Cada año el crimen organizado en México se moderniza y recurre a nuevas tácticas, mejora su equipo bélico, se diversifica. Hasta ahora el gobierno ha sido incapaz de contener su acceso al armamento pesado y a procedimientos como el blindaje de sus vehículos con el acero más resistente, a veces comparable con el usado por el Ejército. No obstante, representantes de esta rama de la industria advierten que no todas las empresas que ofrecen servicios de blindaje cumplen con el requisito legal de registrarse y reportar los datos de sus clientes…
Al observar a través de las rendijas de una finca que resultó ser bodega, efectivos del Ejército detectaron varios vehículos. Esperaron a que llegaran agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) con la orden de cateo para entrar. Ahí encontraron, entre otros, una camioneta tipo Rino, propiedad del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), blindada “artesanalmente” con placas fabricadas para soportar impactos de Barrett calibre 50.
EL GOPES Y SUS FAR$AS BIEN URDIDA$:
El hallazgo ocurrió la mañana del 30 de julio en el kilómetro 63.350 de la carretera Guadalajara-Colima, en Tuxpan, Jalisco, y habría pasado inadvertido de no ser por las inscripciones “SSAB” y “Ramor 550” en las placas que recubrían al “monstruo”, pues indican que se utilizó uno de los aceros más eficaces.
Los primeros monstruos de que se tiene conocimiento fueron incautados en Tamaulipas, en 2010, a raíz de la disputa entre el Cártel del Golfo y Los Zetas. Estos últimos idearon esos carros blindados para proteger sus cargamentos de droga a través de las grandes planicies semidesérticas, con cientos de brechas y caminos vecinales. En ellos recorren las rancherías atemorizando a la población y los utilizan para enfrentar a bandas rivales o a las fuerzas del Estado.
LO QUE CUENTA ES EL RESULTADO NO EL TRANSEXENAL NUMERO DE INTENTOS:
SSAB es una firma reconocida internacionalmente. En su página de internet exalta la calidad de sus placas de acero: Ramor 550, afirma, es un tipo de placa blindada para soportar impactos de Barrett calibre 50. Esta arma es tan potente que el 1 de mayo de 2015, en Michoacán, el CJNG derribó con ella un helicóptero EC725 Cougar de la Fuerza Aérea Mexicana. El cártel copió así técnicas de lucha del Estado Islámico o las fuerzas rebeldes en Somalia y Siria, o de los talibanes que actualmente someten a la población afgana.
Pero esta no era la primera vez que el material de SSAB fue detectado en unidades del CJNG. El 20 de febrero pasado, a las 11 de la mañana, un dron grabó el ingreso de un convoy de monstruos blindados del CJNG a Tepalcatepec, Michoacán. Se supo que los sicarios iban en busca de Juan José Farías, El Abuelo. En el minuto 1:27 de la grabación aparece un vehículo con cabina cilíndrica roja hecha con placas de acero de SSAB.
Otro material de SSAB es Hardox 500, que según su fabricante ofrece mayor capacidad de carga y consume menos combustible por tonelada transportada. Su resistencia a impactos garantizada es de 27 J a -20 grados centígrados y un valor típico de 45 J a -40 grados centígrados, opción óptima para minería en temperaturas extremas.
“La bestia se ha mejorado”, lo promociona SSAB, al estilo narco. En su sitio web tiene un video en donde somete a Hardox 500 a duras pruebas de resistencia.
El 6 de noviembre de 2020, antes de que el CJNG fuera por El Abuelo y tras enfrentarse a una facción del Cártel del Golfo, corporaciones de seguridad encontraron una de esas “bestias” blindadas en la carretera Comales-Camargo, en Tamaulipas. Su parte trasera, forrada de acero rojo, mostraba la marca SSAB: Hardox 500. Se detuvo porque le dispararon a los neumáticos.
SSAB produce “el acero que protege del riesgo”, como dice su eslógan: contra explosiones o amenazas balísticas, tanto si se desea fabricar un vehículo militar blindado, una limusina para un alto directivo o un cuarto de pánico para un famoso. Incluso la embajada de Suecia en Estados Unidos tiene protecciones de este acero.
En junio de 2010 Los Zetas emplearon un camión blindado durante una balacera en Miguel Alemán, Tamaulipas. Tras asegurar el vehículo, quemado y abandonado, se comprobó que tenía protección en las llantas, una defensa más amplia y puntiaguda; en lugar de vidrios, enfrente y a los lados del vehículo colocaron placas de metal con pequeñas ranuras para observar. Alcanzaba los 40 kilómetros por hora.
En el mismo estado, durante un operativo en Ciudad Mier, efectivos del Ejército decomisaron otro monstruo blindado de Los Zetas, que alcanzaba 110 kilómetros por hora. Con todo, el Estado no ha hecho nada para contener la capacidad tecnológica del crimen organizado.
