Fue una operación táctica del crimen organizado que buscó
impedir el desplazamiento de unidades del ejército, marina y policía federal
por calles y avenidas de Reynosa. Al mismo tiempo, circularon versiones de
ataques y sabotajes que resultaron falsos. Todo debido a la captura de un
operador del cartel del Golfo y presunto desertor del ejército apodado “el
Gafe”, de quien las autoridades reconocieron cuenta con “experiencia en
formación de grupos operativos”. Los sucesos que paralizaron esta ciudad fronteriza
el tercer fin de semana de abril, mostraron el nivel de adiestramiento y
conocimiento táctico con que opera la delincuencia en esta zona del país.
México,D.F 22/Abr/2015.-El viernes 17 de abril la ciudad de Reynosa vivió una
operación del crimen organizado donde las tácticas de hostigamiento y una
frustrada operación de rescate, exhibieron la capacidad de maniobra y
adiestramiento con que se manejan los testaferros de la facción del cartel de
Golfo que controla esta ciudad. Poco después del medio día, tropas de la octava
zona militar al mando del general de brigada Dagoberto Espinosa Rodríguez,
oficial de infantería graduado en un curso de comando y estado mayor general en
Fort Benning, Georgia, tomaron por asalto una guarida de pistoleros en el sector
Valle Alto, donde fue detenido José Tiburcio Hernández Fuentes, jefe de la
organización criminal en esta ciudad fronteriza.
El reporte de su captura detonó una operación táctica de
sus aliados, la cual el gobierno federal informó que fue realizada por al menos
15 vehículos y 60 pistoleros. Comenzaron por bloquear con camiones de
pasajeros, autos y camionetas incendiadas, vialidades como la del parque
Industrial del Norte, ubicado rumbo a la salida a Monterrey, siguieron con la
vía donde se localiza el Hospital Materno Infantil y el boulevard Mil Cumbres,
puntos dentro de un perímetro no mayor a cinco kilómetros. A los bloqueos le
siguieron enfrentamientos con fuerzas federales en la colonia Vista Hermosa, al
poniente, y en la salida a Río Bravo, al otro extremo de la ciudad.
Los bloqueos de las principales avenidas tenían el
objetivo de evitar el desplazamiento de unidades del ejército, marina y policía
federal para atender los llamados de alerta. Alrededor de las cinco de la tarde
Reynosa estaba paralizada por bloqueos en el sur, oriente y poniente de la
ciudad, se reportaron columnas de camionetas con civiles armados que
atemorizaban a la población y dejaban a su paso un reguero de pequeñas
estructuras de acero con cuchillas conocidas como “ponchallantas”, como ocurrió
en la salida a Monterrey.
La alerta obligó a las autoridades a activar el semáforo
en rojo, el cual es para “contingencias con alta situación de riesgo confirmado
en un sector o en distintos puntos de la ciudad”, en este caso fue para todo
Reynosa. Las autoridades estadounidenses cerraron el paso fronterizo en los
puentes Pharr y Anzaldúa, que conecta territorio mexicano con Texas.
Al mismo tiempo comenzaron a circular rumores que
referían el derribo de un helicóptero de la marina y ataques a instalaciones de
Pemex. La versión, que fue vista por fuentes militares como una operación de
propaganda difundida por el crimen organizado, nunca fue confirmada ni hubo
evidencia física de lo dicho.
