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domingo, 20 de abril de 2025

“TRES HIPOTESIS MATONAS”: “TRAS DETENCION de ALCALDE ESCORPION de MATAMOROS la PRENSA ESPECULA DESTINO de MARIO DELGADO, ACERCAMIENTO PELIGROSO a AMERICO y la POSIBILIDAD que CARMONA HAYA SIDO EJECUTADO por el GOBIERNO”…solo bajo un “puerco estado” esto podria ocurrir.




Ya le costó que no fuera designado secretario de Gobernación y ahora podría costarle la titularidad en la secretaría de Educación Pública, cargo que le dio la 4T más como premio de consolación.

Y es que la versión de que Mario Delgado, siendo dirigente nacional de Morena, gestionó apoyo financiero del asesinado “Rey del Huachicol”, Sergio Carmona Angulo para las campañas guindas a los gobiernos de Michoacán, Nayarit, Nuevo León y Sinaloa en 2021, y al de Tamaulipas en 2022, resurgieron con fuerza el pasado jueves 17 de abril cuando el morenista presidente municipal de Matamoros, Alberto Granados, fue detenido en Brownsville, Texas.

Agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza lo detuvieron pasadas las siete de la noche cuando pretendía ingresar a Estados Unidos y oficiales del FBI, Seguridad Interior y la DEA lo sometieron a un largo e intenso interrogatorio relacionado con un expediente por narcotráfico que se asegura menciona a varios políticos mexicanos, le cancelaron la visa y lo dejaron ir ya en horas de la madrugada del viernes 18 de abril.

Granados dijo que lo interrogaron como lo hacen con cualquiera (¿?) y negó que su visa le haya sido retirada y cancelada. Pero mientras el alcalde del principal municipio de Tamaulipas se ocupa de demostrar la veracidad de sus aseveraciones, suenan todas las alarmas en el gobierno de la entidad, pues con esa detención se acercan muy peligrosamente a su titular Américo Villarreal.

Sergio Carmona Angulo era un abogado de Pemexdedicado a gestionar pensiones que empezó su fortuna como empresario con el contrabando de huachicol por la aduana de Reynosa, en colaboración con los cárteles del Golfo y del Noreste y por medio de sus contactos en ese y otros recintos fiscales tamaulipecos, resultado de su buena relación con el exgobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, con quien rompió tras desavenencias por el impago de contratos.

Fue así que Carmona se acercó a Morena y apoyó financieramente a Mario Delgado en su campaña por la presidencia nacional de ese partido, según se asegura.

El vínculo dio lugar a que Carmona se convirtiera en una especie de mecenas en las campañas morenistas de estados como Michoacán, Nuevo León, Sinaloa y, por supuesto, Tamaulipas, donde estableció una relación de colaboración con Américo Villarreal, reconocida incluso por el mismo gobernador de la entidad.

Foco de jaloneos políticos y de violentas disputas por su ilegal negocio, versiones periodísticas aseguran que “El Rey del Huachicol” llegó a un punto en el que negociaba entregarse como testigo protegido a las autoridades estadounidenses, pero el 22 de noviembre de 2021 fue asesinado mientras le arreglaban el cabello en una barbería del municipio neolonés de San Pedro Garza García.

Nada concluyente se conoce aún del homicidio, sólo tres hipótesis: que lo mató el gobierno por lo mucho que sabía de políticos y empresarios involucrados en el narco, que lo mató el crimen organizado del que formaba parte o que lo mató uno de sus socios para quedarse con el negocio.

Fue esta trama de relaciones peligrosas la que impidió que a Mario Delgado se le nombrara secretario de Gobernación, cargo que por los resultados electorales que entregó, le correspondía de acuerdo con la lógica política.

A ver si ahora no lo sacan del despacho que alguna vez fue del maestro José Vasconcelos.

Con informacion: RAUL RODRIGUEZ/ELUNIVERSAL+/







LA "PREGUNTA MAS SOCORRIDA ?": "AMLO PAGARA con CARCEL en MEXICO ?...en EE.UU o sera ACUSADO en la CORTE INTERNACIONAL por NARCO o HUACHICULERO"...no seria el ultimo, ni tampoco el primero.


