratar el tema de seguridad en su estado, la cual no le fue concedida, ha habido varias menciones del gobernador en las que culpa directamente a la Federación de la inseguridad en su estado y, al mismo tiempo que acusa que “no está asumiendo su responsabilidad” en la prevención y persecución de varios delitos federales, solicita y exige el envío de la Guardia Nacional al territorio estatal. “
“Estoy solicitando una cita con el Presidente @lopezobrador. No veo respaldo de las instituciones federales de seguridad para enfrentar al crimen organizado en #Tamaulipas, son los policías estatales quienes los están combatiendo”, dijo en un tuit Cabeza de Vaca el 27 de agosto.
Además de la indagatoria federal sobre los hechos recientes de violencia en Tamaulipas, el Centro de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL) documentó ya que en el caso del supuesto enfrentamiento del 5 de septiembre en la colonia Valles Anáhuac, los 8 presuntos sicarios del Cártel del Noroeste, que murieron al enfrentarse a Policías estatales, fueron en realidad varios habitantes de colonias aledañas de la ciudad fronteriza que fueron asesinados en una “ejecución extrajudicial” por los mismos policías del Estado, que sembraron sus cuerpos, a los que vistieron con uniformes tipo militar y los colocaron en una camioneta blindada y baleada que, según el testimonio del conductor de una grúa, fue arrastrada desde otra colonia y sembrada también en la escena del enfrentamiento montado en las calles 7 y 10 para colocar a bordo los cuerpos de cinco hombres y tres mujeres, varios de ellos jóvenes que previamente fueron sacados por la fuerza de sus domicilios y sin orden judicial de por medio, por los mismos agentes estatales que los ejecutaron y los hicieron aparecer como presuntos sicarios del crimen organizado.
La denuncia del CDHNL ya es investigada también por la Comisión Nacional de Derechos Humanos e incluso por la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas.
La denuncia del CDHNL ya es investigada también por la Comisión Nacional de Derechos Humanos e incluso por la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas.
Ese hecho, junto con el tiroteo contra la Torre Bicentenario en Victoria, que habría sido baleada también por policías estatales para simular un atentado, son parte de lo que documenta e investigan en al menos dos áreas de inteligencia federal para saber si todo fue un montaje ordenado por Cabeza de Vaca para acusar al gobierno federal de no asumir su responsabilidad ante la violencia en su estado y forzar el envío de la Guardia Nacional.
¿Serán capaces en un gobierno estatal de incluso matar a jóvenes hombres y mujeres para simular enfrentamientos con motivos de presión política? Sería gravísimo. Veremos qué arrojan no sólo las investigaciones de Derechos Humanos, sino la del gobierno federal y si hay responsabilidades en delitos tan graves.
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