Lo logró durante tres semanas. La familia de la víctima investigó, encontró el cadáver 19 días después de su desaparición y presionó a la fiscalía que en la última semana reunió elementos para una orden de aprehensión. Pero el presunto homicida ya se había ido; cruzó a Estados Unidos
Esta semana cumplió 20 años, es ciudadano americano y desde los 15 años de edad empezó a tener problemas con la autoridad en California, Estados Unidos, donde tiene registros delictivos. Se trata del joven Aarón Juárez, y es a quien en conferencia de prensa, el martes 26 de febrero la familia González señaló como principal sospechoso del asesinato de Fernanda González Serrano, madrastra del presunto responsable.
Recabadas por la autoridad, versiones de vecinos en las colonias Aeropuerto y Libertad, conocidos y compañeros de droga y delitos, ubicaron al hijastro como responsable del asesinato cometido contra la mujer, y como autor en la posterior inhumación ilegal del cadáver de su madrastra, además de culpable del intento de bloquear la justicia al proporcionar información errada.
Declaraciones refieren que días antes, drogado, Aarón comentó de sus intenciones de robar el dinero de su casa, pero no habló de ningún homicidio.
Algunos de sus cómplices relataron a terceras personas el delito cometido por el joven Juárez. Los varios dichos recabados que lo imputan coinciden en que Aarón se drogó dentro de la casa paterna junto a dos jóvenes, un hombre y una muchachita.
“Bien loco” buscó a su madrastra en su cuarto y le disparó para que no se quedara con “el dinero y las propiedades de su padre”. Después metió el cuerpo en un cobertor y así lo trasladó hasta el patio, donde lo enterró. Finalmente planeó el ataque a su progenitor, a quien también intentaba aniquilar. Incluso, horas después de los ataques, vendió algunas motocicletas de su padre.
Respecto al momento y quién o quiénes fueron los responsables de limpiar la sangre en la recámara de la víctima, aún no existe información precisa, pero las autoridades saben que lo hicieron porque fue necesario usar luminol en algunas zonas para encontrar el rastro. Sin embargo, las confirmaciones periciales siguen en proceso, después que los peritos encontraron varios indicios de sangre en la casa, ya que además del asesinato de Fernanda, Baudelio Juárez, el esposo, fue lesionado en el interior y una de las mascotas de la familia tenía una pata cortada.
Respecto al momento y quién o quiénes fueron los responsables de limpiar la sangre en la recámara de la víctima, aún no existe información precisa, pero las autoridades saben que lo hicieron porque fue necesario usar luminol en algunas zonas para encontrar el rastro. Sin embargo, las confirmaciones periciales siguen en proceso, después que los peritos encontraron varios indicios de sangre en la casa, ya que además del asesinato de Fernanda, Baudelio Juárez, el esposo, fue lesionado en el interior y una de las mascotas de la familia tenía una pata cortada.
Respecto a la posibilidad que el joven mexicoamericano haya cometido el crimen, Erika González, hermana de Fernanda, cuestionó a Baudelio, el esposo de la víctima y padre del sospechoso:
“Le dije que nos quitáramos la venda de los ojos, que si él no sospechaba que su hijo le hubiera hecho algo a mi hermana, y dijo claro que sospechó de él. Me dijo ‘ya hablé con su mamá, también hablamos con su probation officer -oficial de libertad condicional-, y que le habían comentado la situación.
“Mi hermana me había comentado que Aarón estaba usando drogas, había estado arrestado y siempre cargaba armas de fuego…que a él le gustaba andar fajado”, refirió respecto al presunto responsable.
Al ser asesinada, Fernanda contaba con 32 años. Tenía 16 años cuando se convirtió en pareja de Baudelio Juárez, con quien vivió 16 años. Él es ciudadano americano con residencia en el número 13 de la calle Sinaloa de la colonia Aeropuerto en Tijuana, en ese entonces, el hijastro de la muchacha llamado Aarón, tenía apenas 4 años, pero no vivía con la pareja. De hecho fue hasta 2012 cuando el joven empezó a tener más relación con ellos, según la versión de su padre.
Pero no vivía de fijo en la casa paterna, la familia González explicó a la prensa que Aarón tenía alrededor de dos meses viviendo con ellos, y había decidido salir de Estados Unidos porque de ese lado de la frontera tenía muchos problemas con las autoridades, lo cual ZETA pudo corroborar.