El ex presidente de Perú, Ollanta Humala, fue sentenciado a 15 años de prisión acusado de recibir sobornos millonarios para su campaña presidencial de la constructora brasileña Odebrecht.

Sí, es la misma constructora que hoy bajo el nombre de Novonor, sobornó a decenas de funcionarios mexicanos en los días del prianismo. Desde Vicente Fox, pasando por Felipe Calderón y rematando con Enrique Peña Nieto.

En el caso de los panistas, funcionarios de Fox y Calderón habrían recibido 9.5 millones de dólares entre 2006 y 2011. Se sospecha que los primeros pagos apoyaron la cuestionada victoria presidencial de Calderón.

Un sexenio después, en 2012, se repitió la receta, pero a mayor escala en la campaña presidencial del priista Enrique Peña Nieto. El enlace mexicano de Odebrecht era el que más tarde fue director de Pemex, Emilio Lozoya. Él recibió 10.5 millones de dólares que terminaron en sus cuentas particulares y las de su familia, comprando residencias. Pero nada pasó más allá de llevar un proceso judicial muy ruidoso pero inútil. Todos están libres, sin pisar la cárcel, más allá de un chivo expiatorio, el ex senador José Luis Lavalle.

En Perú no sólo el ex presidente Ollanta Humala fue sentenciado. La condena judicial también alcanzó a su esposa Nadine Heredia, pero ella solicitó asilo político junto con su hijo menor en la embajada de Brasil. Ollanta Humala es el tercer presidente que estará en la prisión de Barbadillo, donde actualmente también purgan condenas los ex mandatarios peruanos Alejandro Toledo y Pedro Castillo. En la cárcel también murió otro ex presidente Alberto Fujimori, y un quinto -Alan García- prefirió suicidarse antes de ser capturado, acusado también de corrupción. Cinco ex presidentes procesados. ¿Y en México nada? Impunidad total.

Más allá del escandaloso caso Odebrecht, y de que dos de sus imputados mexicanos -Calderón y Peña Nieto- despachan desde hace años en Madrid, el cuestionamiento va también para el primer gobierno de la Cuarta Transformación, sin duda, el sexenio más corrupto en la historia del México moderno.

La pregunta más socorrida hoy en el debate nacional es si ¿Andrés Manuel López Obrador acabará saldando sus culpas y siendo juzgado en México, en Estados Unidos o en la Corte Penal Internacional? La mayoría lo ve poco probable, pero lo cierto es que no es imposible.

En México, el ex presidente tendría que responder el por qué de sus alianzas inconfesables con el crimen organizado, sobre todo, con el Cártel de Sinaloa. Les entregó el país a cambio de apoyos para sus tres campañas presidenciales. Un Odebrecht de capos. Todo, a cambio de darles “abrazos, no balazos”, y de esconder desde el narcoestado cuatroteísta la fabricación de fentanilo. Más de 200 mil homicidios dolosos -récord histórico en México- dan trágico testimonio de la gran colusión. Pero aquí no pasó nada.

López Obrador tendría que acudir a la barandilla para responder por qué alentó y permitió el enorme negocio del huachicol fiscal, el contrabando de combustibles, que en su sexenio les dejó a los suyos -familia incluida- y partido Morena en la nómina, la nada despreciable cantidad de 600 mil millones de pesos. En la operación huachicolera ya se admitió que entró en juego el Cártel Jalisco Nueva Generación. Luego, entonces, el dinero ilegal procedente del contrabando de gasolinas fue operado -entre otros- por un “grupo terrorista” y, en consecuencia, todos aquellos que se beneficiaron -partido en el poder incluido- tendrían que ser procesados igual que los capos de los cárteles. Pero aquí no pasó nada.

