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lunes, 31 de julio de 2017

EL NUEVO "MODELO de MANDO POLICIAL" en MEXICO YA TIENE "TELARAÑAS"...los políticos no logran ponerse de acuerdo en demerito ciudadano.


El debate en el Congreso de la Unión sobre la aprobación o no de un modelo de mando policial único o mixto se encuentra empantanado desde hace años. A pesar de un aumento en los índices de delincuencia en todo el país, los políticos no logran ponerse de acuerdo sobre la mejor opción y han mantenido el cambio institucional en vilo.
En México existen seis modelos policiacos. Algunos fuera de la ley y otros creados por los propios ciudadanos, todos dan cuenta de los intentos que ha habido por dar una solución al problema de inseguridad, pero han sido también un factor para el incremento de la violencia.
Para Raúl Benítez Manaut, experto en temas de seguridad y académico de la UNAM, la guerra contra las drogas dio prioridad a la mano dura por sobre los derechos humanos, lo que contradice incluso a la Constitución Política mexicana.
“La crisis institucional de la seguridad pública incubada desde inicios de los años noventa llevó a sus extremos las ‘soluciones’ al problema: desde la mano dura a través de las Fuerzas Armadas, hasta la autoorganización en grupos paramilitares.
“Ninguna de estas dos salidas tiene viabilidad en el medio y largo plazos, pues surgieron solo para afrontar la emergencia del ascenso del crimen, tanto del común como del organizado. Las formas viables y legales de organización institucional se encuentran entre esos dos extremos”, consideró Benítez Manaut en su análisis “Los seis modelos policiacos en México y el debate sobre la seguridad pública”, publicado dentro del Atlas de la Seguridad y la Defensa de México 2016 (Senado de la República, 2017).
El debate en el Congreso de la Unión sobre la aprobación o no de un modelo de mando policial único o mixto se encuentra empantanado desde hace años.
A pesar de un aumento en los índices de delincuencia en todo el país, los políticos no logran ponerse de acuerdo sobre la mejor opción y han mantenido el cambio institucional en vilo, al que ahora se ha sumado la presión para aprobar una Ley de Seguridad Interior que dé un marco legal a la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, pero también para profesionalizar a las policías.
No a los extremos
Benítez Manaut es enfático: la solución a la crisis de inseguridad y violencia que vive México no está en ninguno de los extremos. Ni en la militarización de las labores de seguridad, ni en su ciudadanización absoluta.
El catedrático de la Universidad Nacional explica que en el país hay seis modelos de policía que operan en el país: 1. La militarización total de la seguridad pública (no contemplada en la Constitución); 2. La profesionalización de la seguridad pública a través de la Policía Federal (artículo 21 de la Constitución); 3. La profesionalización basada en el mando único o el mando mixto.
Además: 4. La profesionalización de la Policía Municipal (esquema constitucional, artículo 115); 5. Policía comunitaria, en los casos de las comunidades indígenas basadas en leyes de usos y costumbres; y 6. La población organizada en autodefensas (ninguna de las dos últimas están contempladas en la Constitución).
La convivencia de todos estos modelos en algunos territorios, sostiene el experto, ha tenido consecuencias adversas en el control de la violencia.
“En México la problemática se incrementa porque existe una especie de ‘modelo híbrido’ de policía, donde coexisten la Policía Federal, explícitamente creada y fundada en 1999 para hacer frente a una delincuencia cada vez más peligrosa y organizada, a la cual las corporaciones municipales no tenían capacidades reales de contener; las policías de investigación federales (al interior de la Policía Federal y en la Procuraduría General de la República); las policías estatales (de investigación judicial y de prevención); y las municipales, para la contención de los delitos del crimen no organizado ni de alto impacto”, expone.
A ello se suma la lucha constante que ha tenido desde su creación la Policía Federal Preventiva, transformada después en Policía Federal, con la PGR, por labores coincidentes.
“A estas rivalidades se agregan las que aparecen con las Fuerzas Armadas, y también con las policías estatales y municipales. Todas se acusan unas a otras de ser frágiles y estar corrompidas, y en todos los casos han aparecido tanto escándalos de corrupción como de violaciones a los derechos humanos”, apunta Benítez Manaut.