El expediente de Aarón contiene datos desde su adolescencia. Apenas quinceañero, tuvo problemas por resistirse a la autoridad sin mayores consecuencias. A los 18 años fue detenido por poseer y transportar droga, y después por robo. En 2018 contabilizó cinco felonías, lo retuvieron por poseer arma en escuela y llevarse un auto sin consentimiento; por robo a casa con violencia y pandillerismo; por vender, facilitar y transportar marihuana; por poseer un arma y municiones. En 2019 le registraron una felonía por posesión de arma, obstruir a la Policía y vender marihuana.
El cadáver de Fernanda González Serrano se localizó la tarde del domingo 24 de febrero. No fue la autoridad, sino sus hermanas, padre y cuñado quienes encontraron el cuerpo de la joven, enterrado en el patio de la casa que habitaba.
La familia González halló y desenterró a la joven 18 días después de haber hecho la denuncia pertinente ante las autoridades, cuya lentitud en las pesquisas provocó la desesperación del padre de la víctima, quien terminó haciendo el trabajo de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
LAS VERSIONES DE AARÓN
En la investigación iniciada por las lesiones de Baudelio Juárez, las declaraciones del joven Aarón Juárez dadas en los primeros conversatorios no oficiales con los ministeriales, distrajeron las pesquisas de la búsqueda de su madrastra
Primero, al justificarse ante su padre por estar usando uno de sus autos sin permiso, le dijo que más temprano “La Ferny” se había enojado con él y se había ido en su carro, y que él usó el auto para salir a buscarla.
Cuando Baudelio habló con la familia de su mujer, les dijo que Aarón le había comentado que Fernanda se había molestado con él ese martes 5 de febrero, porque estaba jugando videojuegos, “se metió a su cuarto, empezó a escuchar que mi hermana entraba y salía, entraba y salía, hasta que se fue”, compartió la hermana de Fernanda.
Después, ante los investigadores, Aarón aseguró que su madrastra y su papá se habían peleado en la mañana, y por eso la joven había salido desde temprano, no estaba en casa y no había regresado.
Ante la información imprecisa de la victima de lesiones, que no pudo identificar a un agresor específico y tampoco explicó cómo el sicario salió de la casa sin que su hijo lo viera, las autoridades consideraron la posibilidad que se tratara de un pleito marital que se les fue de las manos, que Fernanda lo hubiera agredido y por eso no querían cooperar. No la identificaban, no la acusaban y no la encontraban.
Que todos los responsables involucrados sean judicializados
Acompañada de su familia, Erika González pidió justicia por el asesinato de su hermana Fernanda: “No quiero que la investigación se haga corta, quiero que se investigue más a fondo cada detalle y cada persona que estuvo involucrada, no nada más quiero que se castigue a la persona que le disparó a mi hermana”.
Recordó el suplicio que pasaron sus padres buscando a su hermana en medio de la lluvia en los canales y zonas inhóspitas, imaginándola secuestrada. Y recalcó su petición: “Que se castigue a quienes supieron y ayudaron a esconder el cuerpo de mi hermana, sé que hubo más personas presentes y necesito se investigue qué tanta responsabilidad tiene cada uno.
“A todos, incluidas las personas que me estaban tratando de intimidar para que me saliera ese día de la casa, hasta las personas que estuvieron presentes y no hablaron desde el primer día y permitieron que el cuerpo de mi hermana estuviera más de veinte días enterrado en una situación denigrante”, exigió Erika.
De acuerdo con la joven, desde el inicio ella dijo a las autoridades. “Estoy buscando a mi hermana muerta, hay muchas inconsistencias y mi hermana no está con nosotros”.
Detalló que desde el 7 de febrero pidió a los investigadores del área de Lesiones, hacer las pruebas de Rodizonato de Sodio a Baudelio y Aarón -esposo e hijastro de Fernanda- y los retuvieran. Que catearan la casa, pero no lo hicieron. Eso retrasó la justicia y resultó en más dolor para la familia de la occisa.
De las inconsistencias en las declaraciones de su cuñado, Erika expuso: “Desde un principio las hubo, y eso me hizo sospechar de todos los involucrados, por eso pido que investiguen a fondo”.
— ¿Tu hermana te manifestó temor en algún momento?
“Sí. El día 1 de diciembre del año pasado fue su cumpleaños, fuimos a comer las tres hermanas y ahí me comentó que Aarón tenía pocos días viviendo ahí con ella, bueno, yo le pregunté cómo iban, porque habían comprado un terreno en Tecate e iban a hacer una casa. Respondió ‘ni me digas eso, desde que el Aarón está ahí en la casa, Baudelio se gasta todo el dinero en sus fianzas y en sacarlo de problemas con los municipales, porque siempre está armado o tiene problemas legales y su papá lo saca de todo; todo el dinero que teníamos para la casa ya se nos fue’”.