El Mesías de Macuspana tendría que pasar a rendir cuentas de sus opacos contratos con el Ejército Mexicano, al que le llenó los bolsillos de miles de millones de pesos, a cambio de su complicidad y de compartir los negocios en la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y el Ferrocarril Transítsmico a los vástagos de la casa presidencial -José Ramón, Andy y Gonzalo incluidos-. El tráfico de balasto fue uno de los mayores negocios personales de los hijos y de los amigos de los hijos del ex presidente. Pero aquí no pasó nada.

López Obrador tendría que responder por delitos contra la salud, no sólo por el criminal manejo de la pandemia que operó su protegido Hugo López-Gatell, con cientos de miles de muertes por negligencia, sino por el desmantelamiento del sistema nacional de salud -hoy más lejos que nunca del de Dinamarca- y la escasez de medicamentos que acaba de colapsar con la corrupción detectada por la presidenta Claudia Sheinbaum, en Birmex, y que obligó a cancelar las licitaciones de esas medicinas. Pero aquí no pasó nada.

El ciego de Palacio Nacional, el que nunca vio que en México se fabricaba fentanilo, el que ignoró el escandaloso contrabando de huachicol, tendría que estar sentado ya en la Corte Penal Internacional -igual que el ya detenido ex presidente filipino, Rodrigo Duterte– por delitos de lesa humanidad. Ignoró los centros de desapariciones de ciudadanos civiles en fincas clandestinas, como el Rancho Izaguirre, donde la colusión e impunidad y negligencia permitieron que se ocultaran las evidencias encontradas desde septiembre de 2024, todavía en el sexenio lopezobradorista. Pero aquí no pasó nada.

¿Alguien desde la indignación o desde lo que queda de la Oposición ya plantó cara para denunciar estos delitos frente a las cortes internacionales? ¿O será que la apatía de los mexicanos y la complicidad de los mal llamados opositores -que con su tibieza más parecen comparsa- no les da para fincar una simple denuncia internacional, frente a tantas y tan contundentes evidencias?

Lo dicho, hoy en Perú, cinco ex presidentes fueron sentenciados a prisión. Tres están tras las rejas, uno falleció preso y el quinto -por vergüenza- decidió quitarse la vida antes que pisar una celda.

Aquí, en México, los ex presidentes del PRI, del PAN y de Morena, aquellos que alguna vez fueron acusados de corrupción, viven en su exilio dorado dando conferencias o estrenando novias en Madrid, escondidos en Cuba o dejando correr los días en ese recóndito y misterioso lugar conocido como La Chingada. Calladitos, todos, se ven más bonitos. Aquí no pasará nada.

Con informacion: CODIGO MAGENTA/

“YA los DESAPARECIERON con…una LLAMADA ?”: “NO APARECE ELLA,NI su ESPOSO y es PRIMA de OTRA DESAPARECIDA que NUNCA APARECIO”…salieron dejando los niños dormidos.


Un matrimonio de General Bravo ,del estado en mal estado de Nuevo Leon, desapareció luego de que recibieron una llamada y salieron de su casa en su camioneta, y hasta anoche no eran localizados.

Familiares temen por la integridad de Jesús Antonio Muñoz Mascorro, de 38 años, y Sandra Vallejo Ramos, de 39, quienes fueron vistos por última vez el martes.

La mujer es prima de otra habitante del mismo municipio, que también desapareció desde octubre y no ha sido encontrada.

La Fiscalía General de Justicia del estado ha emitido reportes oficiales de búsqueda para Jesús Antonio Muñoz Mascorro, de 38 años, y su esposa Sandra Vallejo Ramos, de 39 años, quienes fueron vistos por última vez en la colonia Obrera a bordo de una camioneta Nissan Frontier color gris. 

El caso ha generado particular preocupación porque se suma a otros reportes de desapariciones en la misma zona, incluyendo la de la prima de Sandra, Paola González Ramos, ocurrida en octubre del año pasado. Las autoridades investigan si existe algún vínculo entre estos casos mientras continúan los esfuerzos de búsqueda con la colaboración de familiares y ciudadanos.

Detalles de la Desaparición

La desaparición del matrimonio se registró durante la madrugada del martes 15 de abril de 2025 en la colonia Obrera del municipio de General Bravo, Nuevo León. Según testimonios recabados por investigadores, la pareja salió de su domicilio aproximadamente a las 5:00 horas después de recibir una llamada telefónica, dejando a sus hijos dormidos, y desde ese momento se perdió todo contacto con ellos.

