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domingo, 11 de junio de 2017

GUERRA ANTINARCO "4,276 DESENCUENTROS",16 CRIMINALES por CADA SOLDADO o MARINO MUERTO...y del total,Tamaulipas de lo mas letal.


Soldados y marinos suman más de 4 mil choques con las fuerzas de la delincuencia organizada. En las refriegas han muerto 285 efectivos por casi 4 mil 500 sicarios. El número de enfrentamientos, señal de que el Estado mexicano no controla su territorio y de que está metido en una guerra que no puede ganar, apuntan expertos

Las tropas de las tres Fuerzas Armadas Mexicanas cuentan 4 mil 276 enfrentamientos armados en 10 años y medio de “guerra” contra el narcotráfico. Por cada soldado o marino muerto, pierden la vida casi 16 supuestos integrantes de la delincuencia organizada. 
Los saldos concretos para soldados y marinos son de 285 efectivos muertos y 1 mil 538 heridos desde diciembre de 2006, cuando el panista Felipe de Jesús Calderón Hinojosa asumió la Presidencia de la República, y hasta mayo de 2017, en el quinto año de gobierno del priísta Enrique Peña Nieto.
Además, la cifra de los supuestos integrantes de la delincuencia organizada muertos en enfrentamientos con las Fuerzas Armadas llega a 4 mil 472, mientras que la de los heridos es de 530.
Los combates han ocurrido prácticamente en las 32 entidades federativas de la República, aunque marcadamente en Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Sinaloa, Durango, Michoacán y Jalisco. Los datos se desprenden de dos documentos obtenidos por Contralínea por medio de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública: la Estadística del personal militar y civiles agresores fallecidos y heridos con motivo de las agresiones a personal militar, elaborado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y el oficio 946/17 de la Unidad de Transparencia de la Secretaría de Marina (Semar).

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Las tres Fuerzas Armadas Permanentes (el Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos, a cargo de la Sedena; y la Armada de México, a cargo de la Semar) cumplen en este junio 10 años y medio de desplegarse en el territorio mexicano para luchar contra los cárteles del trasiego de drogas con rumbo a Estados Unidos. A pesar del fracaso documentado de esta política desde el sexenio de Felipe Calderón, durante la administración de Enrique Peña Nieto se mantuvo intacta.
De acuerdo con el Uppsala Data Conflict Program, en México existen 41 grupos del narcotráfico que han sostenido enfrentamientos entre ellos y con el gobierno mexicano. Por número de acciones armadas, los más importantes son el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo, Los Zetas, el Cártel de Juárez, el Cártel de Tijuana, Los Caballeros Templarios, La Familia y el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Una guerra sin fin

