- En un país con uno de los índices de secuestros más altos del mundo, la evasión un tanto caricaturesca de un peligroso criminal ha generado una gran polémica”, destaca periódico español.
MÉXICO, D.F. 01/Sep/2014 - Un integrante de una banda de secuestradores, condenado a 160 años de prisión, escapó el pasado martes 5 de un hospital del Distrito Federal donde era sometido a una diálisis.
De acuerdo con el diario El País, José Luis Ángeles Bernal, El Tío o El Colín, de 48 años de edad y preso desde 2010, aprovechó que uno de los policías que lo custodiaban se quedó dormido y que otro se fue al baño para huir.“
Los dos policías que custodiaban a El Tío fueron detenidos y las autoridades investigan si fueron comprados o si personal del hospital Belisario Domínguez lo ayudó a fugarse.
La banda de secuestradores a la que pertenecía Ángeles Bernal -quien compurgaba su sentencia en el Reclusorio Preventivo Oriente- era liderada por El Gigio y operaba al sur del DF. Otro cómplice, El Pecas, se encargaba de buscar a las víctimas, memorizar sus rutinas y planear dónde y cuándo se realizaría el secuestro.
El Caracol era el carcelero de las víctimas. La Gorda se ocupaba de negociar con la familia. El Tío negociaba el precio. El Gigio era el que cobraba el rescate, detalla El País.
La mayoría de los integrantes de la banda fueron detenidos hace cuatro años y eran considerados una verdadera organización criminal dedicada íntegramente al secuestro y responsable de la mayoría de plagios que se habían dado en esas fechas en el Distrito Federal.
Todos cumplen sentencias que, de facto, significan una cadena perpetua. El Colín, quien admitió haber participado en siete secuestros, acudía regularmente al hospital desde hace un año debido a que sufría una afección renal.
Los investigadores creen que tuvo que recibir ayuda de alguien para escapar, ya que no se encontraba en condiciones de hacerlo por sí solo, reporta El País.
El diario cita al Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) al indicar que México ocupó en 2013 el primer lugar en secuestros a escala mundial, por delante de la India y Nigeria.
“En los cuatro primeros meses de este año se han contabilizado 683 raptos, un número que podría ser mucho mayor porque los expertos consideran que el 90% de las víctimas no denuncian”, precisa.
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