Washington ya debe de saberlo,el lodazal político tamaulipeco que encabeza Morena y Americo Villarreal,acaba de dejar damnificado a uno de los hombres mas cercanos al gobernador y en extremo ligado a Sergio Carmona, extinto «Rey del Huachicol», pero ademas a los Zetas vía el abogado Juan Pablo Penilla y últimamente al Cartel del Golfo como intermediario de estos con Monica Villarreal,alcaldesa de Morena en Tampico y hermana del Gobernador.
Alejandro Rabago es uno de esos pocos personajes que habia logrado mojarse en muchos charcos sin perder el equilibrio , pero aquel que un día presumía voz y voto como representante de Américo Villarreal en la Ciudad de México, como tambien lo hizo en la oscura etapa del «carmonismo«, ese nefasto ecosistema donde el “rey del huachicol”, Sergio Carmona, mandaba más que los propios funcionarios, ya cayo y se va con con suficientes alicientes para delatar al «jefe».
Rábago, que hoy carga con el elegante prefijo de ex, no solo parece ,es el hilo conductor de una telaraña que une lo peor de cada casa: del Cártel del Golfo que domina o gobierna con todo y alcaldes toda esa región del sur de Tamaulipas, al despacho legal que protegía a pesos pesados como Miguel Angel Morales Treviño,alias el Z-40 o el Mayo Zambada , de la mano del siempre ubicuo abogado Penilla. Un verdadero catálogo de conexiones donde la legalidad brilla por su ausencia tanto como lo hacia el dinero a raudales.
Las fechas no mienten: mientras el gobernador le firmaba al Abogado Juan Pablo Penilla su nombramiento de asesor con todo el poder de la firma, el flamante jurista ahora caído en desgracia por culpa de politicos desgraciados que le huyeron al escandalo,igual que el gobernador,este codeaba con los capos que financiaron al mandatario,al mismo tiempo que era señalado como intermediario de las ordenes a Zetas del CDN.
Lo irónico es que tras confirmarse su caída oficialmente, Rábago podría arrastrar a su antiguo jefe político. Esa es la magia de la suciedad compartida: cuando uno resbala, todos terminan chapoteando en el mismo charco. Al final, la historia no habla de un hombre, sino de un modelo: la simbiosis entre poder, crimen y simulación que sigue oliendo a gasolina huachicoleada desde Texas.
Como lo dijo Max Avila:
«Al parecer la indolencia de Alejandro Rábago Hernández fue razón de su fulminante cese disfrazado de renuncia, como Representante de Tamaulipas en la CDMX. Dícese que se valora al personal y desde luego resultados de su trabajo en beneficio del estado. El cargo antes lo desempeñó Fernando Centeno quien ahora “chicotea” a los diputados(as) locales para que presenten iniciativas por fantasiosas que sean, y no pierdan sus “dietas” y todos los privilegios reservados a la inutilidad legislativa ahora liderada por el infiltrado y fanático cabecista Humberto Prieto Herrera…Oiga, que Luis Lauro Reyes dejará la delegación de Bienestar lo cual no significaría ninguna desgracia pa’ la raza. Ya es tiempo de ir con su música a otra parte. Pelao este.»…MAX AVILA/EXPRESO
Con informacion: MEDIOS/REDES

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