Los datos de los documentos obtenidos por Contralínea de la Sedena y la Semar muestran que sí es una guerra lo que está viviendo México, aunque no esté reconocida, señala el doctor en sociología Guillermo Garduño Valero, especialista en Fuerzas Armadas y seguridad nacional. Tampoco está claro que lo que se busque sea realmente acabar con el narcotráfico.
Las víctimas mortales totales (que incluyen los ajustes de cuentas, los enfrentamientos entre cárteles y contra otras fuerzas federales, estatales y municipales) llegan a más de 150 mil, “lo que nos habla incluso de una guerra encarnizada; pero es una guerra no convencional, contra actores no estatales”, apunta el catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana, doctor en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en América Latina por la Universidad de Pittsburgh.
Por su parte, el doctor Samuel González Ruiz, consultor internacional en materia de seguridad pública y delincuencia organizada y exfuncionario de la Procuraduría General de la República (PGR), señala que prácticamente nada cambió.
“Desafortunadamente no hay cambios. Sí hubo diferencias en los primeros años. Ahora la estrategia está siendo exactamente la misma y, por lo tanto, tiene el mismo resultado.”
Para el doctor en filosofía del derecho por la Universidad de Milán-Bolonia, la estrategia no cambiará por la relación entre los grupos de la delincuencia organizada y el Estado mexicano. “Cada sociedad tiene un tipo de delincuencia y de delincuencia organizada. Y esto depende del tipo de Estado”.
Considera que hace 25 años el modelo de Estado mexicano era autoritario. Y en su relación con la delincuencia organizada, a ésta “se le dejaba hacer” con tal de que no rebasara ciertos límites. La violencia entre los cárteles sólo era entre ellos, no era generalizada.
Con la llegada a la Presidencia de la República de un partido distinto al Revolucionario Institucional (PRI), según González Ruiz, se fragmentó la política y, por lo tanto, se fragmentaron los controles sobre estos grupos. Luego de 2 sexenios de gobiernos federales emanados del Partido Acción Nacional (PAN) y de 5 años de regreso al poder del PRI, “hoy lo que demuestra tal número de enfrentamientos es que el territorio mexicano no está controlado totalmente por la autoridad”.
Ejemplifica. En España hay más consumo de drogas que en México. Por lo tanto, hay más puntos de venta de drogas. Sin embargo, al año se cometen sólo 800 homicidios en un país con 50 millones de habitantes. Y quien ahí comete un homicidio, sea de la delincuencia organizada o no, es sentenciado. Eso no pasa en México. Por el contrario, lo que ocurre es un debilitamiento de las instituciones mexicanas.
“Del autoritarismo, pasamos a la debilidad completa”, considera el experto en seguridad, quien se desempeñó como titular de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada en tiempos en que Jorge Madrazo Cuéllar era titular de la PGR y Ernesto Zedillo era presidente de la República (1994-2000).
Señala que donde más homicidios se registran es también donde más impunidad existe, “señal de que el Estado no está haciendo su trabajo, es decir, no está procesando, investigando y sancionando a la gente que está cometiendo los homicidios”. Y cuando “no hay ninguna capacidad de sanción, lo que se provoca es una guerra civil”.
Para el doctor Guillermo Garduño, los saldos de la guerra son negativos para el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada. A más de 2 lustros de estar en la calles, las Fuerzas Armadas Mexicanas no cuentan con una doctrina “ni un aprendizaje específico de cómo tratar este asunto”. Y es que el gobierno insiste en que la solución al narcotráfico es de carácter militar, “cuando de esa manera no es posible”.
El experto señala que el problema no va a solucionarse desde el punto de vista de la oferta, es decir, del combate a los cárteles, sino de la demanda, las personas que lo consumen
“Esto significaría transformar el enfoque con que se aborda el problema, pues hoy se le sigue viendo desde la criminalidad. En realidad, se trata de un problema totalmente diferente que supondría abordarlo como un asunto de salud pública.”

