La catedral Notre Dame aún ardía bajo las llamas el pasado lunes cuando los franceses ya tenían en mente su reconstrucción, aunque los métodos para ello han generado opiniones encontradas entre los que defienden una rehabilitación exacta y los que proponen recurrir a sistemas y elementos contemporáneos.
"Si se quiere reconstruir a lo idéntico, tenemos en Francia todo lo necesario para hacerlo: conocimiento, técnicas, material", apuntó en entrevista Vincent Agostino, preboste del centro de formación de Les Compagnons du Devoir, herederos de la antigua cofradía de artesanos que participó durante la Edad Media en el levantamiento de las construcciones góticas de Francia.
La propia Notre Dame, considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de sus mejores ejemplos, y verla en llamas los conmocionó.
Organizados en gremios de obreros y artesanos, conocidos como Compagnons, estos constructores se han transmitido conocimientos y técnicas a través de los siglos, generación tras generación.
"La catedral de Notre Dame es un ejemplo de lo que puede crear el talento de nuestra cofradía, como muchos de los monumentos antiguos de París. Pero Notre Dame es algo especial, tan sólo por su tamaño, 90 metros de alto, y por su localización y por su historia, un edificio que ha sobrevivido a guerras y revoluciones", expresó Agostino.
La estructura de madera de su techo, conocida como "El Bosque", un magistral ensamblaje proveniente de más mil 300 árboles de roble talados entre los años 1160 y 1170, que fue devorado por el fuego, fue concebida por los Compagnons, especialmente por los gremios de carpinteros, aunados con los techadores; en el resto de la catedral intervinieron los canteros, explicó el preboste del grupo formador, él mismo un techador.
Sin embargo, en la etapa de obra en la que se encontraba la catedral cuando inició el incendio -alrededor de la aguja, que terminaría colapsada-, no participaba ningún compagnon.
"Seguramente iban a intervenir más tarde cuando las obras correspondieran más a sus competencias", precisó Agostino.
Las autoridades ya han manifestaron su determinación para reconstruir Notre Dame a través de una convocatoria a un concurso abierto a arquitectos, según anunció el Primer Ministro francés, Edouard Philippe, lo que ha generado críticas ante la posibilidad de restituir la aguja y el techo, también colapsado, bajo diseños contemporáneos.
"Se organizará una competencia internacional para reconstruir. Así podremos evaluar la necesidad de crear la misma aguja tal y como la concibió (Eugène) Viollet-le-Duc", declaró el Premier: "O bien, la de crear una nueva adaptada a las técnicas y retos de nuestra época".
Aunque Agostino manifiesta su inclinación por una reconstrucción idéntica, habrá que recordar que la aguja colapsada, realizada en el siglo 19, es una intervención ya ajena al periodo gótico, ejemplo de que todo monumento tiende también a evolucionar, acorde a su tiempo, según se han expresado voces al respecto.
El preboste enfrenta el dilema de manera pragmática y no descarta que se puedan conjugar métodos antiguos y actuales.
"Contamos con todos los conocimientos y técnicas. Por ese lado, no hay preocupación, y se puede reconstruir de manera idéntica. La catedral resistió mil años; no hay mejor prueba de la calidad de su construcción".
Lo mejor sería, consideró, reconstruir de manera idéntica pero con métodos actuales, aprovechando los avances en los métodos constructivos.
En el sector del techado, que es su especialidad, se pueden conjugar, dijo, muy bien pasado y presente.
"El techo de Notre Dame es de plomo y se fundió con el fuego. Se puede rehacer de manera idéntica bajo forma visual pero quizás podría mejorarse el método para crearlo o instalarlo. Era un techo gigantesco; será necesario evaluar las distintas opciones".
Así trabajan los propios Compagnons, en particular las nuevas generaciones que, no por estudiar técnicas ancestrales, dejan de ser milenials.
"Aprendemos técnicas originales y nos gusta el trabajo manual de manera tradicional, pero no intervenimos únicamente en renovaciones; también trabajamos con nuevas tecnologías, evolucionamos con nuestra época", zanjó.
Reconocidos por la UNESCO
Les Compagnons du Devoir es la cofradía francesa más conocida de todas las asociaciones vigentes en el país de "compagnonnage", el sistema de transmisión de conocimientos de oficios manuales que en 2010 fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Según Vincent Agostino, prebote formativo del grupo, existen 57 centros de los Compagnons en todo el país, y una decena en países vecinos, y capacitan a muchachos en 31 oficios diferentes.
"Nuestra notoriedad reside principalmente en nuestro sistema de transmisión del conocimiento y de las técnicas. Transmitimos a los jóvenes el oficio como nos lo transmitieron a nosotros nuestros mayores", afirmó.
Una de sus características formativas es el "Tour de France" que deben hacer los estudiantes, una ronda homónima de la célebre competencia ciclista que tiene que ver con la visita a diversas regiones del País para capacitarse y convivir con otros compagnons.
"Después de la formación inicial, viajamos a los demás centros de la cofradía para ir a perfeccionarnos y aprender diferentes técnicas propias de otras regiones", señaló.
Si bien la formación de los Compagnons los destina a trabajar principalmente en el sector patrimonial, también son muy solicitados por la industria del lujo, o en todo sector que requiera un trabajo manual de excelencia.
Los Compagnons du Devoir forman, sobre todo, carpinteros, canteros y techadores.
"Actualmente, esos oficios no son populares entre los jóvenes, pero quizás la perspectiva de participar en la reconstrucción de Notre Dame suscite vocaciones", estimó Agostino.
Con información de: Reuters/
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