Jesús Antonio Muñoz Mascorro y Sandra Vallejo Ramos se trasladaban en una camioneta Nissan Frontier color gris, de acuerdo con los reportes oficiales emitidos por la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León. Hasta el momento, las autoridades no han especificado si el vehículo ha sido localizado, lo que constituye un elemento clave en la investigación.

El hermano de Jesús Antonio compartió un mensaje en redes sociales solicitando ayuda para encontrar a la pareja: 

“Buenas noches amigos y familiares el es mi hermano Jesús y mi cuñada Sandra, hoy por la mañana salieron de su casa en General Bravo si alguien los vio y me pueda dar información se los agradecería ya que en casa están mis sobrinos esperando que regresen, muchas gracias”. 

Este testimonio confirma la angustiante situación de los hijos del matrimonio, quienes permanecen a la espera del regreso de sus padres.

La denuncia formal por la no localización fue presentada por familiares, lo que propició que la Fiscalía emitiera los correspondientes reportes de búsqueda para ambas personas. La autoridad ha activado los protocolos establecidos para estos casos, incluyendo la difusión de fichas con información detallada sobre los desaparecidos.

Perfil de los Desaparecidos

Sandra Vallejo Ramos

Sandra Vallejo Ramos, de 39 años, cuenta con características físicas bien definidas que podrían ayudar a su identificación. Según la ficha de búsqueda oficial, Sandra tiene el cabello castaño claro y largo, es de tez morena clara, ojos café oscuro, nariz mediana y boca grande. Su estatura es de aproximadamente 1.78 metros y posee una complexión robusta.

Un dato relevante del contexto familiar es que Sandra es prima de Paola González Ramos, de 35 años, quien también se encuentra desaparecida desde el 28 de octubre del año 2024, coincidentemente también de la colonia Obrera de General Bravo. Esta conexión familiar entre dos casos de desaparición en la misma localidad ha generado especial atención por parte de los investigadores.

Jesús Antonio Muñoz Mascorro

Por su parte, Jesús Antonio Muñoz Mascorro, de 38 años, presenta características físicas igualmente detalladas en su ficha de búsqueda. Tiene el cabello negro crespo, es de tez morena clara, sus ojos son de color café claro, y tanto su nariz como su boca son de tamaño mediano. Su estatura es de aproximadamente 1.80 metros, posee una complexión robusta y, como seña particular identificable, tiene una cicatriz en la mano izquierda.

Investigación en Curso

Un aspecto crucial de la investigación es determinar el motivo de la llamada telefónica que recibió el matrimonio antes de salir de su domicilio en la madrugada. Este elemento podría proporcionar información valiosa sobre las circunstancias de la desaparición y posibles personas involucradas.

Las autoridades también están indagando si existe algún vínculo entre la desaparición de este matrimonio y la de Paola González Ramos, prima de Sandra, quien desapareció en octubre del año pasado en la misma colonia. La coincidencia geográfica y el parentesco familiar sugieren la posibilidad de un patrón o conexión entre ambos casos.

Contexto Regional de Desapariciones

En un contexto más amplio, según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), el estado de Nuevo León registra desde 1952 hasta la fecha un total de 6,924 casos de desaparición y personas no localizadas. Esta cifra forma parte de los 127,302 casos registrados a nivel nacional en el mismo periodo, lo que refleja la magnitud del problema de las desapariciones en México.

Con informacion: ELNORTE/ RNPDNLO

“1,133 + 1,297= 2,430 ?”: LA “HERRAMIENTA ESTRATEGICA de TERROR del CDS DESAPARECE un CRISTIANO cada 4 HORAS en SINALOA”…pero SI desaparecer equivale a morir,cifra de asesinatos se acerca a 3,000.


El drama humanitario que azota a Sinaloa desde septiembre de 2024 se expresa en cifras frías que, sin embargo, esconden historias de terror y desesperación. Entre estos números destaca uno particularmente aterrador: 1,297 personas privadas de su libertad en poco más de siete meses. 