Letalidad de militares

La mayor carga de los combates ha recaído en los efectivos de la Sedena, quienes han sostenido –al menos– 3 mil 994 refriegas en todo el país con integrantes de los cuerpos armados de los cárteles del narcotráfico, según se desprende de los documentos obtenidos por Contralínea. Es decir, el 93.4 por ciento de todos los enfrentamientos han sido sostenidos por soldados del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.
Por cada enfrentamiento sostenido por efectivos de la Armada, se suscitan 14 de elementos del Ejército y la Fuerza Aérea.
También los saldos mortales entre las Fuerzas Armadas Mexicanas son más abultados en la Sedena. De los 285 efectivos muertos, 255 son soldados, el 89.47 por ciento del total de los uniformados abatidos. Un porcentaje similar es de los heridos: de los 1 mil 538, resulta que 1 mil 425 pertenecen al Ejército, el 92.65 por ciento.
Por su parte, la Semar ha sostenido 282 enfrentamientos armados con integrantes de la delincuencia organizada. Se trata del 6.59 por ciento del total. Los marinos muertos en estos combates llegan a 30, es decir, el 10.52 por ciento del total de militares que han perdido la vida desde 2006. Los marinos heridos suman 113, es decir, el 10.52 por ciento de todos los efectivos lesionados.
La letalidad que representa a los sicarios enfrentarse a integrantes de las Fuerzas Armadas es de casi 16 a uno. Mientras que en estos 10 años y medio de enfrentamientos entre militares y sicarios han muerto 285 soldados y marinos, los integrantes de la delincuencia organizada fallecidos suman 4 mil 472. Es decir, por cada efectivo militar abatido mueren 15.69 supuestos integrantes de la delincuencia organizada.
Las cifras obtenidas de la Sedena y la Semar revelan que, en los enfrentamientos, los integrantes de las Fuerzas Armadas casi no dejan heridos: la mayoría de quienes se les enfrentan o salen ilesos o muertos. En 4 mil 276 enfrentamientos entre supuestos delincuentes y militares se registran 530 civiles agresores heridos, contra 4 mil 472 muertos.
La letalidad es ligeramente mayor cuando de enfrentar a marinos de la Armada de México se trata. Mientras que por cada marino de la Semar mueren 18.6 delincuentes, por cada soldado de la Sedena mueren 15.34 sicarios.
Así, de los 282 combates con efectivos de la Armada, han resultado muertos 558 supuestos integrantes de los cárteles del narcotráfico. Y de los 3 mil 994 choques con efectivos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos han resultado muertos 3 mil 914 elementos del crimen organizado.
El número de heridos asciende a 499 por los combates con elementos de la Sedena; y a 31 por los enfrentamientos con efectivos de la Semar. La tasa es de 0.12 heridos por cada choque con soldados; y de 0.10 heridos por cada encuentro armado con marinos. Así, prácticamente en cada batalla no hay delincuentes heridos: sólo muertos o detenidos.
Samuel González califica de “muy graves” los saldos para las Fuerzas Armadas luego de miles de enfrentamientos en el territorio nacional. “Si los mandas a la guerra [a los soldados y marinos] y las fiscalías no están preparadas para retener a las personas que ellos retienen, pues se va a hacer un desmadre. Ellos [los integrantes de las Fuerzas Armadas] detienen y las fiscalías y los jueces sueltan”.
Los militares siempre estuvieron preparados. Pero hoy, a decir de Samuel González, tienen mayor entrenamiento en materia de derechos humanos. Obviamente, quien está en un combate va tender a cometer más errores. Si vas a un enfrentamiento, puede ser que no tengas errores; pero si vas a muchos combates, pues vas  a cometer más errores. Cuanto más estén en la calle, más desgaste tendrán”.
El doctor Garduño recuerda que a pesar de la militarización, pueblos enteros de varios estados de la República han quedado desiertos. El costo social no sólo es de muertos y heridos, sino de desplazados y desaparecidos. Son consecuencias inequívocas de una guerra.
“Y se trata de una guerra que no puede ganarse militarmente. Primero, los militares operan dentro del marco jurídico nacional, cuando el enemigo opera internacionalmente. Segundo, del problema sólo se ataca la oferta pero no la demanda; y no se trata de criminalizar a los consumidores de drogas, sino considerar el problema como un asunto de seguridad y de salud pública y darle un tratamiento diferente.”
Señala que la droga es un producto adictivo. Es decir, quienes la consumen constituyen un mercado permanente de quienes la venden. “El gasto de los usuarios es permanente, diario, cotidiano”.
Guillermo Garduño agrega que todos estos enfrentamientos en realidad sirven de muy poco para acabar con el problema. Mientras, el desgaste para las Fuerzas Armadas “es pavoroso”.
A pesar de que sean más los muertos de parte del narcotráfico, son los cárteles los que llevan la iniciativa, la ofensiva. Las Fuerzas Armadas sólo actúan en respuesta y con una moral cada vez más menguada.
“El narcotráfico se ha podido meter, por ejemplo, a los componentes de inteligencia del Estado mexicano. Es parte de la derrota moral que aqueja a las Fuerzas Armadas Mexicanas.”
Fuente.-Zósimo Camacho

TAMAULIPAS,el "FRACASO" de VICEALMIRANTE o el FRACASO del VICEALMIRANTE...ahi donde el gobernador dice y manda decir estupideces.


