Sergio Francisco, el menor que presuntamente fue atacado con disparos de arma de fuego cuando viajaba a bordo de un camión urbano en , falleció a las 20:50 hrs en el Hospital General de Mazatlan,tras haber sido ingresado por heridas de bala durante la tarde de ayer sábado.
Los que nada deben si deben temer
La vida en Sinaloa —y, estírame tantito, en buena parte de México— vale lo mismo que un boleto maldito de feria: te subes a la ruleta sabiendo que el premio puede ser no regresar jamás. El simple acto de abrir la puerta y decir “voy y vengo” es un mal chiste, porque lo cierto es que nadie garantiza el vengo. Y lo peor, no hace falta deber nada, ni traer cuentas pendientes: aquí hasta al que nada debe se le otorga automáticamente el derecho a temer.
La retórica oficial suena a disco rayado: cifras, capturas, conferencias de prensa con gráficas a color, mientras la sangre es en blanco y rojo sobre el pavimento.
¿Impacto real en la vida del ciudadano?
Ninguno. La mamá que hoy vela a su hijo en Mazatlán no lee porcentajes, lee el parte médico con la sentencia final. Y esa sentencia, esa sí, no admite “otros datos”.
El fracaso no está escondido: camina en nuestras calles, viaja en las motos con casco negro, aparece de pronto en una balacera registrada por cámaras de vigilancia que, de paso, nadie vigila.
Los arrestos como el mas reciente de Leonel Valdez Palomera,o los presumidos en mañaneras se diluyen al llegar a tribunales; los operativos grandilocuentes terminan en nada más que polvo en el viento. Pero ojo: cuando el ciudadano pide resultados, la respuesta es siempre un “se está trabajando”. Una frase que, a estas alturas, es sinónimo de “se está evadiendo”.
Así que sí: vivir en Sinaloa es aceptar la ruleta macabra. Lo inaceptable es que nos quieran vender la ilusión de que la apuesta ya está controlada, que los números pintan bien, que todo se mide en métricas administrativas y no en funerales. Porque mientras ellos declaran victorias en papel, la gente sigue cayendo en la vida real, esa donde la sangre no se borra con un boletín de prensa en medio de 24 mil muertos,que al gobierno empatico y humanista, le parece que ya bajaron.
Con informacion: NOROESTE/
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