Es probable que nunca, en el largo historial del Premio Nobel, se haya dado una historia semejante a la de María Corina Machado, la líder opositora que tuvo que salir de Venezuela escondidas burlando a los esbirros del régimen del dictador Nicolás Maduro. «Algún día contaré cómo lo hice», dijo Machado al llegar a Oslo, en donde le fue entregado el Premio Nobel de la Paz 2025.
María Corina se negó a ofrecer detalles para no poner en riesgo a quienes la ayudaron.Señaló, sin embargo, que muchos hombres y mujeres arriesgaron sus vidas para que ella estuviera ahí. Alrededor de la ganadora del Premio Nobel de la Paz se ha tejido una historia que parece arrancada de una película.
Según The Wall Street Journal, Machado tuvo que pasar retenes militares disfrazada con una peluca y luego, al llegar a la costa, abordó una lancha pesquera que la condujo a las inmediaciones de Curacao.Lo pudo hacer sin que las autoridades del régimen de Maduro hubieran podido localizarla desde que ella entró en la clandestinidad hace 16 meses.
Durante ese tiempo, Maduro y sus aliados se dedicaron a desacreditarla, a minimizarla, a burlarse de ella en un intento de restarle peso político. La etapa más peligrosa para ella comenzó el 10 de octubre, cuando el Comité Noruego anunció la decisión de entregarle el Nobel de la Paz.
Con intención de protegerla, el propio Comité anunció que la ingeniera civil y líder de la oposición venezolana no estaría presente durante la entrega del galardón.
Al mismo tiempo, se preparaba una sigilosa operación para sacarla de Venezuela en una travesía cuyos detalles acaban de ser revelados a CBS News por Brian Stern, el militar veterano del ejército de los Estados Unidos que encabezó la operación de rescate.
María Corina tuvo que navegar a lo largo de 16 horas junto al equipo de Grey Bull Rescue Foundation, una organización dedicada a llevar a cabo rescates en zonas de guerra y otros sitios de peligro.La operación tomó varios meses, pero todo se hizo solo en cuatro días.
Brian Stern relató que el mar estaba agitado y que hubo momentos de verdadero peligro. Entre los cientos de rescates que la organización ha llevado a cabo, este fue definido como uno de los más desafiantes.La organización admitió que en tres o cientos de rescates nunca había rescatado a una persona con el estatus, la estatura de Machado.
El triunfo moral de Machado se da luego de enfrentar lasdos dictaduras que hundieron Venezuela y llevaron al exilio a nueve millones de personas, la de Hugo Chávez y la de Nicolás Maduro. En su discurso de aceptación del premio Nobel, que fue leído por su hija porque ella no logró llegar a tiempo, Machado narró con prosa certera, precisa, impecable y de gran intensidad la manera en la que Venezuela fue llevada al abismo y el modo en que la riqueza petrolera fue empleada, no para liberar, sino para someter.
La manera en que esa riqueza le dio al poder un control inmenso que al final se tradujo en una maraña formada por el clientelismo, los privilegios y la corrupción.
La parte central de su discurso debería ser escuchada en México. Deberíamos oírla a los mexicanos porque es el espejo de las otras democracias que están en riesgo.
El régimen, dijo, se dedicó a desmantelar nuestra democracia, violó la constitución, falsificónuestra historia, corrompió a las fuerzas armadas, purgó a los jueces independientes, censuró a la prensa, manipuló las elecciones, persiguió la disidencia y devastó nuestra biodiversidad.Cuando comprendimos cuán frágiles se habían vuelto nuestras instituciones, agregó, ya era tarde y muchos pensaron que el carisma podía sustituir al Estado de Derecho. Venezuela, explicó Machado, no se dio cuenta de lo que estaba pasando.
Cuando en julio de 2024 el pueblo salió en masa rumbo a las urnas para expresar su hartazgo y darle el triunfo al candidato opositor Edmundo González, el aparato que la dictadura había construido impidió que su voluntad fuera expresada.
La presidenta de México Claudia Sheinbaum evitó pronunciarse sobre el premio concedido a María Corina Machado. Cuando es tiempo de mujeres, una de las mujeres más poderosas del mundo guardó silencio sobre una líder de la resistencia, una defensora de la democracia que tuvo que salir de su país en una lancha.La última vez dije sin comentarios y sigo diciendo sin comentarios, dijo la presidenta de México, quien prefirió, en cambio, cerrar filas con la dictadura de Maduro y acogerse a una supuesta postura de no intervencionismo y de autodeterminación de los pueblos. Una postura que la presidenta ha usado a contentillo y que la llevó, por ejemplo, a ser declarada persona non grata en Perú por su inaceptable injerencia en asuntos internos.
El discurso central de María Corina Machado advierte de manera clara el riesgo en el que nos encontramos.El silencio de Claudia Sheinbaum también es claro, más que claro, es ensordecedor. Advertidos estamos.
Con informacion: HECTOR DE MAULEON/

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