En mayo de 2011, después de enfrentarse a un grupo de criminales en Jalisco, policías aseguraron la “Bestia Zeta”, una enorme camioneta blindada de manera casera. Un mes después, el 14 de junio, en el poblado La Lobera del mismo estado, fue detectada otra unidad similar que se conoció como “La Bestia Zeta II” por sus impresionantes dimensiones.
Para entonces la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) había decomisado, en operativos en Tamaulipas y Coahuila, 14 vehículos “modificados y blindados artesanalmente”.
El 5 de agosto de 2012, en el municipio de Progreso, Coahuila, el Ejército decomisó un monstruo con capacidad para 20 personas y seis espacios acondicionados para tiradores. Según la Sedena, sus cristales tenían un blindaje de nivel 5. El artefacto fue trasladado al municipio de Melchor Múzquiz, sede del 14 Regimiento de Caballería. Para enero de 2012 el Ejército ya había decomisado 30 de estos monstruos en esta zona.
En mayo de 2018 el gobierno de Tamaulipas anunció la destrucción de 200 vehículos y camionetas blindadas que habían pertenecido a grupos criminales. En 2019 se desmantelaron 38, en 2020 fueron 57, y en lo que va de 2021 el Grupo de Operaciones Especiales ha asegurado 44 automotores con blindaje artesanal y 12 con blindaje de fábrica. En la entidad se sanciona la instalación, comercialización y uso de vehículos blindados con 15 años de prisión.
El uso de los monstruos pronto se extendió hasta Michoacán, donde se les han decomisado ese tipo de vehículos a Los Viagras. En enero de 2020 la Sedena aseguró otro en Aguililla.
En agosto de 2019 un militar de la IV Zona, en el área rural de Sahuaripa, Sonora, mostró cuatro vehículos que se decomisaron a la delincuencia organizada el 31 de julio de ese año. Tres de ellos, dijo, tenían blindaje nivel ocho, contra impactos de armamento de grueso calibre. En México, a partir del nivel siete su uso está restringido para las Fuerzas Armadas e instituciones de seguridad del Estado.
El 12 de agosto de 2019 la policía comunitaria de Heliodoro Castillo, en Guerrero, decomisó un camión blindado para resistir impactos de arma de fuego de hasta calibre .50. Presuntamente pertenecía al líder de Los Rojos, Santiago Mazari, El Carrete, actualmente preso.
También se ha detectado la presencia de monstruos blindados en Nuevo León.
Blindadores sin registro
El 24 de abril de 2010 una camioneta con blindaje nivel cinco salvó a Minerva Bautista, entonces secretaria de Seguridad Pública de Michoacán, pues soportó un ataque de sicarios que durante cuatro minutos le dispararon 350 proyectiles de fusiles Barret calibre 50 –antiblindaje–, rifles de asalto AK 47, AR-15 y G3, además de granadas de fragmentación de 40 milímetros.
Carlos Karam, jefe de la Dirección Técnica y Blindaje de la compañía Transportadora de Protección y Seguridad, que exhibe como trofeo dicha camioneta, señala en entrevista con Proceso que ahora vende 40% de las 3 mil unidades que vendía en otros años:
“La baja es por la pandemia, no porque la violencia o el peligro hayan pasado. Al contrario, la inseguridad creció en el país; por ejemplo, Guanajuato. Tuvimos el robo, único en tres años, de dos camionetas y una plataforma. Denunciamos y la aseguradora nos pagó porque cubrimos el valor de la factura del vehículo y el valor de la factura del blindaje. Pagamos primas muy altas, de 50 a 60 mil pesos por unidad.”
Acerca de qué opina sobre la fabricación de blindajes por los narcos, responde: “Los vehículos blindados se hicieron para ofrecer protección balística a sus
ocupantes”.
–También ha habido operativos en que las autoridades han decomisado autos con blindaje de fábrica o modificados por empresas. Incluso la FGR tiene documentadas 285. Algunos fueron encontrados en un rancho de los hijos del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera –se le comenta.
–Al empezar este negocio algunos prospectos particulares nos decían: ¿por qué me ofreces esto, si es un producto para gente que “no anda bien”? Nunca lo ofrecimos a alguien fuera de la ley. Toda operación tiene que pasar filtros de la Secretaría de Hacienda y la DGSP, la cual expide un holograma por unidad. Las autoridades conocen quién vende, quién compra, quién conducirá y hasta por dónde se va circular.
“Incluso, al vender una unidad en Estados Unidos el gobierno de ese país me pide que compruebe cuánto acero y vidrio compré para la unidad y cuánto realmente utilicé. En México hay empresas que blindan y no están normadas, por lo tanto no cumplen ningún requisito.”
