El soldado ruso fue capturado sólo unos días después de llegar al frente en el este de Ucrania. Tuvo poca formación. Pero sabía cómo desmontar y disparar su rifle y dónde poner un torniquete.
El elemento, que usaba el distintivo de llamada Merk, fue atraído a las manos de los militares ucranianos cerca de Bakhmut el mes pasado cuando escuchó los gritos de ayuda de un camarada, dijo.
Con el permiso de sus captores ucranianos, Merk, de 45 años, accedió a una entrevista pocas horas después de su detención.
En el transcurso de una hora, el prisionero brindó un raro relato de la invasión a Ucrania desde una perspectiva rusa.
Merk era un recluso convertido en soldado, dijo, que se unió a la recién formada unidad de prisioneros Storm Zdel Ejército ruso después de cumplir dos meses de una sentencia de prisión de dos años y medio.
Anteriormente había pasado varios años en la cárcel después de matar a alguien sin querer mientras estaba intoxicado, contó.
La entrevista a continuación tiene en cuenta la orientación del Comité Internacional de la Cruz Rojacon respecto a la publicación de información sobre prisioneros de guerra.
Merk: "Cumplí el primer periodo en prisión de cinco años y medio. Fui puesto en libertad condicional. Entonces no aparecía para los registros. Me encarcelaron de nuevo durante 2 años y medio".
Antes de que Merk fuera encarcelado, trabajó en una fábrica de máquinas y luego brevemente como personal de mantenimiento antes de su segundo periodo preso.
Después de dos meses de su segunda etapa prisión, llegó un hombre con un "traje verde" del Ministerio de Defensa ruso, en busca de reclutas.
Merk dijo que más de la mitad de su prisión se ofreció como voluntario para luchar con el grupo de mercenarios privados de Wagner.
"Llegaron, el Servicio de Defensa. A 'la colonia'. Dijeron: '¿Quieres una nueva vida? ¿Quieres empezar con una hoja en blanco? Ven, hay suficiente trabajo para todos. Dijeron: 'Hay suficiente trabajo para todos. Puedes construir casas allí'".
Merk explicó que había interpretado la oferta como una forma de convertirse en un trabajador de la construcción del Ejército. Dijo que su única comprensión de la guerra había venido de la televisión en prisión. Apuntó que no se dio cuenta desde el principio que lo enviarían a la batalla.
"No dijeron nada sobre eso, que habría disparos, guerra. Nos dijeron: 'Tendremos que reconstruir Ucrania'. Eso es todo. Nos metieron en un coche, nos llevaron al aeropuerto. En un coche de Policía. El avión nos estaba esperando. Había unos ocho coches de presos. Nos pusieron bajo escolta en el avión. Y partimos. Nos llevaron al hangar. Firmamos el contrato, cuando lo leímos, ya lo entendimos".
Merk, sin saberlo, se había unido a una compañía Storm Z, una unidad militar rusa llena de presos. Fue creado en los últimos meses a imagen del programa de presos de Wagner, que se utilizó ampliamente en el este de Ucrania.
Supuso que fue reclutado con unos 300 prisioneros más. No se le dio ningún tipo de identificación personal. Pero cuando firmó el contrato de seis meses, con opción a prórroga, había una fotocopia de su pasaporte para que pudiera obtener una tarjeta bancaria y recibir su salario. En el momento de su captura por los ucranianos, señaló Merk, todavía no se le había pagado.
"Fui un tonto. Todo el mundo fue, y ¿por qué yo no? Soy un hombre, después de todo. Pensé que cumpliría mi condena. Pero no sabía a dónde ir después de eso. Mi hermana no me dejaba entrar a la casa. Pensé que si iba aquí, al menos estaría construyendo algo. Al menos ganaré algo de dinero, comprarme algún tipo de habitación. Viviré. Formaría una familia, me encontraría una, al menos estaría con una familia. Bueno, yo quería una vida. Pensé que sería una pizarra limpia. Encontraré una mujer con un niño, al menos, viviré".
Merk llegó a algún lugar del este de Ucrania a fines de mayo y fue asignado a un campo de entrenamiento. Allí aprendió a usar un rifle y recibió escasa formación médica. Sus comandantes también eran ex prisioneros y habían ganado su rango simplemente por la longevidad, supuso.
"Nos entrenamos para cavar trincheras. Aprendí a desmontar y volver a montar un rifle automático. Cómo evacuar con camilla. Cómo dar la vuelta a alguien para que no se lastime. Mostraron qué hacer cuando uno recibe un disparo en el cuello y cómo usar una inyección que mata el dolor".
Cuando Merk recibió un rifle, supo que iría a la línea del frente, a diferencia de algunos de los otros reclusos que habían sido enviados a trabajar en el comedor de la base.
"Entonces entendí todo. Me dirijo a la muerte. Señalarían con el dedo: 'Tú, tú y tú vayan a cavar'. Nos juntaron, 25, 30 personas a la vez. Dijeron que vas al campo de tiro, para aprender a disparar. Y en lugar del campo de tiro, nos trajeron directamente aquí. Teníamos dos raciones cada uno y no había agua. Algunos soldados se morían de hambre. Los obligaron a cavar, cavar, cavar, cavar, y eso fue todo. Día y noche. Nos dieron una orden. Éramos nuevos; acabábamos de entrar. Nos dijeron: 'Vas a entrar como carne'".
Merk había pasado sólo unos días excavando y no tenía idea de dónde estaba en el frente cuando fue capturado. Los soldados ucranianos indicaron que se había rendido cerca de Bakhmut. La ciudad, capturada por los rusos en mayo, se asienta principalmente en un terreno bajo.
"Nos trajeron de noche. Por la noche, no hay arbustos allí, sólo cielo despejado. Casi en un campo. Bueno, hay árboles, zanjas y vegetación. Encontramos un lugar, nos acostamos para pasar la noche y comenzar a cavar por la mañana. Llegó la mañana, sólo había cadáveres de antes. Cadáveres, sólo cadáveres. Fue después de que todos fueran asesinados allí. Las trincheras que había allí fueron voladas. Tuvimos que cavar nuevas trincheras. Estábamos buscando un lugar para excavar en alguna parte".
Merk apuntó que cuando comenzó el ataque ucraniano, había nueve soldados cavando junto a él. Cuatro fueron capturados. No sabe qué pasó con los demás.
"Pensamos que nos iban a enviar a trabajar, pero simplemente nos enviaron a morir".