Poco antes de las seis de la tarde se informó que el detenido
era un individuo identificado en un primer momento como José Hugo Rodriguez Sanchez, apodado “el Gafe”, una palabra que es un acrónimo de "Grupo Aeromóvil
de Fuerzas Especiales", unidad de élite del ejército mexicano.El Comisionado
Nacional de Seguridad Pública informaría horas después que se trataba de José
Tiburcio Hernández Fuentes, un individuo de quien se dijo usaba al menos ocho
nombres falsos para buscar confundir a las autoridades. En conferencia de
prensa el sábado 18 de abril, Monte Alejandro Rubido añadió que el detenido
contaba con “mayor experiencia en la formación de grupos operativos”, lo que
utilizó para desplazar a sus rivales y encumbrarse como jefe operativo de la
facción del cartel del Golfo que encabezaba en Reynosa Mario Armando Ramírez
Treviño, líder de “los Metros” hoy preso, grupo de pistoleros que se formó como
brazo armado del ex líder del cartel también detenido Jorge Eduardo Costilla
Sánchez “el Coss”.
Un “desertor”
La operación táctica del viernes 17 de abril, fue una
demostración del conocimiento y estudio del terreno, donde el factor movilidad
junto a la sorpresa, provocaron el caos que se vivió durante varias horas,
consideraron fuentes militares consultadas por este blog.
Fue una operación táctica coordinada entre varias
unidades de pistoleros, quienes primero trazaron un perímetro con los bloqueos,
con el propósito de hostigar por medio de operaciones de ataque para intentar
neutralizar la acción de las fuerzas federales. De forma paralela hicieron
circular rumores, lo cual fue una maniobra de propaganda para confundir al
enemigo, y después lanzaron un ataque armado contra instalaciones de la PGR,
donde pensaron se encontraba detenido su líder, el individuo apodado “el Gafe”.
“Gafe” es un apodo que no es común que usen los miembros
de la delincuencia organizada, consideró otra fuente militar consultada en la
ciudad de México. Un par de fuentes más, señalaron por separado, que José
Tiburcio Hernández Fuentes, es un militar desertor de ese cuerpo especial del
ejército. Esa podría ser una primera explicación a la acción coordinada que
lanzaron sus subordinados el día de su captura.
“El Gafe” intentó con un símil de pequeñas fuerzas
adiestradas, con información y conocimiento del terreno, desplazadas a manera
de “escuadras” integradas por tres o más elementos, abortar la operación que
llevó a su captura. Al conocer estas intenciones, el ejército de inmediato lo
trasladó junto a dos de sus cómplices con los que fue detenido al aeropuerto de
Reynosa, de donde fueron llevados vía aérea a la ciudad de México para ser
presentados en la PGR.
Con “el inventario básico de inteligencia sobre un área y
situación específica”, las tropas de la octava zona militar se adelantaron y
lograron neutralizar la continuidad de las operaciones del crimen organizado.
Al caer las primeras sombras de la noche del pasado viernes 17 de abril, la
situación estaba bajo control y poco a poco volvía la normalidad a las calles
de la ciudad. Sin embargo, la amplia difusión de las imágenes, la rapidez con
la que las redes sociales permitieron apreciar casi en tiempo real el
despliegue de los grupos armados en calles y avenidas de Reynosa, mostraron que
la operación de propaganda del cartel del Golfo logró generar terror entre la
población civil. Un recurso de la guerra irregular en la que los miembros del
GAFE están adiestrados.
Monte Alejandro Rubido informó que en sus inicios con el
cartel del Golfo en el año 2006, José Tiburcio tuvo la tarea de vigilar las
actividades de fuerzas estatales y federales, su objetivo era facilitar el
traslado de los principales mandos de la organización. El funcionario no
especificó los recursos utilizados por “el Gafe”, nunca habló de infiltración,
de espionaje ni de reclutamiento de informantes, algo común con el crimen
organizado en Tamaulipas.
Por su preparación y resultados, José Tiburcio ascendió
en la estructura criminal en el año 2009 cuando Samuel Flores Borrego, alias
“el Metro 3”, ex guardaespaldas de Osiel Cárdenas Guillen, líder del cartel
extraditado a Estados Unidos, lo nombró jefe de sector a cargo de cinco grupos
operativos cuya tarea era el robo de combustibles, extorsión, secuestro y venta
de droga en Reynosa. En menos de un año “el Gafe” ya controlaba tres sectores
de la ciudad, y se colocó como uno de los principales jefes operativos de la
organización.
