La AGX-16 es la forma más educada que encontró el Estado mexicano de decir “sí estamos en guerra”, pero sin atreverse a pronunciar la palabra prohibida. Es una minigun hecha en casa para rociar plomo desde vehículos terrestres de la DEFENSA, mientras el discurso oficial sigue negando la guerra al narco,pues dicen con hipocresía y cinismo,eso fue cosa de Felipe Calderon.
Qué demonios es la AGX-16
La AGX-16 es una ametralladora giratoria multicañón calibre 5,56 mm, desarrollada por la Dirección General de Industria Militar en Mexico para montarse en vehículos terrestres, con un poder de fuego comparable al de una M134 pero adaptada a plataformas mexicanas. El proyecto arrancó alrededor de 2020, ha pasado por al menos dos fases de desarrollo con apoyo de universidades y centros públicos, y a mediados de 2025 se reporta como “proyecto terminado” por la industria militar mexicana.
No es un fusil más ni una ametralladora ligera: es un sistema de armas pensado desde el inicio para ir atornillado a blindados DN-XI, DN-XII y a los nuevos vehículos que está empujando SEDENA. La etiqueta técnica suena neutra, pero en la práctica significa que se está normalizando el uso de fuego de saturación de alta cadencia en calles, colonias y carreteras del país.
Fuego masivo en entorno urbano ?
De acuerdo con la información disponible, la AGX-16 tiene la característica de selección de dos cadencias de disparo, una que es contra personal de 600 disparos por minuto (DPM) y otra contra vehículos (sin blindaje) de 1800 DPM., con un alcance de 1200 metros (antipersonal) y 1800 metros (antimaterial). El calibre 5,56 mm no es una caricia: se eligió, entre otras cosas, porque pesa menos y supuestamente reduce el riesgo de “daños colaterales” cuando se dispara en áreas urbanas con calibres pesados.
En 2017 –sin ruborizarse– ,la Marina disparó desde un helicóptero Black Hawk armado con una Minigun calibre 7.62mm contra Juan Francisco Patrón, alias el H2, y su gente en Tepic, Nayarit.
En cristiano: se diseña una herramienta para poder vaciar en segundos una nube de balas sobre objetivos en ciudad, alegando que, como el proyectil es más “ligero”, el desastre alrededor será relativamente menor. El problema es obvio: en un entorno donde el narco usa camionetas, casas de seguridad y escudos humanos improvisados, una ráfaga de este tipo desde un blindado convierte cualquier calle en zona de guerra, con todo el riesgo para civiles, prensa y quien se atraviese.
Tabla: capacidades y mensaje político
| Elemento | Detalle técnico / político |
|---|---|
| Tipo de arma | Ametralladora giratoria multicañón calibre 5,56 mm para vehículos terrestres. |
| Cadencia estimada | Entre 600 y 1,800DPM, similar a una minigun,pero con menor cadencia. |
| Plataforma prevista | Vehículos blindados nacionales DN-XI, DN-XII y futuros modelos tácticos. |
| Entorno de uso previsto | Zonas urbanas y escenarios de combate cercano, con énfasis en operaciones terrestres. |
| Discurso oficial | Investigación y desarrollo, “sistema de armas para vehículos terrestres”, no “arma de guerra urbana”. |
La tabla se lee sola: se diseña un arma de guerra para ciudades, pero se le vende al público como un paso más en “modernización” y “soberanía tecnológica”. El lenguaje técnico sirve para amortiguar la realidad de que se está institucionalizando una capacidad de fuego pensada para escenarios de combate sostenido contra grupos armados que controlan territorio.
Saraf Balam: guerra por control remoto
La AGX-16 está pensada para integrarse a sistemas de armas remotos tipo Saraf Balam, desarrollados precisamente para que el artillero no tenga que asomar la cabeza por la escotilla. Eso implica que un operador, desde dentro del blindado, pueda barrer una fachada, un convoy o una intersección sin exponerse, reduciendo el riesgo para el soldado pero aumentando la tentación de usar la potencia de fuego sin medir tanto las consecuencias.

El sistema remoto forma parte de un programa más amplio de “sistema de armas para vehículos terrestres” que apunta a estandarizar torretas, sensores y control de tiro sobre plataformas nacionales. Traducido a términos de calle: se consolida un ejército con capacidad de combate mecanizado en zonas pobladas, con alta letalidad controlada desde pantallas, mientras se sigue negando que haya una guerra interna.
Peligros que nadie quiere nombrar
Los riesgos no son teóricos: introducir una minigun nacional en el teatro urbano implica, al menos, tres peligros inmediatos. Primero, la escalada: cuando el Estado normaliza el uso de armas de guerra en colonias y carreteras, el narco, que ya usa fusiles de asalto y ametralladoras pesadas, tiene más incentivos para subir un escalón más en blindaje artesanal, drones armados y tácticas de hostigamiento.
Segundo, el daño colateral: por mucho que el 5,56 mm se venda como “más contenible”, una plataforma capaz de lanzar cientos o miles de disparos por minuto en ciudad convierte cualquier operación fallida en masacre potencial. Y tercero, la cultura de la fuerza: dotar a tropas con este tipo de poder de fuego sin un marco claro de rendición de cuentas, reglas de enfrentamiento transparentes y supervisión civil real, es invitar a que la línea entre “seguridad pública” y “guerra sucia” se vuelva aún más borrosa.
En resumen, la AGX-16 es el síntoma metálico de una guerra negada: el Estado arma sus blindados para enfrentar al narco como enemigo militar, mientras el discurso oficial finge que solo se trata de “combate a la delincuencia organizada” y “tareas de apoyo a la seguridad”. La irreverencia no está en cómo se le escriba, sino en el hecho de que se diseñó una minigun urbana mexicana… y se espera que el país la vea como un logro de innovacion, no como la confesión de que las calles ya son un frente de batalla.
Con informacion: INFODEFENSA/

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