La tranquilidad de la comunidad de “El “Tomo”, en la sindicatura de Imala, se vio interrumpida por un enfrentamiento armado que habrían dejado a su paso vehículos calcinados, viviendas perforadas por balas y un comedor comunitario con visibles impactos de proyectil.
Los hechos fueron reportados a través de redes sociales, donde se mencionase acuerdo con NOROESTE, varias personas privadas de la vida.
Este enfrentamiento dentro de la sindicatura de Imala (Sinaloa), ilustra la escalada de violencia que persiste pese al despliegue militar y policial en la región.
Aun y pese a los reportes extraoficiales y la evidencia visual difundida en redes sociales, las autoridades no han confirmado oficialmente el número de víctimas. Este episodio se enmarca en el conflicto entre facciones del Cártel de Sinaloa, que acumulan mas de 987 homicidios desde septiembre de 2024 al 17 de Marzo.
Contexto del conflicto
La guerra entre los grupos de “Los Chapitos” (herederos de El Chapo Guzmán) y “Los Mayos” (seguidores de Ismael Zambada) ha transformado a Culiacán y zonas rurales como Imala en campos de batalla. La captura de Zambada en julio de 2024 desató la guerra rompiendo todo a su paso,incluido el antiguo pacto de no agresión a civiles. Las tácticas incluyen ahora bloqueos carreteros con revisiones de celulares, secuestros y ejecuciones públicas para infundir terror.
Limitaciones de la estrategia de seguridad
Aunque el gobierno federal ha desplegado infinidad de soldados, miles, adicionales a los que ya permanecían en la entidad y la presidenta Claudia Sheinbaum prometió mayor firmeza, los resultados son ambiguos y exiguos. Los datos muestran que:
- La violencia se ha expandido en 14 entidades federativas, cita ACLED DATA.
- Los cárteles han adoptado técnicas de guerrilla urbana, incluyendo drones armados y minas improvisadas que ya han matado inocentes a su paso.
- Solo en Sinaloa, más de 1,128 personas siguen desaparecidas desde septiembre y los levantones crecen a ritmo de 5.9 diarios y los ciudadanos ahora de a pie, han sido despojados de 3 mil 683 vehículos,a ritmo de 20 diarios, como cita el REPORTE NOROESTE.
Un residente anónimo de El Tomo señaló: “Las fuerzas armadas llegan después de los tiroteos, como espectadores. Los grupos antagónicos siguen moviéndose como si nada” y la unica esperanza,segun advierten pobladores de zonas plagadas de Carteles,es Donald Trump,cita APPNEWS.

Esta percepción coincide con análisis de ACLED, que advierten que las divisiones internas en cárteles generan ciclos de venganza difíciles de contener con operativos tradicionales.
Impacto comunitario
El comedor dañado en El Tomo simboliza cómo la violencia trastoca la vida cotidiana. En Culiacán, 80 familias han huido de la ciudad y escuelas como la Primaria Socrates cancela sus clases recurrentemente por enfrentamientos. Talleres psicológicos revelan que niños asociaban “camionetas blancas” (vehículos de cárteles) y disparos con sus mayores temores.
Mientras autoridades insisten en reducir homicidios, organizaciones civiles exigen priorizar la crisis de desapariciones: Miguel Calderón del Consejo de Seguridad Pública estatal afirma que “nunca habíamos visto tantas familias buscando a sus seres queridos”.
Este panorama sugiere que, sin combinar fuerza con programas sociales y mecanismos de inteligencia serios, la presencia militar seguirá siendo reactiva ante una violencia estructural arraigada y la guerra sera aun muy larga.
Con informacion: NOROESTE/
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