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sábado, 26 de septiembre de 2015

AYOTZINAPA: "la VERDAD HISTORICA" la DICTO el "CARTEL GUERREROS UNIDOS".


La Procuraduría General de la República (PGR) construyó la “verdad histórica” de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, a partir de la declaración de Sidronio Casarrubias Salgado “El Chino”, líder de la organización criminal Guerreros Unidos, sin embargo, la dependencia federal ajustó los dichos del presunto criminal para cuadrar la versión oficial.
Sidronio Casarrubias Salgado relató que sólo habrían quemado a 17 personas y sus restos arrojados al río San Juan, en el municipio de Cocula, pero la PGR, entonces a cargo de Jesús Murillo Karam, añadió más víctimas para alcanzar el número 43 y establecer la denominada “verdad histórica”.
De acuerdo con la causa penal 100/2014 del Juzgado Primero de Distrito de Matamoros, “El Chino” confesó que su organización secuestró a los normalistas de Ayotzinapa porque entre ellos, supuestamente, iban infiltrados 17 miembros de la banda rival de “Los Rojos”, de la célula de Santiago Mazari Hernández “El Carrete”, sobrino del diputado del Partido del Trabajo en el estado de Morelos y ex alcalde de Amacuzac, Alfonso Miranda.
Hay otro elemento en la declaración de Casarrubias Salgado que no coincide con la “verdad histórica”: la hora en que habrían sido detenidas las personas señaladas como integrantes de Los Rojos, hay una diferencia de siete horas. 
¿17 ó 43? 
El 17 de octubre de 2014 fue capturado Sidronio Casarrubias Salgado en la carretera México-Toluca durante una revisión vehicular, y tres semanas después, el día 7 de noviembre, el procurador Murillo Karam presentó parte de la “verdad histórica”, es decir, en tres semanas. Luego el 27 de enero de 2015, Murillo Karam expuso de manera definitiva, junto a Tomás Zerón de Lucio, el jefe de la Agencia de Investigación Criminal.
Tras la aprehensión, Sidronio Casarrubias Salgado, en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), señaló que presuntamente un grupo de Los Rojos iba armado y su objetivo era asesinar a Víctor Hugo Benítez “El Tilo”, jefe de plaza de Guerreros Unidos en Iguala, y a cinco de sus hermanos conocidos como “Los Pelones”.
“El Chino” recibió a las 13:00 horas del 26 de septiembre de 2014 un mensaje en su BlackBerry donde Gildardo López Astudillo “El Gil” -operador directo de Guerreros Unidos- le relató: “es la fiesta en grande ya que se habían metido Los Rojos y que llevaban varias horas ya peleando”.
Una hora después, a las 14:00 horas, le envían otro mensaje: “ya tienen a 17 personas que pertenecen al grupo delictivo de Los Rojos”. La información le llegó a Casarrubias Salgado siete horas antes de que los estudiantes entraran a Iguala.
En su declaración, el líder de Guerreros Unidos señaló que “Francisco Salgado Valladares (ex subdirector operativo de la policía de Iguala) había defendido la plaza y que ya sabían de dónde venían los 17 rojos, (...) que el operativo se hizo porque le dieron 300 mil dólares al procurador del estado de Guerrero quien lleva por nombre Iñaky, secretario de Seguridad Pública del estado de Guerrero, Leonardo Octavio Vázquez Pérez y para que el director de la escuela normal rural de Ayotzinapa, permitiera que miembros de la organización delictiva Los Rojos se infiltraran en los autobuses con los estudiantes de Ayotzinapa, y la consigna era la de matar a los hermanos Benítez Palacios.”
A Casarrubias Salgado le informó “El Gil” que la “primer balacera se dio en el auto lavado llamado Los Peques, ahí Los Rojos infiltrados se roban tres taxis que son propiedad de los hermanos Benítez Palacios, logrando llegar hasta el domicilio de estos hermanos quienes al llegar a la casa los hermanos Benítez repelen la agresión saliendo herida la persona encargada de hacer la limpieza en ese domicilio, ahí también fueron asegurados algunos de Los Rojos infiltrados desconociendo cuántos, asimismo me platicó que en ese evento habían recuperado algunas armas largas de calibre 9 mm, y que en los autobuses también habían asegurado armas largas y varias armas cortas para esto Los Rojos infiltrados llegaron en Urban utilizadas para el transporte y ahí en Iguala realizan el robo de camiones de pasajeros de la línea Estrella de Oro, para esto cuando estas personas llegan ya traían cuerpos de Chilpancingo, cuerpos que tiran en la terminal con el objeto de calentar la plaza”.
