Líder nacional del PRI se abstiene aquí de fijar postura con relación a órdenes de captura vigentes en EU contra Eugenio y Tomás
Pese a encontrarse en una entrevista con representantes de medios de comunicación en Ciudad Victoria, el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, rechazó en tres ocasiones pronunciarse sobre las órdenes de captura que los ex gobernadores Tomás Yarrington Rivalcaba y Eugenio Hernández Flores tienen pendientes ante la justicia norteamericana, por lavado de dinero y otros delitos.
Al salir del teatro “Amalia G. de Castillo Ledón”, a donde acudió ayer a presenciar el Sexto Informe del gobernador Egidio Torre Cantú, Ochoa Reza evadió en reiteradas ocasiones los cuestionamientos sobre la postura del partido que dirige, frente a los procesos que se le siguen a Yarrington y a Hernández, éste último que además se apersonó en el mismo evento donde estaba el dirigente priista.
De hecho, el propio Hernández Flores pasaba atrás de Ochoa Reza, cuando el presidente del Comité Nacional priista era inquirido sobre el fugitivo ex gobernador.
Por otra parte, Enrique Ochoa adelantó que en 20 días visitará de nueva cuenta el estado de Tamaulipas, sólo que en esta ocasión para tratar asuntos meramente de carácter partidista, relacionados con los pésimos resultados obtenidos por el PRI en el pasado 5 de junio.
“El nuevo dirigente (del PRI en Tamaulipas) necesita un perfil que sea propositivo, crítico, que encuentre espacios de comunicación con la ciudadanía, que tenga una trayectoria priista muy positiva, constructiva, que pueda sumar dentro de Tamaulipas las mejores causas sociales para el beneficio del estado”, opinó.
Dijo que en base a los pasados resultados, el PRI en Tamaulipas está obligado a cambiar y construir un partido que esté cerca de la sociedad, y que es por ello que tiene programada una gira de trabajo durante los próximos días en diversas entidades del país, incluido este estado.
El 5 de junio el PRI perdió la gubernatura de Tamaulipas luego de más de 80 años de ejercerla. También fue derrotado en 17 de los 22 distritos electorales, perdiendo así la mayoría en el Congreso.
Además, fue derrotado en ayuntamientos que eran sus bastiones, como Reynosa, Nuevo Laredo, Madero, Altamira, San Fernando Mante y Soto La Marina.
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