El secretario de Seguridad Pública de Tamaulipas no se ha enterado, siquiera, de dónde vive. Menos de la capacidad de armamento que tienen los internos de sus penales, porque él es el responsable de las cárceles. Inconcebible este desfase de la realidad.

A lo que debemos sumar su vergonzosa, para decir lo menos, incapacidad de salir a dar la cara. A explicar. A comprometerse con sus errores.

El vicealmirante Luis Felipe López Castro fue nombrado en esa posición sin ninguna experiencia como policía, o en temas de seguridad pública. Lo que no resulta aceptable es que tantos años en la vida castrense no lo hayan capacitado para un operativo a balazos. Para que haya mandado a sus hombres a ser muertos por quienes debían estar bajo el control de la ley, para quienes no tienen espacio para continuar con sus actividades criminales.

Y en la realidad, la de Tamaulipas, sucede todo lo contrario.

Los dos días, muchas horas de balazos dentro de la cárcel de Ciudad Victoria, con un saldo de 13 muertos, son responsabilidad de la falta de prevención del titular de Seguridad Pública que se ha negado a cualquier entrevista, poniendo toda comunicación en voz de su “vocero”, mismo que dice que a la fecha, cuando ya enterraron a los policías muertos, no tienen “nada concluyente”.

Es decir, no saben cómo entraron las armas largas y las muchas balas que fueron disparadas, un verdadero arsenal, a la cárcel.

Total incapacidad, total falta de control de las autoridades carcelarias que dependen, directamente, del vicealmirante Luis Felipe López.

No hay justificación alguna para lo que sucedió.

El gobierno federal ha decidido olvidarse del grave problema de las cárceles en todo el país. Cero presupuesto, cero atención, cero todo. Y otro tanto ha hecho el gobernador panista de Tamaulipas, Francisco Cabeza de Vaca, que asume que con operativos como el de estos días, es suficiente.

La CNDH calificó a esta prisión muy debajo de los mínimos que deben existir. Y ninguno hizo nada al respecto.

Es una realidad cantada. Que se quiere resolver a balazos. Con la mala fortuna de que sus oponentes, que no enemigos conste, están mejor armados que ellos.

¿Cómo pudieron disparar durante muchas horas en dos días? Estamos hablando de muchísimas balas. ¿Cómo no tuvieron capacidad, se trata de una cárcel con controles, para dominar a los reos que disparaban? ¿Por qué no se pidió apoyo de militares?

Hay 13 muertos, tres de ellos policías. Y no es suficiente que el secretario López Castro hable, en su homenaje póstumo, de que ofrecieron el pecho como escudo… no debieron morir. Si las autoridades carcelarias hubiesen hecho su trabajo, nada de esto habría pasado.


¿Cómo pueden justificar que hubiese armas largas y muchísimas balas? ¿Dónde las escondían los internos? ¿Qué no se hace revisiones rutinarias cada día? ¿Qué no hay responsables de lo que sucede dentro del penal? De donde, no olvidar, hace unas semanas se fugaron 29 reos.

¿Por qué los gobiernos, el federal y los estatales, piensan que las cárceles no deben ser atendidas?

La mayoría de las cárceles mexicanas no tienen condiciones, de ningún tipo, para ser justamente eso: una prisión. Menos todavía para obedecer lo que mandan las leyes, desde los reglamentos internos hasta la separación de reos sentenciados de aquellos que están siendo juzgados.

¿Por qué el gobierno federal no se lleva a los reos peligrosos, a quienes están acusados de delitos precisamente del orden federal, de las cárceles estatales sin condiciones de seguridad? Por una razón muy simple: porque no quiere caer en los mismos vicios, comenzando con la sobrepoblación.

