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sábado, 24 de septiembre de 2016

EL "DERECHO a DELATAR",MILLONES de MENSAJES del FBI para ENCONTRAR RESPONSABLES de BOMBAZOS en N.Y...de la tecnología al asombro y las dudas.


Jennifer despertó el 19 de septiembre con una extraña alarma que sonó a las 7:54 de la mañana. En la pantalla de su celular apareció un signo de alerta y un mensaje en el que le pedían marcar al 911 en caso de ver a un hombre llamado Ahmad Kahn Rahami. “Ver foto en medios”, decía la frase.
Apenas dos días antes, el sábado 17, había explotado una bomba en el barrio de Chelsea, Manhattan, en pleno centro de Nueva York. Las 29 personas que resultaron heridas fueron dadas de alta 24 horas después. Tal vez por eso le cayó de sorpresa recibir ese mensaje el lunes por la mañana en su departamento de Nueva Jersey.
“No entendí inmediatamente qué era lo que yo tenía que ver ahí. Sí supe que era un mensaje masivo, como en el caso de las alertas Amber, pero nunca había recibido una así”, cuenta Jennifer Rodríguez, una joven dominicana que cursa el doctorado de Español y Portugués de la Universidad de Princeton.
Ella ya había recibido antes otras alertas de emergencia en su smartphone; una vez en Nueva Orleans y otra en Nueva Jersey, ambas relacionadas con fenómenos naturales. Pero en esta ocasión el mensaje no implicaba una sugerencia para salvaguardar su seguridad personal, sino una orden venida directamente del Buró Federal de Investigación (FBI).
“Era confuso y al mismo tiempo esta confusión era lo que aclaraba por qué me llegaba esta alerta: no había nada nuevo en el mensaje, pero era un llamado privado e imperativo a la acción, a participar de esa captura, con la intención de que todo mundo supiera a quién se perseguía como responsable, por si no habías estado pendiente de las noticias”.
Fue hasta después de que se había enviado el mensaje masivo del FBI que la policía local explicó que se trata de un sistema de alertas de emergencia diseñado para teléfonos móviles, cuyo fin es avisar a la población de un área en particular cuando hay fenómenos naturales peligrosos o alertas Amber. Según un reporte del New York Post, este programa está a cargo de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias desde 2012.
No obstante, la característica del mensaje del FBI fue que no necesariamente avisaba de un peligro —para entonces ya había explotado una tercera bomba, esta vez en una estación del tren en Nueva Jersey—, sino para pedir directamente a los ciudadanos su participación en la captura de un presunto responsable.
“Era un contacto cercanísimo con el ‘If you see something, say something’ que nos interpela en los espacios públicos. Excepto que el mensaje decía ‘If seen’, es decir, ‘si has visto/si viste’ y que plantea la pregunta sobre el lugar de este individuo en el presente, dónde podría estar y por qué no sugerir que podré verlo en el futuro y no que ya lo vi”, reflexiona la joven de 31 años en entrevista con emeequis.
Finalmente, Rahami fue reconocido por el dueño de un bar de Nueva Jersey, quien lo encontró dormido en la puerta de su establecimiento. “Sólo soy un ciudadano normal haciendo lo que cada uno debe hacer. Los policías son los verdaderos héroes, los aplicadores de la ley son los verdaderos héroes”, declaró el empresario.
Este ejemplo del típico civismo estadunidense no impidió que muchas personas expresaran sorpresa e incluso terror por haber recibido el lunes, exactamente a la misma hora, la alerta del FBI en sus teléfonos móviles personales.
El medio digital Fusion recolectó decenas de comentarios en Twitter en los que la gente expresó su asombro ante el hecho. Incluso hubo quien describió la experiencia como una escena de ciencia ficción, ya que todas las personas que viajaban en el tren junto con él recibieron la alarma al mismo tiempo.
Horas después fueron aclaradas las dudas: diversas autoridades confirmaron que el buró usó por primera vez el sistema de alertas para enviar un mensaje cooperativo, o como dice Jennifer: fue “como activar millones de ojos y con esta sutil acusación aterrorizar para forzar la cooperación con el FBI”.
En otros países, el envío masivo de este mensaje tal vez hubiera estado acompañado de una serie de cuestionamientos sobre el derecho a la privacidad, la intromisión en la vida personal y la seguridad. Pero en Estados Unidos, donde hay un antes y después del 11 de septiembre, este tipo de preguntas ya no surge tan fácilmente.
“Esto era un típico caso de chivateo, como le llamamos en República Dominicana al acto de ratear—delatar—, que traía la fuerza de que las autoridades te lo estaban diciendo a ti, Jennifer, en tu propio teléfono y con un carácter de urgencia. Ya no hay opción de no ver el anuncio”.
El uso de dispositivos de comunicación personales como si fueran aparatos de vigilancia ha provocado muchas dudas. Una de ellas, por ejemplo, a propósito de los asesinatos de afroamericanos a manos de policías, cuyo último episodio sucedió en Charlote, Carolina del Norte, en donde ni los testigos ni las autoridades han podido ponerse de acuerdo en la forma en que fue asesinado Keith Scott.
“Ahí están los casos recientes de Alton Sterling y Philando Castille, tanto Chris LeDay como la comprometida de Castille, Lavish Reynolds, quienes grabaron e hicieron los videos públicos, fueron víctimas de persecución policial por haber documentado los hechos y producido evidencia contra los policías”, recuerda Jennifer Rodríguez.
“Entonces, ¿quiénes tienen derecho al uso de estas tecnologías para reclamar una movilización civil?”.
Fuente.-

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