De la llamada que les informó dónde buscar el cuerpo de Fernanda, Erika detalló que la recibieron el 16 de febrero y se comunicaron de manera inmediata al Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), donde les pidieron esperar a que dejara de llover.
En el inter, algunos agentes ministeriales se presentaron en el inmueble y estuvieron picando el piso con varillas en busca del cuerpo, después pidieron esperar al lunes 25, “pero el domingo ya amaneció soleado, por eso decidimos ir nosotros, ya eran muchos días”, compartió Erika González.
El miércoles 27 de febrero, los agentes informaron a los miembros de la familia que la investigación en el área de Homicidios lleva un 96 por ciento de avance. Pero aún no procesaban las órdenes de aprehensión.
REPORTADA COMO DESAPARECIDA
Tras recibir el aviso de que el esposo de Fernanda estaba herido y ella no aparecía, la familia González empezó a sospechar cuando la pareja de una de las hermanas de la joven habló con Baudelio, éste le comentó de la existencia de un dinero que sólo él y su esposa sabían dónde lo escondía, “… para que nosotros pensáramos que mi hermana se había llevado el dinero y su ropa, y también comentó que no había nada de ropa de ella en la casa”, dijo ante la prensa Erika González, hermana de la víctima de homicidio.
“Desde que me dijo del pleito (con Aarón) se nos hizo raro, sospeché que había algo más porque ella no se había reportado con nosotros”, por eso, el 6 de febrero acudió a diferentes delegaciones policiacas en Tijuana, les explicó que era muy raro que el mismo día que lesionaran a su cuñado su hermana desapareciera, pero le iniciaron que no podían relacionar los casos y debía denunciar la desaparición de su familiar ante el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA). Lo hizo ese día.
El 7 de febrero, elementos de CAPEA -informados por la familia de Fernanda- llegaron a la casa de los Juárez, pidieron permisos para una inspeccionar, no encontraron nada y se llevaron a Aarón a declarar.
La versión del joven de nuevo fue que entre 9:00 y 9:30 se había peleado con Fernanda porque ésta se la pasaba regañándolo porque no limpiaba su cuarto, que no levantaba su cochinero, y aseguró que en un momento de la discusión la mujer subió a su auto y se fue de la casa. Entonces él abordó el pick-up de su papá para corretearla pero no lo alcanzó, y decidió ir a buscar unos amigos. Regresó a la casa por la tarde, detrás de su padre.
“Les pido lo mantengan arrestado, que algo tenía que ver y me dicen que no se puede, que no hay delito, en ese momento lo dejan ir”, detalló Erika González ante los reporteros.
Sin resultados de las primeras pesquisas, la familia colocó mantas de “Se Busca” en las principales vialidades, repartieron volantes y pidieron apoyo por redes sociales para localizar a Fernanda. Los engañan, les sacan dinero por información falsa, y otro delincuente les asegura que malas amistades de Aarón tenían secuestrada a Fernanda, cuando ven que el padre se pone en peligro, les llega otra versión y deciden investigarla. Les dicen que el cuerpo de la joven desaparecida está enterrado en el patio trasero de la casa donde vivía con su esposo. Para entonces transcurrieron 17 días desde que declararon a Aarón, quien cruzó a Estados Unidos
Así, el sábado 23 y domingo 24 de febrero, tanto la familia de Fernanda como elementos de CAPEA compartieron información, y desde el gobierno les informaron que había muchos puntos con tierra suelta en el patio, por eso, el lunes 25 acudirían a la casa de Baudelio con perros y maquinaria a buscar el cuerpo.
Los animales estaban en Ciudad de México en entrenamiento y llegarían la noche del domingo, por eso programó la inspección para el siguiente día. La familia decidió que no iba a esperar e hicieron lo que pudo hacer la PGJE, pero no fue así: buscar sin perros.
Ese domingo ya habían escarbado varios hoyos cuando Omar y Samanta, amigos de los Juárez, le avisaron a Baudelio y amenazaron a los González con acusarlos de allanamiento. Finalmente el esposo de Fernanda les dio permiso de seguir buscando.
“El mismo Omar se acerca a mi papá y le dice que cuando fueron los agentes de CAPEA a revisar -dónde se ubicaba- el lugar, se les había hecho raro, y ahí la encontramos”, relató a los periodistas la hermana de la víctima. Al excavar destaparon un zapato y en ese punto les hablaron a las autoridades, entonces el área de Homicidios se hizo cargo.
Del trabajo de la PGJE, Erika González señaló: “Sobre el agente de CAPEA no tengo ninguna queja, sé que me intentó ayudar lo más que pudo, pero sí miré muchas trabas sobre el asunto de lesiones”.
fuente.-ZetaTijuana/
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