Cientos de damnificados por las inundaciones en esta ciudad se formaron durante una hora en la Colonia Las Gaviotas Sur para conseguir unas de las despensas que repartía el Ejército, pero muchos se fueron con las manos vacías.
Pese a los llamados a guardar sana distancia ante Covid, los afectados dijeron que lo importante era comer.
Las despensas venían en una bolsa y, cuando se agotaron, repartieron sólo una reja de huevos con dos botellas de medio litro de agua y, finalmente, sólo las botellas. Aun así, unas 300 personas que perdieron todo se empujaron por conseguirlas.
"Aquí no tenemos ningún Gobierno. Ni Adan Augusto ni AMLO ni Evaristo, ninguno se ha metido dentro del agua; es más, ni a lo seco han llegado, se les hace fácil andar en helicóptero, se necesita ayuda, mire cómo están las casas y hay peores", señaló una mujer que coordinaba las filas.
"Hay gente en las azoteas esperando que les traigan algo de comer, ni medicinas hay".
La enorme fila continuaba sobre el Camino San José, a unos pasos de donde se reventó el dique el sábado, aunque en los sectores más alejados como Coquitos, Valle Verde y Monal están inundados desde el 3 de octubre.
Hombres y mujeres acusaron que desde ese mes los pisos están bajo el agua y apenas llegaron estas despensas que se agotaron en una hora.
Un representante del Gobierno informó que los apoyos habían sido donados por la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo y que fueron 500, sin embargo, los damnificados afirmaron que fueron mucho menos y que al menos la mitad se trató únicamente de rejillas de huevo con botellas de agua.
Cuando se informó que solamente se repartirían botellas de agua, se rompieron las filas y la población corrió a reprocharle al Ejército la falta de ayuda.
En respuesta, los representantes de la Agencia, con chalecos guinda de color de Morena, les recriminaron que no trajeran cubrebocas.
"Si no hay sana distancia, ¡no habrá nada!", les gritaron.
"El Covid ya pasó de moda; lo importante es comer", contestaron los habitantes.
En el ajetreo incluso apareció una camioneta con el logotipo del PRI repartiendo agua.
A un lado de la avenida principal, las casas están sumergidas en el agua hasta la mitad de la primera planta.
En sectores más alejados, como Monal y Cedral, no llegan las despensas, ni siquiera las balsas para cruzar el agua, donde flotan animales muertos llenos de gusanos.
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