Este análisis busca diseccionar esta cifra, examinándola no solo como un dato estadístico, sino como el reflejo de un estado de barbarie que cuestiona los fundamentos mismos del Estado mexicano.

La magnitud de la crisis: Radiografía de una guerra interna

Desde el 9 de septiembre de 2024 hasta el 17 de abril de 2025, Sinaloa ha experimentado una escalada de violencia sin precedentes, producto de la disputa entre facciones del mismo cártel que las autoridades no han podido contener. 

El balance reportado por el periódico Noroeste es estremecedor: 1,133 homicidios dolosos (5.1 diarios), 1,297 personas privadas de libertad (5.9 diarios), 4,334 vehículos robados (19.6 diarios), 986 personas detenidas (4.5 diarios) y 74 personas abatidas.

Esta violencia tiene su origen en el enfrentamiento entre dos facciones del mismo cártel: “Los Chapitos” y “Los Mayitos”, liderados respectivamente por los Guzmán y los Zambada. Lo que diferencia esta crisis de otras anteriores es precisamente su carácter de guerra civil dentro de una organización criminal que históricamente había mantenido cierta cohesión, transformándose ahora en una lucha fratricida que recuerda a las guerras banderizas medievales donde diferentes linajes de la nobleza rural se enfrentaban por el control territorial.

Disección de la cifra: 1,297 desaparecidos como reflejo de la barbarie

La cifra de 1,297 personas privadas de su libertad en 220 días representa un promedio de 5.9 desapariciones diarias. Esto significa que, cada cuatro horas, una persona desaparece en Sinaloa como consecuencia directa de este conflicto. Para dimensionar la magnitud de esta tragedia, es necesario compararla con otros contextos y analizarla desde diferentes perspectivas.

Víctimas invisibles: Rostros detrás de los números

Entre las víctimas de esta violencia desatada se encuentran grupos particularmente vulnerables. Hasta el 2 de abril de 2025, 37 menores de edad habían sido asesinados en Sinaloa desde el inicio del conflicto. El desglose indica que en marzo de 2025 ocurrieron los homicidios de dos niñas, Danna Sofía de 12 años y Regina de 14 años, siendo las primeras víctimas femeninas menores de edad en este periodo.

En cuanto a los varones menores de edad asesinados, la distribución es igualmente perturbadora: uno de 2, 6, 9 y 12 años; dos de 14 años; siete de 15 años; nueve de 16 años; y trece de 17 años. Estos datos evidencian que la violencia no distingue edad ni condición, y que los menores están siendo víctimas directas de un conflicto ajeno a ellos.

Comparación con otras métricas de violencia

La cifra de 1,297 desaparecidos supera incluso la de homicidios dolosos (1,133), lo que sugiere un patrón de violencia donde la privación de libertad se ha convertido en una herramienta estratégica del terror que irremediablemente nos lleva al homicidio,bajo el entendido de que aunque no haya cadaver,si puede haber asesinato,estariamos entonces ante una cifra de 2,430 victimas de homicidio.

A diferencia de los homicidios, cuya evidencia es inmediata, las desapariciones generan un estado de incertidumbre permanente en las familias y comunidades, multiplicando el impacto psicológico y social de la violencia.

La barbarie como categoría de análisis: ¿Un retorno al México bárbaro?

La barbarie, entendida como lo opuesto al humanismo y al estado de derecho, se manifiesta en actos como el genocidio, la esclavitud y la tortura, considerados graves violaciones de los derechos humanos. En este sentido, las 1,297 desapariciones representan una expresión contemporánea de barbarie en un contexto supuestamente democrático.

El paralelismo con el “México bárbaro”

John Kenneth Turner utilizó el término “México bárbaro” en 1908 para describir las condiciones de vida de los peones en Valle Nacional y Yucatán. Hoy, más de un siglo después, podríamos volver a utilizar ese título para referirnos a la actividad de los señores del narcotráfico. La inmensa mayoría de los mexicanos aceptamos observar las reglas de la convivencia civilizada, pero hay grupos que las rechazan y han llevado a México a una condición inesperada.