De toda esa polémica, hasta ahora han sido los militares quienes han ido ganando terreno.
La propuesta del Gobierno federal de establecer el modelo de Mando Único –ahora llamado Mando Mixto- en el que se busca desaparecer a las policías municipales y establecer cuerpos policiacos que obedezcan a un solo mando estatal, va en contra de la idea de que la policía pueda actuar también como agente preventivo, acota el experto.
“Este ‘nuevo modelo’ se contradice con la Constitución, en cuanto supone la imposibilidad de que sea desplegado por las policías municipales, además de que aleja la doctrina policiaca de los conceptos de ‘seguridad ciudadana’, más cercanos a la filosofía garantista de la Carta Magna mexicana”, apunta.
Modelos de policía
El experto en temas de seguridad y académico de la UNAM, Raúl Benítez Manaut, explica que en México operan seis modelos de policía:
1La militarización total de la seguridad pública.
2La profesionalización de la seguridad pública a través de la Policía Federal.
3La profesionalización basada en el mando único o el mando mixto.
4La profesionalización de la Policía Municipal.
5 Policía comunitaria, en los casos de las comunidades indígenas basadas en leyes de usos y costumbres.
6La población organizada en autodefensas.
Más militarización
La militarización de las tareas de seguridad ha ido en aumento desde sus orígenes, en el sexenio de Ernesto Zedillo.
A partir de ahí, cada vez más se envolvió a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, algo que ha demostrado no ser exitoso del todo.
“El problema que envuelve la militarización de la seguridad pública en México es que no ha logrado resultados contundentes y estratégicos contra las grandes organizaciones criminales, por lo que se ha expandido la acción de las mismas.
“La acción militar ha logrado éxitos parciales en algunos estados y contra ciertos grupos delictivos, pero no ha podido evitar su expansión y su fragmentación, lo que abre numerosas interrogantes para diversos cuerpos policiacos incluso en ciudades que en años anteriores no vivían la violencia del narcotráfico”, afirma Benítez Manaut.
Esta militarización aumentó considerablemente después de que comenzó la “guerra contra el narcotráfico”, por lo que el papel de las policías fue relegándose gradualmente.
“Así, la guerra contra las drogas le dio prioridad a la mano dura, en detrimento de los conceptos de seguridad ciudadana, poniendo a los derechos humanos en segundo lugar (contra la prioridad que les otorga la Constitución, al incluirlos en el Artículo Primero).
“De esta manera, al desplegar la mano dura, el Gobierno federal optó por la persecución de muchos delitos que antes eran ‘tolerados’ para no alterar el orden y la paz social. Así, perseguir el delito se volvió un tema confuso, pues se determinó la persecución a toda costa, lo que modificó los equilibrios entre militares, policías y ciudadanía”, expone el experto.
Conforme el papel y la imagen de las policías municipales fue relegado también fueron estigmatizados; ahora se ve como única posibilidad la conformación de cuerpos con capacidades de combatir delitos de alto impacto, pero se corre el riesgo de dejar de lado la cercanía con la ciudadanía.
El problema, comenta el experto, es que ni siquiera en el Gobierno se tiene claridad sobre el modelo que se quiere impulsar.
“No hay consenso en el seno del Gobierno federal, ni conciencia en muchos gobiernos estatales y municipales, del peligro de radicalizar las salidas en favor de la acción de las Fuerzas Armadas (modelo 1), o que el cansancio de la población conduzca a la autogestión en seguridad (modelos 5 o 6). En otras palabras, no está claro si se quieren ‘militares con dedicación policiaca’, o ‘policías con formación y estructura militar’.
“Tampoco está claro en las estructuras gubernamentales el nivel de profundidad que se espera de la participación de la población, que puede variar entre tener un grado aceptable de presencia colaborativa (modelo 4), y correr el riesgo de la autogestión en seguridad (modelos 5 o 6)”, dice.
Benítez Manaut expone que en otros países como Chile, Argentina, Colombia, España, Francia o Italia que tienen cuerpos nacionales de policías, el modelo 2 es la mejor opción, “incluso para sustituir a las Fuerzas Armadas”.
fuente.-