Según consta en la causa penal 100/2014, 17 jóvenes normalistas habrían sido señalados como sicarios, y que ellos fueron asesinados, calcinados y sus cenizas tiradas en un río, esto lo declaró Sidronio Casarrubias de acuerdo a la información que recibió de uno de sus lugartenientes conocido como “El Gil”.
"En ese evento (los Guerreros Unidos) habían recuperado algunas armas largas de calibre 9 milímetros y que en los autobuses también habían asegurado armas largas HK y varias armas cortas, para esto los infiltrados llegaron en (camionetas) Urvan utilizadas para el transporte y ahí en Iguala realizan el robo de camiones de la línea Estrella de Oro", explicó Casarrubias Salgado.
"El Gil me dice que de los 17 Rojos ya se habían ido al agua, o sea, que ya los quemaron y que las cenizas las tiraron al agua, yo me imagino que es el Río Cocula", relató para la causa penal.
"La consigna (de Los Rojos) era la de matar a los hermanos Benítez Palacios, ya que la primera balacera se dio en el autolavado llamado “Los Peques”, ahí Los Rojos infiltrados se roban tres taxis que son propiedad de los hermanos Benítez Palacios, logrando llegar hasta el domicilio de estos hermanos, quienes al llegar a la casa los hermanos Benítez Palacios repelen la agresión, saliendo herida la persona encargada de hacer la limpieza en ese domicilio",detalló el presunto mando criminal.
En la declaración de “El Chino” no se expone que hayan sido asesinadas 43 personas, el único número que señaló fue 17, por lo que la PGR ajustó los dichos del líder de Gurreros Unidos para construir la “verdad histórica” y concluir que todos los normalistas desaparecidos fueron ejecutados, incinerados y sus restos depositados en un río. La diferencia entre el número de víctimas señaladas por Casarrubias Salgado y Murillo es de 26.
Otro elemento que fue acomodado en la “verdad histórica” es la hora de la detención, ya que el líder de los Gurreros Unidos señaló que fue informado a las 14:00 horas y que “llevaban varias horas ya peleando”, sin embargo, a esa hora los 43 estudiantes se encontraban en la Normal Rural de Ayotzinapa, en el municipio de Tixtla, por lo que también el horario habría sido modificado por la PGR, hay una diferencia de siete horas, ya que los primeros normalistas fueron detenidos a las 22:30 horas en Iguala. 
OTROS AJUSTES 
Sidronio Casarrubias Salagado no fue el único en declarar que fueron asegurados 17 personas en el municipio de Iguala el 26 de septiembre de 2014, también está en la declaración del 4 de octubre de Martín Alejandro Macedo Barrera, presunto sicario de Guerreros Unidos, ante la PGR.
Macedo Barrera narró que aseguraron a 17 estudiantes sin indicar dónde, a quienes trasladaron a la casa de seguridad de la Loma, donde les habrían dado muerte:
“Una vez que se comienzan a bajar los estudiantes comienzan a correr y logramos asegurar a diecisiete, los cuales subimos a nuestras camionetas y los llevamos a la casa de seguridad de la Loma donde los matamos inmediatamente ya que no se querían someter y como eran más que nosotros, Choky dio la instrucción que les diéramos piso (…) algunos los mataron con tiro de gracia en la cabeza y a otros a golpes ya que se pusieron muy violentos cuando estaban secuestrados y para que no estuvieran chingando se decidió matarlos. Creo que utilizaron la excavadora para enterrarlos en el mismo rancho que tenemos. A siete de estos muchachos los quemaron por instrucción del Choky. (…) La otra camioneta que participó fue la lobo negro”. 
En su declaración Macedo Barrera no indicó que 43 personas habrían sido ejecutadas e incineradas, el número coincide con la relato de realizó Sidronio Casarrubias Salgado.