Lo que hace particularmente inquietante la situación actual es la similitud con aquella época: la impunidad con que operan los grupos criminales, la incapacidad del Estado para garantizar la seguridad de los ciudadanos, y la normalización de la violencia como parte del paisaje cotidiano.

Barbarie versus democracia: Una contradicción fundamental

“Barbarie y democracia son procesos antagónicos y su convivencia causa desequilibrio en la segunda. Un régimen democrático no debería tolerar acciones de barbarie, especialmente por parte de agentes estatales”. Esta afirmación pone en evidencia la contradicción fundamental que opera en Sinaloa: la persistencia de prácticas bárbaras en un contexto formalmente democrático.

La privación de libertad de 1,297 personas no solo representa una violación masiva de derechos humanos, sino que cuestiona la legitimidad misma del Estado para garantizar el más básico de los derechos: la vida y la libertad. En este sentido, la cifra es sintomática de un fracaso institucional que trasciende lo meramente estadístico.

El papel del Estado: Entre la ineficacia y la complicidad

La respuesta estatal ante esta crisis ha oscilado entre la ineficacia operativa y algo mas que la sospecha de complicidad. El despliegue ya de miles de militares en Sinaloa, incluyendo más de 300 soldados de fuerzas especiales, no ha logrado contener una violencia que se expande y diversifica.

La militarización como estrategia fallida

La estrategia de militarización del conflicto, similar a la implementada en estados como Guerrero durante administraciones anteriores, ha mostrado sus límites. Como señala un análisis sobre la guerra irregular en Guerrero: “La lógica de la guerra provocó más violencia y la estrategia de descabezar los cárteles la multiplicó. La fragmentación de éstos, por la captura o abatimiento de sus líderes, potenció el conflicto de los grupos entre sí y la extorsión a la población civil”.

La ausencia del Estado de derecho

El abismo entre las declaraciones institucionales y la realidad cotidiana evidencia la fragilidad del estado de derecho en Sinaloa. 

Como señala un análisis sobre desaparición forzada: “El ejercicio de la soberanía pasa por que el Estado ejerza el monopolio de la fuerza, haga valer la ley y brinde seguridad física básica a sus habitantes, y eso no sucede en nuestro país: vastas zonas son controladas por grupos criminales que a diario extorsionan, asesinan y desaparecen a indefensos”.

Más allá de la cifra: Las implicaciones sociales y políticas de 1,297 desaparecidos

La cifra de 1,297 personas privadas de libertad representa mucho más que un dato estadístico. Es el reflejo de una crisis humanitaria, política y social que cuestiona los fundamentos mismos del pacto social en México.

La crisis humanitaria invisible

Cada persona desaparecida representa una familia devastada, una comunidad atemorizada y un tejido social roto. Los 1,297 desaparecidos en Sinaloa no son solo números, son historias interrumpidas, proyectos de vida truncados y esperanzas destruidas. La magnitud de esta crisis humanitaria apenas comienza a dimensionarse.

Como en otros contextos de violencia masiva, las familias de los desaparecidos enfrentan no solo el dolor de la ausencia, sino también la indiferencia institucional y la estigmatización social. 

La normalización de la barbarie

Quizás el efecto más pernicioso de esta crisis es la normalización de la barbarie como parte de la vida cotidiana. Los sinaloenses han aprendido a vivir con niveles de violencia que en cualquier sociedad democrática serían considerados inaceptables. Esta normalización opera como un mecanismo de supervivencia psicológica, pero tiene consecuencias devastadoras para la construcción de una ciudadanía crítica y participativa.

La frecuencia con que los medios reportan desapariciones, asesinatos y enfrentamientos armados ha generado una desensibilización colectiva que dificulta la indignación moral necesaria para exigir cambios. Como señala un análisis sobre el mercadeo de la barbarie: “Un mercadeo del ‘horror’ y ‘la barbarie’ que sigue una estrategia sensacionalista y de escándalo espectaculariza el suceso atrayendo la atención”, contribuyendo paradójicamente a su normalización.