Es inaceptable que no haya control sobre personas que están inermes, absolutamente en manos de las autoridades, que están, precisamente, presos.

Dos días de balazos con armas largas dentro de una cárcel, con muertos y heridos, tendrían que provocar, por algo semejante a la vergüenza, la renuncia de las autoridades. No ha sido así.

En Tamaulipas el mismo gobernador piensa que todo se arregla con discursos, con enviar a “voceros” a decir estupideces ante los medios de comunicación, con palabritas dulces frente a los cadáveres de las víctimas…


Lo que se vivió estos días en Tamaulipas no es sino producto de la desidia, la omisión, la incapacidad de las autoridades. De haber puesto como titular de seguridad pública a un marino sin experiencia que no quiere ni despeinarse…

Fuente.-Isabel Arvide (Imágenes/Twitter)
@isabelarvide

OTRA del "BRONCO HOCICON",SE "VUELA GASTANDO" 1.2 MILLONES ...asi practica lo que critica(ba).



Aunque durante la campaña criticó el uso de vuelos privados con fondos públicos y en pláticas prometió no recurrir a ellos, el Gobernador Jaime Rodríguez mandó a volar esa promesa.

Información en poder de EL NORTE revela que, en lo que lleva como Gobernador, "El Bronco" ha realizado al menos ocho viajes en aviones privados, que han representado un gasto de 1.2 millones de pesos.


La lista de vuelos registrada por el Estado no aclara si Rodríguez sigue recibiendo viajes de "cortesía" como los que realizaba como candidato y como Gobernador electo, y que defendía con el argumento de que no eran con cargo al erario ni le generaban ningún compromiso.

El empresario Fernando Maiz, recientemente fallecido, su publicista Guillermo Rentería y hasta una iglesia que lo invitó a una conferencia habrían financiado en el 2015 algunos de sus vuelos privados.

La información obtenida por EL NORTE -que debería estar disponible en línea, pero que las autoridades estatales han mantenido oculta-, revela que Rodríguez ha viajado a Toluca, Houston, San Luis Potosí, Cuernavaca y Acapulco en aeronaves privadas.

El destino que más se repite es el de Toluca, en el Estado de México, pues ante la imposibilidad de utilizar el Aeropuerto de la Ciudad de México, las aeronaves privadas tienen que llegar al mexiquense.

Los datos obtenidos indican que los vuelos privados con cargo al erario iniciaron el 6 de noviembre del 2015 con una salida Monterrey-Toluca-Monterrey, que costó 171 mil 028 pesos.

Ese mismo mes fue y vino de San Luis Potosí por 107 mil 470 pesos, y un mes más tarde salió a Houston, con un costo de 186 mil 226 pesos.

Durante el 2016 se reportaron dos vuelos Toluca-San Luis Potosí y otro más Toluca-Monterrey.

Para este 2017 fueron dos, uno de ida y vuelta a Cuernavaca, por 235 mil 207 pesos, y otro a Acapulco, por 210 mil 164 pesos.

Los viajes a esos destinos se han realizado en vuelos privados pese a que, al consultar en agencias de viajes y sitios web de compañías aéreas, diariamente hay al menos 24 vuelos directos en clase económica a la Ciudad de México, cuatro a Toluca y siete a Houston, con precios que van de los 2 mil 460 pesos a los 6 mil 895 pesos.

Se solicitó información vía electrónica sobre todos los traslados del Gobernador, pero hasta ahora sólo se han obtenido facturas de las salidas en aerolíneas comerciales y no es posible saber qué proveedores brindan el servicio de taxi aéreo.

Según las copias proporcionadas, Rodríguez recurre más a la aviación comercial, aunque los documentos no adjuntan los boletos de avión, donde vendría el nombre del Mandatario.

Se documentaron al menos 48 viajes sencillos y redondos por aerolíneas comerciales, la mayoría a la Ciudad de México, aunque hubo algunos a Guadalajara, Toluca, Querétaro, Puebla y Tampico.

