Mientras el titular de la SSPC Federal, Omar Garcia Harfuch, se desgañita presumiendo la inteligencia de la que carece,es tambien al mismo tiempo la que menos necesita,pues a todo lo largo y ancho del pais,los ciudadanos identifican con nombre y apellido a sus verdugos,saben quienes son,donde la viven y la extorsionan,pero ademas conocen ese grado de intimidad que les profesa el gobierno de Morena,como ocurre en Tamaulipas bajo el gobierno narcoterrorista de Américo Villarreal,como recien lo conceptuó y sin equivocarse,su rival en mañas.
La dinámica que se observa en Tamaulipas revela una paradoja:oficialmente se presume el fortalecimiento de la inteligencia policial, pero la realidad cotidiana muestra que la ciudadanía reconoce plenamente a los actores criminales y sus cómplices, pero ademas,la capacidad de actuar contra ellos está marcada más por la inoperancia institucional y la complicidad político-criminal, que por la falta de datos o información policial.
Ciudadanía conoce a los criminales que el gobierno cono$e
En todos los pueblos y ciudades de Tamaulipas, de la frontera, el centro y sur de la entidad,los habitantes conocen el rostros saben el nombre y apellido de quién los “pisotea”, los extorsiona, les cobra cuota, lo mismo por las tortillas,la carne, el huevo o el pollo,saben quien secuestra y quién negocia con autoridades, pero persiste una cultura de silencio y temor, porque la impunidad es nutrida desde las propias estructuras gubernamentales, ya estan hartos y amenazan hasta con ir por ellos.
Los ciudadanos, como se evidencia en episodios masivos de marchas y protestas en Tampico, han denunciado y socializado esta información, solo para encontrarse con que la protección a los delincuentes muchas veces proviene de quienes deberían combatirlos desde el gobierno de Américo Villarreal,que ha encontrado en estos, sus mejores aliados,una especie de “financieros de votos y denero”.
El “Bambino” del CDG que controla a los gobierno que controlan todo
Este es el caso de Jorge Aguirre,un sujeto que inició “echándole la mano” en campaña a la hoy alcaldesa Monica Villarreal Anaya,la causalmente hermana del gobernador.
Pero ahora el sujeto es un criminal consolidado,es el encargado de obtener los dividendos producto de su esfuerzo y la inversión del Cartel en un trio de alcaldes corruptos y bandidos, pues el criminal también decide e incide sobre las estructuras municipales de Cd.Madero y Altamira,todo en nombre de Hector Crescencio de Leon Fonseca,alias el “R3” fungiendo como enlace del Cartel del Golfo.
Ademas del “Bambino”, muy cercano a uno de los hijos de la alcaldesa, es identificado otro sujeto de Transportes Larco, como muy cercano al R3 que tambien es parte importante de la dinamica extorsiva.
Complicidad y falta de acción gubernamental
Este es uno de los factores que explican la continuidad del problema en Tamaulipas y el crecimiento exponencial de la extorsión ,el nivel de intimidad y protección que el gobierno les otorga a los criminales, evidenciado en cambios administrativos o judiciales que benefician la impunidad y la permanencia de grupos violentos.
Observadores nacionales señalan cómo la estrategia federal tiende a centralizar el control y colocar funcionarios bajo la órbita de lealtad al centro, con el fin de romper redes locales de complicidad. Sin embargo, esta táctica ha sido lenta y enfrentada por intereses políticos estatales y federales.
Estrategia y realidad en Tamaulipas
La administración actual, bajo la Ley Harfuch y las nuevas directrices de seguridad, intenta implementar una estrategia basada en inteligencia y coordinación interregional para evitar el “efecto cucaracha”, en el que los criminales simplemente se desplazan a otras regiones ante cambios de política local.
Pero la clave para cualquier éxito será romper el contubernio entre autoridades locales y los grupos criminales. Sin embargo, buena parte del reto persiste porque la información ya es pública y circula en redes y plazas; lo que falta no es saber quiénes son los responsables, sino la voluntad institucional para procesarlos, proteger a los denunciantes y transformar la cultura de impunidad.
Tamaulipas como ejemplo nacional
Tamaulipas ejemplifica el círculo vicioso de la seguridad en México: la gente conoce a sus verdugos, pero los mecanismos judiciales y administrativos no responden a esas denuncias, creando una percepción (y realidad) de complicidad estatal que literalmente mata a quienes deberia proteger.
En resumen, la inteligencia real en la lucha contra el crimen en Tamaulipas está en la sociedad, no en las instituciones, y la mayor carencia gubernamental no es tecnológica ni informativa, sino de voluntad y honestidad para romper pactos de protección y permitir el ejercicio de la ley.
Con informacion: @Redes/Medios
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