Cuando en septiembre del 2011 un comando asesinó a Flores
Borrego, el líder del cartel del Golfo en ese entonces Jorge Eduardo Costilla
Sánchez “el Coos”, nombró a José Tiburcio coordinador operativo de la
organización. En ese cargo estaba cuando en 2012 su jefe fue detenido, entonces
asumió el mando del cartel Mario Armando Ramírez Treviño. Este movimiento
provocó una primera fractura al interior del cartel del Golfo. Los “Metros” de
Reynosa, al mando de Ramírez Treviño con “el Gafe” como uno de sus principales
operadores, se enfrentaron a los “Ciclones” de Matamoros, lo que provocó una
“intifada” criminal de los grupos en la frontera y municipios como Río Bravo,
Valle Hermoso, donde los ataques armados y asesinados se incrementaron.
Cuando “el Gafe” fue nombrado “jefe de plaza” de Reynosa,
se caracterizó por su alto grado de violencia, dijo en la conferencia el
Comisionado Nacional de Seguridad. Uno de sus métodos que empleó para infundir
temor y respeto, incluso entre sus propios aliados, fue generar terror con
métodos sanguinarios que utilizaba contra sus adversarios.
En marzo del 2013 Ramírez Treviño fue detenido y José
Tiburcio se hizo con el control de la ciudad tras eliminar a varios de sus
aliados. Su superior jerárquico era Juan Manuel Rodríguez, uno de los líderes
del cartel del Golfo en Reynosa detenido en 2014, lo que desembocó en la
fractura de los “Metros”. Con la detención de otros de los líderes Juan
Francisco Sáenz Tamez en Texas hace unos meses, “el Gafe” se hizo con el
control absoluto de Reynosa junto a sus socios Juan “el 98” Carrizales, jefe de
la organización en Río Bravo y otro individuo apodado “Comandante Toro”, de
quien de manera extraoficial se dice ahora tiene el control de Reynosa.
De “pitazos” y “traiciones”
El jueves 16 de abril el Grupo de Coordinación
Tamaulipas, integrado por autoridades locales y federales, informó de la
captura de 21 pistoleros en las inmediaciones de la carretera Santa
Apolonia-Rio Bravo. La detención de este grupo de testaferros, vinculados a la
facción del cartel del Golfo que encabeza Juan Carrizales, alias “el 98”, se
dio por “una denuncia anónima” que alertó a las fuerzas federales.
Por redes sociales circularon versiones de que los
detenidos fueron “puestos” por informantes de la facción de los “Ciclones”,
enemigos de Juan Carrizales, aliado del hoy preso José Tiburcio. El personaje
que supuestamente estaría detrás de las delaciones sería un individuo de quien
solo se conoce por el alias de “Ciclón 7”, jefe de este grupo en la zona
fronteriza de Matamoros.
Tras la captura del “Gafe” y de los 21 individuos dos
días antes, circuló una versión en redes sociales de Tamaulipas, la cual no
pudo ser confirmada de manera independiente, donde se decía que quienes
heredarían el control de Reynosa, identificados por los alias de “comandante
Toro”, “Güero Jessi”, “98 Carrizales” y “el Negro”, serían delatados por sus
propios subordinados. “Ya no habrá piedra y pozo donde se puedan esconder, ya
les pusieron donde estaban las cámaras, antenas, tapiñaderos…”, decía el
mensaje.
El texto sonaba a advertencia cuando mencionaron la
presencia en la zona de una banda identificada como “los piojos”, quienes
estarían apoyados supuestamente por el Cartel de Jalisco Nueva Generación
(CJNG), organización sobre la cual han comenzado a circular versiones de su
incursión en territorio tamaulipeco.
Fuente.-Juan Veledíaz
@velediaz424
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