Conclusión: La cifra como espejo de un Estado fallido

Las 1,297 personas privadas de libertad entre septiembre de 2024 y abril de 2025 en Sinaloa constituyen más que un dato alarmante: son el reflejo de un Estado incapaz de garantizar los derechos fundamentales de sus ciudadanos. Esta cifra desnuda las contradicciones de un sistema político que se proclama democrático pero tolera niveles de violencia propios de un estado de guerra.

La presencia militar, las estrategias de seguridad y los discursos oficiales han demostrado su insuficiencia frente a una crisis que hunde sus raíces en problemas estructurales: la impunidad, la corrupción, la desigualdad y la debilidad institucional. En este contexto, las 1,297 desapariciones representan no solo una tragedia humanitaria, sino un fracaso civilizatorio que cuestiona nuestra condición misma como sociedad.

Frente a esta realidad, es necesario repensar no solo las estrategias de seguridad, sino el modelo mismo de Estado y los valores que lo sustentan. La lucha contra la barbarie requiere más que fuerza militar: demanda instituciones sólidas, participación ciudadana y un compromiso inquebrantable con los derechos humanos. Solo así podremos evitar que los 1,297 desaparecidos se conviertan en una cifra más de nuestra historia de violencia normalizada, y comenzar a construir un futuro donde tales barbaridades sean verdaderamente inadmisibles.

Con informacion: NOROESTE/ MEDIOS/ REDES/

POR “ANDAR DISPARANDO a lo TARUGO”: LA “C.N.D.H DETERMINÓ la CALIDAD de ASESINOS de MIEMBROS del EJERCITO que MATARON MEDIA DOCENA e HIRIERON 19 MAS en OPERATIVO en CHIAPAS”…camioneta se parecia a las que usan criminales y en bola les echaron bala.


La CNDH determinó que elementos del ejercito Mexicano (Defensa),incurrieron en una serie de delitos grave provocados por el uso excesivo de la fuerza al disparar y asesinar a seis migrantes y herir a otras 19 personas en Chiapas, el 1 de octubre de 2024,ya bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum.

Los militares que accionaron las armas, determinó, violaron gravemente los derechos humanos de los 25 migrantes que resultaron afectados durante el operativo.

“Se generaron indicios que convierte a dos de los elementos en directamente responsables frente a la obligación máxima que tenían, como servidores públicos, de proteger la vida y la integridad de las personas”.

“Se estableció que el uso de la fuerza aplicada no fue gradual, proporcional ni adecuado y que las personas fallecidas fueron víctimas de un uso excesivo e innecesario de la fuerza en el que se utilizaron, de manera ilegítima, armas de fuego”, sostuvo.

La Comisión emitió la recomendación 175VG/2025 dirigida al titular de la Defensa Nacional, General Ricardo Trevilla Trejo, para que la dependencia a su cargo proceda a la inmediata reparación integral del daño a las víctimas directas e indirectas.

El 1 de octubre, señaló la CNDH, elementos militares que realizaban labores de vigilancia sobre la carretera Villa Comaltitlán-Huixtla, Chiapas, abrieron fuego contra una camioneta tipo pick-up que hizo caso omiso de detener su marcha.

El vehículo, indicó entonces la Sedena, tenía características similares a “los que usan los grupos delincuenciales en esa región”.

Tras darse a conocer que las víctimas eran migrantes de distintas nacionalidades, la Secretaría informó que quienes accionaron sus armas fueron separados de sus funciones, además de que el caso se hizo del conocimiento de la Fiscalía General de la República. La agresión también fue investigada por la Fiscalía General de Justicia Militar,pero sin llegar a ningun castigo penal, como se acostumbra.

Delitos graves inferidos por la CNDH en la Recomendación 175VG/2025

Si bien la CNDH señala que no pudo determinar intencionalidad directa de causar la muerte, sí identifica indicios claros de responsabilidad directa de dos militares por incumplir la obligación de proteger la vida e integridad de las personas.

