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viernes, 5 de septiembre de 2025

“MAS PAYASADAS con COSTO al ERARIO”: “ZACATECAS presenta ROBOPERRO METALICO CARISIMO Vs NARCOS con RIFLE AR-15 pero LOMITO AUN NO sabe CAMBIAR CARGADOR de 30 TIROS”…huele más a espectáculo futurista de feria tecnológica que a estrategia seria contra el crimen organizado


Payasada tecnológica con disfraz de política de seguridad

Ahí lo tienen: David Monreal, de los “Monreales” que se turnan para gobernar Zacatecas,los de las sospechosas 14 toneladas de mota que no eran chiles frescos, inaugurando a bombo y platillo el nuevo C5i, un bunker carísimo que costó mil millones de pesos(como si en Zacatecas sobraran hospitales, escuelas decentes o drenajes dignos). Y para coronar la función, paseó frente a militares y prensa nada menos que a un “perro robot” con un AR-15 montado en el lomo.

Claro, porque en Zacatecas el problema jamás fue la corrupción política, las policías infiltradas, la impunidad intocable o los pactos entre autoridades y narcos. No, aquí el gobernador nos quiere vender la idea de que la inseguridad se arregla con fierros caros y robots armados, como si de Netflix hubiera salido la receta.

Y ojo con el detalle: hablan de “un cambio de paradigma basado en la inteligencia” mientras le encasquetan un fusil a un perro mecánico. Sí, mucha inteligencia la de gastar mil millones en fierros futuristas, cuando las comunidades siguen aterradas porque levantan gente en plena carretera o porque la disputa territorial deja pueblos enteros desplazados.

La narrativa oficial es tan absurda que raya en cruel: “los robots vigilarán para proteger a las familias zacatecanas”. Esa gente no necesita un roboperro de acero inoxidable, necesita un Estado que no se arrodille frente a los cárteles. No es cuestión de drones, ni de pantallas con mapitas en tiempo real, ni de inteligencia a la “Harfuch” que tiene ardiendo Sinaloa ya casi sinalivio,sino de voluntad política para combatir el crimen sin sumarse al crimen(el verdadero agujero negro).

En resumen: la puesta en escena de Monreal es un performance de poder vacío. Entre humo de drones, pantallas de LEDs y caninos metálicos con fusil, nos quiere distraer de la rutina sangrienta: cuerpos tirados entre límites estatales, carreteras que son campos de caza, desapariciones que ya ni en titulares hacen ruido que nos hacen recordar a Virginia cuando a gritos se hizo escuchar en Congreso de Zacatecas para decirles sus verdades al gobierno.

Y el cargador cuando se agote ?

La gran duda de la ingeniería policial futurista: cuando al “lomito metálico” se le agoten los 30 cartuchos de su fusil cosmético, ¿va a levantar la patita para pedir refil? Imaginen la escena: el robot con cara de labrador robótico caminando solemne, deteniéndose frente a sus amos tecnocráticos para que le cambien el cargador —¿le darán una croqueta digital de premio cada vez que traiga la caja vacía?

En serio, el despliegue parece más una parodia que una solución táctica. ¿Habrá entrenamiento especial para el “perro-cargador”, con su propio manual: “cómo reponer municiones sin enredarse en las patas”? Si de por sí apenas acaban de aprender a manejar patrullas, ahora tendrán que adaptar el servicio de intendencia al lomito de silicio; igual terminan contratando a un becario especializado en “reabastecimiento canino-subfusil”. Todo muy práctico, muy eficiente —sobre todo para la foto y el tuit gubernamental.

Nuestro perro robot armado seguro busca a sus operadores humanos para reponer su arsenal, y si le meten inteligencia artificial capaz, tal vez hasta se inventa la propia excusa para ir a “tomarse cinco” mientras le cambian el cargador. Porque si la seguridad depende de que no se le acabe la munición al robot, mejor que vayan guardando las croquetas.

Que dicen las leyes que les valen “Wilson”

Un robot armado, bajo las leyes mexicanas actuales, se mueve en terreno jurídico pantanoso y cargado de incertidumbre: no existe una regulación específica para robots armados en seguridad pública, ni en el marco legal federal ni estatal.

La Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos en su articulado no menciona ningun párrafo para armar robots mecanicos con Rifles AR-15, como el que porta el perro futurista.

Además, la ley nacional sobre el uso de la fuerza establece que las armas permitidas para policías deben apegarse a criterios humanos y regulados, y no contempla sistemas autónomos ni robots armados.

Interpretación jurídica y vacíos legales

  • En México, los drones armados ya han generado polémica: cualquier sistema armado operado fuera del ámbito militar podría constituir una violación expresa según la NOM-107-SCT3-2019, que prohíbe drones con armas o explosivos salvo bajo control castrense.
  • No existen normas que permitan a la policía estatal o municipal desplegar robots armados, lo que significa que su uso está “en el limbo jurídico”, es decir, carece de certeza legal.
  • Las posibles sanciones por portar y operar sistemas armados sin autorización incluyen penas federales graves, ya que el manejo de fusiles de asalto corresponde exclusivamente al Ejército y a las policías bajo normatividad expresa vigente 

Principios internacionales y éticos

  • Más de 30 países han llamado a controles legales estrictos sobre los “robots asesinos”, advirtiendo riesgos para derechos humanos y el principio de dignidad.
  • La tendencia internacional es prohibir o regular severamente el uso de sistemas armados autónomos en operaciones civiles y policiacas debido a los peligros que implican, suelen salirse de control.

Conclusión jurídica

Desde la perspectiva de un abogado, un robot armado manejado por policías estatales —fuera del control directo del Ejército— puede estar infringiendo la ley federal en México y exponiendo al Estado a posibles sanciones federales, además de vulnerar derechos fundamentales. No sólo es jurídicamente polémico, sino que se encuentra en una zona de vacío legal que debería preocupar y ocupar a los legisladores.

Si de verdad quieren “pacificación”, que empiecen por limpiar sus propias filas, romper las complicidades y dejar de usar recursos públicos como si fueran presupuesto para un episodio de Black Mirror.

👉 En tono brutalmente honesto: el C5i de Zacatecas es un showroom disfrazado de política pública. El crimen lo que ve no es un perro robot, sino un gobierno que sigue sin ladrar donde más duele.

Con informacion: ELNORTE/

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