Hay otras declaraciones de presuntos sicarios de Guerreros Unidos que también fueron ajustadas para cuadrar la “verdad histórica” de la PGR. Una de ellas la de Miguel Ángel Ríos Sánchez, “Pozol”, sobre que los estudiantes de Ayotzinapa no habrían sido asesinados el 26 y 27 de septiembre, sino días después:
“Posteriormente, al paso de tres días me encontré al sujeto apodado ‘El Mente’, quien me dijo que él junto con el Choky y sus sicarios habían disparado en contra de los jugadores (Los Avispones), asimismo, me dijo que se habían llevado el 29 de septiembre a unos estudiantes de Ayotzinapan (sic), siendo que tuve el conocimiento de que los habían secuestros a estos de Ayotzinapan (sic), porque iban con gente del cartel de Los Rojos, de manera infiltrada y sé que los trasladaron al cerro, rumbo a la localidad de Pueblo Viejo y la entrada principal es la avenida Guadalupe, y están dos calles en Y griega, una da para Pueblo Viejo y otra va para Loma del Zapatero, cerca de la principal hay una escuela, y se logra apreciar un árbol, y este árbol es conocido como la Parota; asimismo ‘El Mente’, me dijo que le llevara agua, y droga en este sitio (…)”.
Ríos Berber dijo que los habría matado el mismo 27 de septiembre en la madrugada, mientras que Ríos Sánchez afirmó que el 29 de ese mes todavía estaban secuestrados.
La PGR presentó un vídeo con la declaraciones de Patricio Reyes Landa “Pato” y Miguel Ángel Landa Bahena “Duvalín”, presuntos sicarios de Guerreros Unidos, quienes habrían participado en los asesinatos, pero no mostró los fragmentos que no concordaban con la “verdad histórica”, por ejemplo el día que recogieron los restos del basurero de Cocula.
De acuerdo con “Duvalín” y el “Pato” nueve sicarios llegaron a recoger las cenizas:
“El día 28 de septiembre de 2015, recibí una llamada a mi celular proveniente del Cepillo quien me dijo que iríamos al basurero a recoger las cenizas, por lo que siendo aproximadamente las tres de la tarde el Cepillo pasó a mi domicilio a bordo de la estaquitas, Jona, Bimbo, Wasa, Pato, Rana, Percing, Primo, y de mi domicilio fuimos a recoger a su casa al Chereje, por lo que de la casa del Chereje nos trasladamos al basurero municipal de Cocula a recoger las cenizas, por lo que al llegar a dicho basurero recogimos con palas y con la mano las cenizas, dichas palas ya iban en la estaquitas desconociendo de quién eran, por lo que dichas cenizas las echamos en unas bolsas negras de basura que llevaba el cepillo, salieron unas seis o siete bolsas ya que nos las conté … Por lo que una vez que estaban listas las bolsas con las cenizas nos retiramos del basurero y al pasar por el río San Juan el Pato, Jona, Cepillo y Chereje se bajaron de la estaquitas con las bolsas de cenizas y las fueron a dejar a la orilla del río”, detalló en su declaración el “Duvalín”.
Según la PGR, el día 27 los sicarios recogieron los restos y los aventaron al río, lo cual con concuerda con la versión de dos de los principales implicados.
Una declaración más que derriba la versión oficial de que los estudiantes fueron quemados a la media noche del 27, es la declaración de “El Chereje”:
“A las dos o tres de la mañana y llegó ‘El Pato’ y me dijo que me subiera a la camioneta… Nissan de color blanca chica, … era una camioneta de caja, … de tablas y en la cual iba “El Jona” manejando, iban también “ El Guereque” y el “Jimy” y me dijeron súbete, pero me percato que en la parte de atrás de la camioneta llevaban a cuatro personas ya que iban acostados boca abajo y los cuales iban amarrados de pies y manos con lazos al parecer trapos de camisa y los cuales no escuche que hablaran o hicieran algún ruido y nos dirigimos hacia el poblado de Metlapa y ahí… esperamos otra camioneta de color blanco y más grande”, señaló “El Chereje”.
A las dos o tres de la mañana del 27 de septiembre, según la PGR, los cuerpos de los 43 normalistas eran incinerados en el basurero de Cocula, sin embargo, a esa hora se estaban organizando los presuntos sicarios.
