Han pasado cuatro años desde la salida del reportaje "La casa blanca de Enrique Peña Nieto", y uno de sus autores, Daniel Lizárraga, reconoce que el gobierno los sigue hostigando, aunque lo hacen porque también "tienen miedo".
Tienes que pensar que ellos también tienen miedo, porque saben la información que tienes, saben de lo que eres capaz, saben lo que les hiciste informativamente hablando, lo que fuiste capaz de hacer público, entonces cuando ellos enfrentan y toman ese tipo de decisiones por supuesto que también están en riesgo, por supuesto que ellos también tienen miedo y corren sus riesgos.-Daniel Lizárraga, periodista.
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La investigación reveló que Juan Armando Hinojosa Cantú, uno de los empresarios más cercanos al presidente Enrique Peña Nieto, a través de Grupo Higa construyó una casa en Las Lomas con valor de 7 millones de dólares para que la habitara la familia del presidente.
El caso fue un detonante para que se revocara la licitación en la construcción del tren México-Querétaro, en el que había resultado ganador Constructora Teya, filial de Grupo Higa y propiedad de Hinojosa Cantú. Además, provocó un escándalo mundial por la participación de empresas chinas en el proyecto y afectó la imagen del presidente Peña Nieto.
Desde la elaboración del reportaje comenzó la censura por parte de directivos de MVS Radio, que posteriormente terminaría en el despido de Carmen Aristegui y el equipo que realizó el reportaje, conformado por Daniel Lizárraga, Rafael Cabrera, Irving Huerta y Sebastián Barragán.
Posteriormente, Joaquín Vargas, presidente de MVS Comunicaciones, denunció a Carmen Aristegui por daño moral por el prólogo del libro "La casa blanca de Peña Nieto: la historia que cimbró un gobierno".
El hostigamiento del gobierno
En entrevista con el HuffPost, Daniel Lizárraga recuerda que lo peor estaba por venir: espionaje, hostigamiento, auditorías.
Yo ya me había dado cuenta desde antes que me habían arponeado (intervenido) el teléfono. Fui a un estado de la República, no te puedo decir cuál, y consulté a una persona que trabaja para el gobierno federal, por teléfono le pregunté que dónde estaba el Registro Público de la Propiedad al estado donde yo iba, y me dijo 'yo te llevo y luego vamos a comer', y a esa persona luego hubo un fuerte cuestionamiento por qué me había visto, y yo había hecho contacto con él por teléfono. Evidentemente me pincharon, eso fue semanas antes de lo de Pegasus.-Daniel Lizárraga, periodista.
Después de eso no tardó en darse cuenta que se trataba de algo mucho mayor. Un reportaje de The New York Times publicado en junio de 2017 reveló que el gobierno federal usó un programa llamado Pegasus para espiar a defensores de derechos humanos, periodistas y activistas, entre los que se encontraban Carmen Aristegui y Daniel Lizárraga.
El espionaje a través de su teléfono no fue lo único, Lizárraga cuenta que un par de ocasiones descubrió que le tomaban fotos en la calle.
Es la otra cara de la violencia, la primera cara son los compañeros que están matando (...) aquí en Ciudad de México no pasa eso normalmente, salvo el caso de Rubén Espinosa, que venían persiguiendo desde otros lados, pero es un asunto bastante impune, aquí las cosas son distintas: te pinchan, hostigan a tus fuentes, te cae Hacienda encima "por casualidad", algunas veces me tomaban fotos en la calle, te quedas sin trabajo tres, cuatro años (...) es muy complicado porque por muchas reservas va afectando tu vida personal hasta ponerte en una crisis que repercute siempre en lo personal y en tu familia.-Daniel Lizárraga.
De manera sarcástica, Daniel Lizárraga bromea sobre la mala suerte que tiene, pues poco tiempo después llegaron las auditorías, una presión que el gobierno que ha ejercido también contra Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), la organización que lo "salvó" del desempleo tras la publicación del reportaje.
"Lo más difícil ha sido la persecución hacendaria, he tenido auditorías, revisiones, cada dos o tres meses", cuenta Daniel Lizárraga en entrevista con el HuffPost.
Para Lizárraga, el reportaje que reveló el conflicto de interés entre el presidente y uno de los contratistas más importantes desde que fue gobernador del Estado de México fue un golpe duro para la imagen de Peña Nieto porque estaba en la plenitud del poder, cuando se hablaba que con las reformas estructurales salvaría a México.
Con motivo de su Sexto Informe de Gobierno, Peña Nieto dijo que no actuó equivocadamente, aunque nunca debió haber dejado que su esposa diera sola la explicación cuando era él quien tenía la responsabilidad.
A cuatro años de la publicación del reportaje, el periodista hace un balance de qué ha pasado desde entonces. Se canceló el tren, comenzó la construcción del Sistema Nacional Anticorrupción, la casa nunca se vendió y "la dinámica de las contrataciones públicas no ha cambiado".
Lizárraga reconoce que en cualquier otro país "la presión política y social es tan fuerte que duran horas", aunque en una democracia débil como México no pasa nada. Aunque quisiera que pasara algo tras una revelación de ese tamaño, Daniel Lizárraga dice que no se frustra.
Aunque "no pasó nada" tras el reportaje, pese a que Peña Nieto lo calificó como uno de los mayores errores de su sexenio, Daniel Lizárraga hace un balance sobre los años difíciles que pasaron tanto él como sus compañeros: "Podrán hacernos lo que quieran, pero no pueden desmentir una línea de la casa blanca y eso es lo importante".
Fuente.-
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