El grado de violencia del Cártel Jalisco Nueva Generación se explica con la muerte de 103 funcionarios públicos en dos años, un promedio de uno cada semana.
Unos días después de que Aristóteles Sandoval tomara protesta como gobernador de Jalisco, Nemesio Oseguera Ramos, líder del Cártel Jalisco Nuevo Generación —el grupo criminal más poderoso del estado—, sostuvo una reunión urgente con sus allegados.
Les dijo que el nuevo secretario de Turismo, José de Jesús Gallegos, lavaba dinero para los Caballeros Templarios. “Si lo dejamos, va a llegar de número uno a la Federal y ahí va a corromper a las autoridades y Los Templarios van a entrar a trabajar a nuestra casa como si nada”, les advirtió.
El grupo de hombres armados que a partir de esa reunión comenzó a seguir los pasos del secretario, finalmente le dio caza el 9 de marzo de 2013 en una avenida de Guadalajara. El secretario iba sin escoltas, acompañado solo por su chofer.
En los dos años transcurridos desde entonces, 103 funcionarios fueron asesinados en Jalisco. Un reporte de la Fiscalía General del Estado indica que esas muertes explican el grado de violencia de un cártel que atenta sistemáticamente “contra funcionarios públicos que impiden sus actividades delictivas”.
Según el documento, el 23 de marzo de 2015, en represalia porque uno de sus jefes de plaza, Heriberto Acevedo Cárdenas, alias El Gringo o El Güero, fue abatido en Zacoalco de Torres, el grupo criminal atentó contra la vida del comisionado Alejandro Solorio (quien resultó ileso), emboscó un convoy en la carretera Las Palmas-Mascota (15 elementos de la Fuerza Única calcinados) y asesinó a tiros al director de la policía de Zacoalco.
Según las cuentas del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, durante la gestión del priísta Aristóteles Sandoval, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha asesinado un funcionario cada semana.
Hace dos días, Antonio Molina de la Puente, un abogado que supuestamente estaba a punto de ser designado por el gobernador como fiscal general del estado fue acribillado en la carretera Guadalajara-Colotlán. El gobierno de Jalisco aseguró a este columnista que dicho personaje “nada tenía que ver con el gobierno” y que el actual fiscal —Luis Carlos Nájera— está firme en su puesto. En una reunión celebrada días antes del homicidio, el gobernador admitió ante un grupo de periodistas, sin embargo, que el CJNG era el reto mayor de su gestión. “Le van subiendo al nivel de violencia a medida que no doblamos las manos”, dijo.
A principios de abril, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a Nemesio Oseguera en su lista de objetivos. “Pero no nos hemos ido y no nos iremos”, sostiene un miembro del grupo criminal en un video que circula en la red. Según reportes de inteligencia, “para aterrorizar o evadir la acción de la justicia [el CJNG] se vale de bloqueos de vías de comunicación tanto en la Zona Metropolitana como en el interior del estado, multihomicidios que impactan a la sociedad, amedrentando a esta última mediante mantas o videos en redes sociales alusivas a su actividad delictiva”.
El historial delictivo de la organización incluye el tráfico de armas y metanfetaminas, el secuestro, la extorsión y —una de sus actividades más rentables— el robo de combustible.
Durante la administración del panista Emilio González, el CJNG infiltró en su totalidad los cuerpos de seguridad del estado y logró apoderarse de regiones enteras. Los trabajos de inteligencia revelan que, protegido por tres círculos de seguridad que lo acompañan a todas partes, el líder criminal suele moverse en los municipios de El Grullo, Autlán y San Gabriel. En muchos otros —Tecomán, Armería, El Limón y Ciudad Guzmán— no se mueve una hoja sin la autorización de los jefes de plaza del cártel.
En cinco años, la organización liderada por Nemesio Oseguera Ramos extendió sus actividades a otros estados del país: Colima, Veracruz, Quintana Roo, Tabasco, Nayarit y Guanajuato. De acuerdo con los reportes, el cártel está actualmente “enfrascado” en un enfrentamiento con lo que queda de Los Caballeros Templarios por el dominio de Michoacán. Hay reportes que indican que su presencia ha sido registrada en el Estado de México y el Distrito Federal. La DEA lo considera el grupo que más rápidamente se ha extendido; asegura que adquirirá un poder semejante al que el cártel de Sinaloa tuvo en la época de El Chapo Guzmán.
El comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, anunció hace dos días que el CJNG ha captado la “atención particular” del gobierno federal. Ya era hora.
Veremos cuánto toma la cuenta regresiva.
Fuente.-@hdemauleon
demauleon@hotmail.com
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