Otro elemento contradictorio de la versión de la PGR, es la disposición final de los restos óseos calcinados, los cuales fueron depositados en el río San Juan, el cual es pequeño y está muy cerca de distintas casas de Cocula, mientras que el basurero se encuentra a aproximadamente 45 a 50 minutos de cualquier casa, por lo que desde el punto de vista del ocultamiento de un hecho así, la lógica de encubrimiento de un delito es que la evidencia se aleje de donde pueda ser descubierta y no acercarse, como plantean las autoridades mexicanas. 
DILACIÓN DE LA PGR 
Aunque la PGR abrió una averiguación previa por el ataque a los normalistas la misma noche del 26 de septiembre de 2014, no indagó sino hasta 21 días después, cuando atrajo la investigación de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, y presentó la versión de que los normalistas fueron asesinados e incinerado sin tener completo el expediente de la Fiscalía General de Guerrero.
La PGR, abrió el expediente AC/PGR/GRO/IGU/1/256/2014 a las 21:45 horas el 26 de septiembre de 2015, a partir de una llamada del C-4, y solicitó diligencias de investigación tanto a la Policía Federal como a la Policía Federal Ministerial.
A las 10:25 horas, la Policía Federal recibió el 1187, donde César Iván Pilares Viloria, agente del Ministerio Público de la Federación, solicitó al SubinspectorLuis Antonio Dorantes Macías, titular de la estación de Iguala, Guerrero, de la Policía Federal:
“Investigar la veracidad de los hechos en donde manifiesta la llamada recibida en esta Agencia de Investigadora por parte del C-4 en el cual manifiestan que al parecer aún sin confirmar alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapan (sic), se enfrentaron a balazos con elementos de la policías (sic) municipal de esa ciudad, originando un fuerte operativo en las calles céntricas de esta urbe, haciendo del conocimiento que dichos estudiantes tienen en su poder autobuses los cuales se encuentran en las calles de Galeana y Mina de esta Ciudad”.
El 5 de octubre de 2014, se inició la indagatoria PGR/SEIDO/UEDMS/806/2014 con la remisión de constancias de la indagatoria DACP/0207/2014 iniciada por la Fiscalía General del Estado. En esta averiguación se había consignado a cuatro personas: Luis Alberto José Gaspar “Tongo”, Martín Alejandro Macedo Barrera y Marco Antonio Ríos Berber, quienes en su primera declaración señalaron pertenecer al grupo “Guerreros Unidos” y Honorio Antúnez Osorio, policía municipal de Iguala, quien también indicó ser miembro de “Guerreros Unidos”.
Hasta el 18 de octubre, es decir, 22 días después de ocurridos los hechos y tras el hallazgo de las primeras fosas, que se dio después del testimonio de Marco Antonio Río Berber, que la PGR ejerció su facultad de atracción, a través del oficio DEGRO/09723/2014, suscrito por Miguel Amelio Gómez, delegado de la PGR en Guerrero. El 24 de octubre fueron remitidos dos tomos del expediente por la Fiscalía de Guerrero a la PGR.
La averiguación completa no fue remitida a la PGR sino hasta el 10 de noviembre de 2014, cuando la FGE declaró su incompetencia por razón de “la materia o especialidad” y remitió los nueve tomos de la averiguación previa A.P.HID/SC/02/0993/2014 a SEIDO.
La Fiscalía de Guerrero envió la averiguación a la PGR, pero la dependencia federal la rechazó, “(la Fiscalía) no tuvo inconveniente alguno respecto del ejercicio de la facultad de atracción, para que la autoridad federal continúe con la prosecución y esclarecimiento de los hechos delictivos, sin embargo al acudir a las instalaciones que ocupa la Delegación Estatal Guerrero de la Procuraduría General de la Republica, se negaron a recibir dicha indagatoria, solicitando posteriormente únicamente la remisión de los restos de los veintiocho cadáveres relacionados en la misma”, se puede leer en el Acuerdo Ministerial de incompetencia del 10 de noviembre de 2014 de la Fiscalía General del Estado de Guerrero.
El día 7 de noviembre, el entonces procurador Murillo Karam, en conferencia de prensa señaló que los 43 jóvenes normalistas habían sido asesinados, incinerados y sus restos arrojados a un río en el municipio de Cocula.
La PGR construyó la “verdad histórica” sólo con la revisión de dos tomos de la investigación de la Fiscalía de Guerrero, con 20 días de investigación y con los testimonios del líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias “El Chino” y tres sicarios del grupo criminal.

Fuente.-LaSillaRota

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