A partir de los hechos y la calificación de la CNDH, se infieren y presumen los siguientes delitos graves, con sus respectivas sanciones penales conforme al Código Penal Federal y legislación aplicable en México:


1. Homicidio Calificado

  • Descripción: Privar de la vida a otra persona, con agravantes como abuso de autoridad, uso de armas de fuego y en el ejercicio de funciones públicas.
  • Sanción: De 20 a 50 años de prisión (artículos 302, 315 y 320 del Código Penal Federal). Si la víctima es menor de edad, la penalidad puede aumentar.
  • Fundamento: Seis migrantes, incluyendo un menor, fueron asesinados por disparos de militares en un contexto donde no existía justificación para el uso letal de la fuerza.

2. Lesiones Calificadas

  • Descripción: Causar daño físico a otra persona, con agravantes por el uso de armas de fuego y abuso de autoridad.
  • Sanción: De 2 a 15 años de prisión, dependiendo de la gravedad de las lesiones y si ponen en peligro la vida o dejan secuelas permanentes (artículos 288, 289 y 291 del Código Penal Federal).
  • Fundamento: 19 personas resultaron heridas, nueve de ellas de gravedad, por el uso ilegítimo de armas de fuego.

3. Abuso de Autoridad y Uso Ilegítimo de la Fuerza

  • Descripción: Cuando un servidor público, en el ejercicio de sus funciones, realiza actos contrarios a la ley que lesionan derechos humanos.
  • Sanción: De 2 a 8 años de prisión, inhabilitación y destitución del cargo (artículo 215 del Código Penal Federal).
  • Fundamento: La CNDH acreditó que los militares no aplicaron protocolos de menor letalidad, ni intentaron maniobras menos letales, actuando fuera de la legalidad y proporcionalidad exigidas.

4. Violaciones Graves a los Derechos Humanos (Derecho a la Vida e Integridad Personal)

  • Descripción: Conductas de servidores públicos que resultan en privación arbitraria de la vida, tratos crueles, inhumanos o degradantes.
  • Sanción: Estas violaciones pueden derivar en responsabilidad penal, administrativa y civil, y ser perseguidas de oficio por la Fiscalía General de la República, con penas que pueden ir de 20 a 50 años de prisión en los casos más graves (artículos 19 y 29 de la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes).
  • Fundamento: La privación arbitraria de la vida y las lesiones graves a migrantes constituyen violaciones graves a derechos humanos, con consecuencias penales y administrativas.

5. Responsabilidad Penal Militar

  • Descripción: Los miembros de las Fuerzas Armadas pueden ser juzgados por la jurisdicción civil cuando cometen delitos contra civiles, especialmente homicidio, lesiones y abuso de autoridad.
  • Sanción: Las penas corresponden a las del Código Penal Federal, además de las sanciones militares, como baja definitiva y pérdida de derechos.

Tabla resumen de delitos y sanciones

DelitoSanción Penal (aprox.)Fundamento Legal y Contexto
Homicidio calificado20 a 50 años de prisiónCódigo Penal Federal, arts. 302, 315, 320; muerte de 6 migrantes, incluido menor
Lesiones calificadas2 a 15 años de prisiónCódigo Penal Federal, arts. 288-291; 19 migrantes heridos
Abuso de autoridad / uso ilegítimo de fuerza2 a 8 años de prisión, inhabilitaciónCódigo Penal Federal, art. 215; uso excesivo de la fuerza, sin protocolos
Violaciones graves a derechos humanos20 a 50 años de prisión (según caso)Ley General para Prevenir la Tortura; privación arbitraria de vida e integridad
Responsabilidad penal militarPenas civiles y militaresCódigo de Justicia Militar y Penal Federal; delitos contra civiles

Conclusión

La CNDH presume la comisión de delitos graves como homicidio calificado, lesiones calificadas, abuso de autoridad y violaciones graves a derechos humanos, todos con sanciones penales severas bajo la legislación mexicana. Los hechos también implican la obligación de reparación integral del daño y la responsabilidad de las autoridades militares ante instancias civiles y penales.

Con informacion: ELNORTE/