La decisión del Tribunal Federal Electoral de hacer candidato presidencial a Jaime Rodríguez tiene tufo a podrido, y ha conseguido en cuestión de instantes una inmensa desconfianza social.
¿Había necesidad? Los argumentos de los magistrados, funcionarios hasta ahora desconocidos para millones de mexicanos, son tan endebles como “chabacanos”, parecen mero trámite legaloide para cumplir con una instrucción superior. Y eso es lo más grave, que la gente asuma, en automático, que este Tribunal puede estar al servicio de otro poder.
No existen elementos para documentar, en lo absoluto, que el gobierno federal haya tenido alguna incumbencia en esta decisión. Pero el tema no es lo objetivo, sino la percepción ciudadana que suele volverse más fuerte que cualquier realidad.
¿Para qué querrían poner a El Bronco, tan desgastado, tan desprestigiado, con su cauda de ineficiencia en Nuevo León, ¿en la boleta electoral? Todo indica que la única razón sería “quitarle votos” a Andrés Manuel.
Los argumentos legales que presentaron son de dar risa. O, en su lugar, vergüenza. Se sabe, hay todo tipo de pruebas al respecto, que este señor compró y falsificó las “firmas” que necesitaba. Que hizo fraude. Y pese a eso la autoridad electoral decidió “premiarlo”. Una aberración.
¿Puede ser, podría un tipo tan deleznable como el exgobernador que llevó más de 58% de firmas falsas, compradas, a su candidatura “independiente”, rival para López Obrador?
Quienes así lo piensen, tienen que estar muy desesperados y muy fuera de la realidad. La ventaja del tabasqueño sigue siendo inmensa. ¿Cuántos votos puede tener un tipo como El Bronco que llega con inmenso desprestigio? ¿Quién va a creerle que es una opción independiente? ¿Cómo imaginar un gobierno honesto bajo su tutela?
La apuesta es el voto indeciso. Pero el punto de partida es si estos ciudadanos indecisos van a ir a votar. Quienes no tienen una vinculación real con algún candidato difícilmente acuden a las urnas, y si lo hacen su voto será más una apuesta de último momento que una decisión pensada. ¿Puede este voto convertirse en un volado a favor de El Bronco? ¿Cuántos votos significan en una elección donde el ganador lleve más de 10 puntos de ventaja?
Todas las encuestas colocan a López Obrador con 15 o más puntos arriba del segundo lugar. ¿Cuánto puede cambiar esta ecuación en estos meses? ¿Qué más podrían ofrecer los otros candidatos? ¿Anaya o Meade pueden crecer con sus negativos sepultándolos? Pocos apuestan a que López Obrador pierda.
El precio por poner a un candidato impresentable en la boleta electoral es muy alto. Las instituciones pierden. El gobierno vuelve a estar bajo sospecha. Y millones de mexicanos comienzan a temer un fraude electoral.
Esta pésima decisión del Trife puede provocar una votación todavía mayor para López Obrador, ante el temor de que le puedan “robar” el triunfo. Esto es lo que verdaderamente puede hacer que los “indecisos” decidan salir a votar… a favor de López Obrador.
fuente.-Isabel Arvide
@isabelarvide
(imagen/twitter)
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