Sin contar el realizado a Corea del Sur y China, el viaje más largo y costoso fue uno a Boston, pasando por Houston, Colorado y Chicago, en octubre del 2015.

También viajó a Seattle el 29 de abril del 2016, pero en los documentos no aparece nada.

En el reglón de hospedaje y otros viáticos sólo se entregaron 20 documentos sin folio ni nombre del proveedor, por un total de 191 mil 451 pesos.

El 1 de mayo del año pasado, el Gobernador informó que había una investigación abierta por el uso de aeronaves en la gestión de Medina, que regularmente viajaba en jet privado y, además, dio uso personal a los helicópteros oficiales.

Según información oficial, Medina gastó 34 millones de pesos en este renglón durante su sexenio.


En privado, "El Bronco" criticaba el exceso de gasto en este concepto e, incluso, señalaba que él no gastaría en eso.
Fuente.-

ERA "MATAR o MORIR" DICE JUEZ FEDERAL y LIBERA a SARGENTO "EJECUTOR de PALMARITO" ...al ojo por ojo y al final "todos ciegos".


Un juez federal liberó bajo reservas de ley al militar acusado de matar a un supuesto huachicolero en Palmarito, Puebla.

El sargento José, quien fue acusado de ser el militar que aparece en un video cuando aparentemente mata a un presunto ladrón de combustible durante los enfrentamientos del pasado 3 de mayo, quedó en libertad el pasado miércoles.

El juez de control del Centro de Justicia Penal Federal de Puebla, Luis Jiménez, resolvió lo anterior porque la PGR no ofreció un dictamen de balística que vinculara el arma de cargo del soldado con el homicidio, informaron fuentes del Poder Judicial de la Federación.

En su fallo, también consideró que los testigos de cargo no le hacen imputaciones y que, en relación con el video, no tiene una fuente identificada y fue tomado de las redes sociales.

Si bien la PGR dijo recientemente que contaba con un video original sin editar sobre los hechos -mismos que fueron filmados por una red de circuito cerrado de los propios huachicoleros-, esa grabación aparentemente no es la misma con la que se formuló la acusación contra el soldado.

Durante la audiencia, el impartidor de justicia hizo referencia a la seguridad que necesitan los integrantes de las Fuerzas Armadas que realizan labores de seguridad pública.

En el caso Palmarito, destacó que la secuencia de los hechos se desarrolló en medio de un enfrentamiento donde imperaba un escenario de matar o morir, un ambiente de guerra.

"La línea entre el soldado bueno y el soldado malo no puede ser tan difusa ni tan frágil, ellos están arriesgando su vida por defender a la sociedad", dijo al principio de la audiencia, palabras más, palabras menos, según una fuente que estuvo presente en la audiencia del CJPF de Puebla.

De acuerdo con fuentes del Poder Judicial, el juez determinó la no vinculación a proceso del soldado, pero sin efectos de sobreseimiento, lo que significa que la PGR sigue teniendo la oportunidad de perfeccionar su acusación y volver a imputarlo.

Fuentes de la PGR informaron que la indagatoria sigue en curso no sólo contra José, sino contra otros miembros de las fuerzas del orden que participaron en esa operación que tuvo un saldo de 6 civiles y 4 soldados muertos.

El 2 de junio, la PGR ejecutó una orden de aprehensión por el delito de homicidio contra el sargento en las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional en la Ciudad de México, donde estaba acuartelado.

A las 9:00 horas de la misma fecha fue presentado a la audiencia de formulación de imputación ante el juez en Puebla, misma que se prolongó hasta poco después de las 14:00 horas, indican los reportes recabados.

Según los informes, los testigos de cargo que rindieron su testimonio no formularon una imputación directa contra el soldado, a quien tampoco le hicieron acusación alguna sus compañeros uniformados.

A la audiencia no asistieron familiares ni personas de confianza de la víctima de homicidio, sólo su defensora pública federal.

Fuente.-


(y se polarizan los comentarios ciudadanos)