La FGR informó que desde 2008 los vehículos asegurados que cuentan con blindaje, según las características señaladas por los agentes del Ministerio Público, son en total 285: en 2008 y 2009 se incautaron cuatro cada año; tres en 2010; seis en 2011, cuatro en 2012, cinco en 2013, uno en 2014, ocho en 2015, 16 en 2016; 25 por año en 2017, 2018 y 2019; 79 en 2020, e iban 39 hasta el 31 de julio pasado.
Karam recuerda: “En el 94, al iniciar el negocio, en Cuernavaca se dieron los primeros secuestros, lo que propició la venta de blindados. Después, con la extorsión, los atentados y pleitos entre cárteles se disparó la demanda hacia el centro y sur del país, como la Ciudad y el Estado de México, Guerrero, Tabasco y Veracruz. Sinaloa es una entidad en donde ocupan seguridad, pero en menor proporción, porque los ‘grupos de allá’ cuidan que no se disparen los delitos, a diferencia de otros estados”.
Al cuestionarlo sobre la razón de que el acero de SSAB sea utilizado por los cárteles para blindar sus “monstruos”, señala que pudo ser robado, vendido a un blindador no regulado o vendido por ellos mismos.
Con él coincide Ricardo Reyes Retana, propietario de la empresa Eurotecnología en Blindajes, quien forma parte del comité de blindaje de la Asociación Internacional de Expertos de seguridad de ASIS:
“Las empresas que venden aceros para uso balístico como SSAB o SWEBOR, que son fabricantes, o los que distribuyen materiales para esta industria, como SOINCO, Seguridad balística, Calibre 3006, deberían estar registradas ante la DGSP y reportar a quién le venden y qué venden, y que las empresas estén debidamente registradas. Es una tristeza esto de los materiales de acero, de los materiales balísticos, porque no hay un control sobre ellos.”
Añade que algunas empresas blindadoras engañosamente venden aceros que no son balísticos pero sí muy resistentes: “Éstos también deben ser regulados. Aunque no están hechos para parar balas, pueden dar el servicio si lo ponen un poco más grueso. Es el caso del Hardox 500 de SAAB –que emplea el CJNG– es para minería, pero tiene la misma dureza que un balístico. La diferencia es que el balístico garantiza que toda la placa tiene la misma resistencia y el de minería no. Hace falta una regulación estricta sobre qué se fabrica o entra al país, quién hace el pedido, a quién se lo vende y para qué.
“En México hay fábricas de vidrios blindados. Definitivamente alguien está haciendo esos vidrios para el crimen organizado, porque estoy seguro que no son importados. Entre las distribuidoras están Protection Materials, Pacal Armoring o Daimond Glass, propiedad del mismo dueño de SOINCO. Ninguno tiene un control para la venta. El comprador puede pedirlo curvo o plano como el que traen las camionetas del Cártel de Jalisco. Sólo dices: mándame de 50 centímetros de ancho por 60 de largo y tanto de espesor, y ya. Pueden ser verdosos, polarizados,
espejo…”
SOINCO se anuncia en su sitio web como experto en distribución, importación y exportación de materiales de blindaje en Centroamérica, el Caribe y México, con más de 25 años de experiencia en este país.
–Entonces, ¿lo que ha hecho crecer la fabricación de monstruos blindados por narcotraficantes es la falta de regulación de la autoridad?
–Sí, mientras no tengamos una regla clara de cómo hacerlo.
El 17 de julio pasado el CJNG subió a las redes sociales un video que en dos días registró 13 millones de reproducciones. En él mostró su poderío paramilitar. Por su impacto, fue analizado tres días después en la conferencia matutina de la Presidencia. Al respecto, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, dio la cuenta oficial de las armas que se ven en el video:
“Ochenta armas, entre ametralladoras antiaéreas calibre 50.9, fusiles Barrett calibre .50, fusiles de asalto, lanzagranadas y 75 personas visibles; 19 vehículos con características comerciales, de los cuales 12 con blindaje artesanal y siete con ajustes para montar armamento, y los tres que están fuera de foco.”
Las empresas distribuidoras de acero como SSAB, o de cristal blindado como Diamond Glass, entre otras, venden a quien lo solicite. Ofrecen pasar por el anticipo y enviar el producto a domicilio, y participan en las licitaciones de gobierno, ofrecen aplicaciones automotrices, arquitectónicas, navales y militares: lo mismo contribuyen a blindar a las fuerzas federales que a los narcotraficantes que éstas combaten.
Durante tres semanas Proceso esperó respuesta a solicitudes de entrevista e información de Hugo Garduño, representante de SSAB en México, y de Luis Wertman Zaslav, titular de la DGSP. De ninguno hubo respuesta.
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