El juez que liberó a Gildardo López Astudillo "El Gil" desestimó que se le mencionara en mensajes enviados por líderes de Guerreros Unidos (GU) desde Estados Unidos a sicarios de Iguala, la noche en que fueron atacados los normalistas de Ayotzinapa.
En la sentencia, de la que REFORMA tiene copia, el secretario en funciones del juez Juan Manuel Trespalacios Castán admitió como prueba válida la transcripción de mensajes que la DEA interceptó para un juicio contra ocho operadores de GU en Chicago.
En abril de 2018, REFORMA publicó que entre los mensajes interceptados un personaje identificado por las autoridades estadounidenses como "Aníbal" le dijo a su jefe "Silver": "Ya le dije a Gil que cerrara la entrada por Mezcala con comunitarios y ahorita ya está el tapón y además pongamos más comunitaria".
Sin embargo, en la causa penal 66/2015, contra Gildardo López Astudillo, el juez aludió sólo a mensajes -enviados entre el 25 de septiembre y el 3 de octubre de 2014- en los que no se menciona a "El Gil".
"Basta la sola lectura a su contenido para constatar que, contrario a lo aseverado por el agente del Ministerio Público de la Federación, las mismas (pruebas) no arrojan dato que demuestre la participación del aquí acusado en la comisión del delito de privación ilegal de la libertad", argumentó Trespalacios Castán.
"Lo procedente es dictar sentencia absolutoria en su favor".
El oficio DGPI/1119/17, en el que se incluyen las transcripciones de los mensajes interceptados, fue entregado al Juzgado Primero de Distrito de Procesos Penales Federales de Matamoros, Tamaulipas, desde finales del año pasado, cuando el actual titular de la SEIDO, Alfredo Higuera Bernal, dirigía la oficina del caso Iguala.
En total, la otrora Procuraduría General de la República (PGR) entregó 107 pruebas, de las cuales 44 fueron desestimadas por el juez, principalmente testimonios que habrían sido obtenidos bajo tortura o tras detenciones irregulares.
La ahora Fiscalía General de la República (FGR) tuvo hasta el 17 de junio pasado, cuando se realizó la audiencia de vista, para presentar pruebas, mientras que la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa, que dirige Omar Gómez, fue creada 10 días después.
Al igual que otras sentencias que han derivado en la liberación de 53 inculpados, el juez también consideró que la Fiscalía no pudo acreditar que la organización criminal Guerreros Unidos existe.
Cuestionado al respecto, José Larrieta, titular de la Oficina Especial para el caso Iguala de la CNDH, aseguró que en los mensajes interceptados desde Chicago es claro que Gildardo López Astudillo tiene interlocución con los líderes de Guerreros Unidos, en particular en lo referente bloquear la carretera hacia Mezcala.
"(Los jefes) le dan instrucciones, según los chats, a esta persona que han liberado, él responde que ya lo hizo, y él es quien gira instrucciones a policías comunitarias; claramente la policía comunitaria es quien hace el bloqueo por órdenes de Guerreros Unidos, particularmente de la persona que han liberado".
Larrieta consideró que la liberación de "El Gil" es por fallas en la investigación de la PGR, pero también cuestionó el papel de los jueces.
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En abril de 2018, REFORMA publicó que entre los mensajes interceptados un personaje identificado por las autoridades estadounidenses como "Aníbal" le dijo a su jefe "Silver": "Ya le dije a Gil que cerrara la entrada por Mezcala con comunitarios y ahorita ya está el tapón y además pongamos más comunitaria".
Sin embargo, en la causa penal 66/2015, contra Gildardo López Astudillo, el juez aludió sólo a mensajes -enviados entre el 25 de septiembre y el 3 de octubre de 2014- en los que no se menciona a "El Gil".
"Basta la sola lectura a su contenido para constatar que, contrario a lo aseverado por el agente del Ministerio Público de la Federación, las mismas (pruebas) no arrojan dato que demuestre la participación del aquí acusado en la comisión del delito de privación ilegal de la libertad", argumentó Trespalacios Castán.
"Lo procedente es dictar sentencia absolutoria en su favor".
El oficio DGPI/1119/17, en el que se incluyen las transcripciones de los mensajes interceptados, fue entregado al Juzgado Primero de Distrito de Procesos Penales Federales de Matamoros, Tamaulipas, desde finales del año pasado, cuando el actual titular de la SEIDO, Alfredo Higuera Bernal, dirigía la oficina del caso Iguala.
En total, la otrora Procuraduría General de la República (PGR) entregó 107 pruebas, de las cuales 44 fueron desestimadas por el juez, principalmente testimonios que habrían sido obtenidos bajo tortura o tras detenciones irregulares.
La ahora Fiscalía General de la República (FGR) tuvo hasta el 17 de junio pasado, cuando se realizó la audiencia de vista, para presentar pruebas, mientras que la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa, que dirige Omar Gómez, fue creada 10 días después.
Al igual que otras sentencias que han derivado en la liberación de 53 inculpados, el juez también consideró que la Fiscalía no pudo acreditar que la organización criminal Guerreros Unidos existe.
Cuestionado al respecto, José Larrieta, titular de la Oficina Especial para el caso Iguala de la CNDH, aseguró que en los mensajes interceptados desde Chicago es claro que Gildardo López Astudillo tiene interlocución con los líderes de Guerreros Unidos, en particular en lo referente bloquear la carretera hacia Mezcala.
"(Los jefes) le dan instrucciones, según los chats, a esta persona que han liberado, él responde que ya lo hizo, y él es quien gira instrucciones a policías comunitarias; claramente la policía comunitaria es quien hace el bloqueo por órdenes de Guerreros Unidos, particularmente de la persona que han liberado".
Larrieta consideró que la liberación de "El Gil" es por fallas en la investigación de la PGR, pero también cuestionó el papel de los jueces.
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