EL EJERCITO "ACALAMBRA" a OBISPO en AEROPUERTO de MONTERREY y lo CONSIDERA REVANCHA por DENUNCIARLOS en VIOLACION de 13 PROSTITUTAS...y de paso machaca la impunidad de que gozan.

El Secretario de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo, atribuyó a "un error", el que militares hayan abordado e interrogado al Obispo de Saltillo, Raúl Vera López, ayer en el Aeropuerto de Monterrey.

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En un comunicado, la Diócesis de Saltillo considera que, tanto el Secretario de Seguridad, como la autoridad militar de Nuevo León, minimizaron el hecho, que, en ojos del Obispo, es un acto de hostigamiento.

"El Secretario Alfonso Durazo pidió disculpas a Monseñor Vera por lo que él llamó 'un error' y le dijo que no debía preocuparse", relató la Diócesis en un comunicado.

"Le escribió: 'Fue un lamentable error de nuestra gente. No están ahí para eso. Su función es custodiar instalaciones para garantizar su seguridad'", agrega.

El Comandante de la Cuarta Región Militar con sede en Nuevo León, Jens Pedro Lohmann, expresó que los militares "se excedieron en sus funciones", dice el comunicado.

A su llegada a la Terminal 2 del Aeropuerto de Monterrey la tarde del jueves, el Obispo de Saltillo, Raúl Vera López, fue abordado por militares.

"El Obispo notó que se dirigían hacia él, que traían cascos, uniforme militar y arma larga, que portaban al frente. El primer militar preguntó por el cargo, '¿es usted el padre o... algo más que un sacerdote?' y Monseñor Vera dijo: 'soy Obispo'".

En una libreta llevaban apuntado su nombre y uno de ellos preguntó al Obispo a dónde se dirigía y le pidieron les proporcionara las placas del vehículo en el que viajaría hacia Saltillo.

"En la misma libreta en que tenían registrado el nombre del Obispo, tomaron nota de la matrícula del vehículo. Monseñor Vera entonces preguntó a qué se debían todas esas interrogantes. Los militares respondieron que se trataba 'sólo por su seguridad'".

La Diócesis de Saltillo relacionó el encuentro con militares, con el "Caso Castaños", por hechos ocurridos la noche del 11 de julio de 2006 en Castaños, Coahuila, cuando un grupo de unos 30 militares irrumpieron en un bar y violaron a 13 prostitutas.

"Los agresores identificados y ligeramente sancionados por el fuero civil, eran elementos del Ejército Mexicano", dijo, "13 años después, los militares mandan un mensaje para decir que ellos no olvidan".

"Fue esta Diócesis de Saltillo y su Obispo, los más interesados en que el Caso Castaños no quedara impune como tantos otros semejantes".

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