DUARTE,el DINERO SUCIO y el "FRIO PRESIDENCIAL"...el inicio del fin,cuando se acaba el "paro".



Javier Duarte sintió por primera vez el frío presidencial el 5 de junio del año pasado, cuando cerca de las seis de la tarde, policías federales le arrebataron a sus policías al senador Fernando Yunes, hijo del actual gobernador de Veracruz, a quien habían detenido en un retén. 

La acción federal, en violación de la autonomía estatal, era el colofón de horas de presión del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para que lo liberara. Cinco veces le llamó a Duarte, quien se negaba a soltarlo. “¡Es senador, cabrón, suéltalo!”, contó Duarte que le había gritado el secretario, aquella tarde. Poco después, cuando le informaron que les habían quitado al senador, comentó: “Ya nos abandonó el águila”.


“Águila” es como llaman muchos políticos al presidente de la República en turno, en referencia al ave en el escudo de la Bandera Nacional. Duarte nunca pensó, antes de ese día, que el presidente Enrique Peña Nieto le quitara su apoyo. Peña Nieto frenó varias veces al entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que le pedía actuar en su contra por el desorden financiero y la corrupción en el estado. También rechazó la reiterada petición del exlíder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, para que lo obligara a solicitar licencia, para tratar de salvar la elección. Peña Nieto, por el contrario, lo respaldó y le entregó la elección, con la promesa de Duarte de entregar la victoria.



Por varios años, Duarte recibió una sobredotación de recursos presupuestales que entregaba en los estados y a los candidatos que le indicaran en la Ciudad de México. Una parte de esos recursos salían de una cuenta de la llamada Modernización Educativa, que entraban a través del presupuesto estatal de educación. Esa cuenta era discrecional y funcionaba desde la Secretaría de Finanzas. Con recursos de esa cuenta, de acuerdo con personas que conocieron sus movimientos, se financió parte de la campaña de Duarte para la diputación federal y, posteriormente, para la de su campaña a gobernador.



No hay ninguna estimación sobre cuánto dinero salió de Modernización Educativa para campañas políticas, porque quien manejaba la dispersión de recursos era el propio Duarte. De esa cuenta salió dinero para un gran número de estados, e incluso llegó a utilizar como correo del dinero sucio a Moisés Manzur, su socio y presunto cómplice de corrupción. Duarte no era ajeno a combinar operación política con sus relaciones personales. Por ejemplo, utilizó a Francisco Valencia, dueño de Vinísimo, que frecuentaba el gobernador con sus novias y a quien nombró director la Comisión de Agua, como el enlace con el PRD. Una de las campañas que recibió dinero veracruzano, según exfuncionarios veracruzanos, fue la de Silvano Aureoles, para la gubernatura de Michoacán.



“Duarte le daba a todos, en todos lados”, dijo una persona que lo conoció bien. Nadie se escapaba, ni siquiera Morena. El enlace con ese partido era Gabriel Deantes, subsecretario de Administración y Finanzas, aunque sólo en la parte económica, pues la política se la dejaba al actual presidente de la Fundación Colosio, José Murat, y a Erick Lagos, quien era secretario general de Gobierno. Pero las reuniones más delicadas las encabezaba directamente Duarte. En dos ocasiones habló en la Ciudad de México con el jefe de Morena, Andrés Manuel López Obrador, y en dos, en su propio departamento en Polanco, con el operador del dos veces candidato presidencial y actual delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal –una de ellas tras anunciarse la alianza PAN-PRD para la gubernatura de Veracruz a finales de 2015.



Una de las razones, si no la principal, para que Duarte le garantizara a Peña Nieto que ganaría la elección, era por su confianza en la compra de opositores. Así lo había hecho en las elecciones intermedias de 2015, donde los candidatos priistas habían arrasado. Por esos resultados, siempre pensó que el presidente le permitiría ungir a Alberto Silva, dos veces director de Comunicación Social, diputado local y secretario de Desarrollo Social, como candidato del PRI, pero Videgaray –siempre lo responsabilizó Duarte– impuso al senador Héctor Yunes. Aún con la molestia de Duarte, inyectó mil millones de pesos, decía, en la campaña del priista. El senador ha negado que le hayan dado dinero, pero hay testigos de que cuando menos 250 millones de pesos, en una caja de huevo, fueron colocados por el propio Yunes en la cajuela de su auto tras dárselos en la casa de Duarte.



La historia del dinero sucio en las campañas políticas es uno de los capítulos menos explorados, aunque muy hablados, de la gubernatura de Duarte, quien se ufanaba, a principios del año pasado, de haber invertido dos mil 500 millones de pesos en los estados y candidatos que le dijeron desde la Ciudad de México. Ese, pensaba, era su seguro de vida política, pero se le fue agotando. El 5 de junio tuvo una primera llamada de atención sobre lo que podría venírsele, pero siguió con la esperanza de que su amigo Peña Nieto lo protegería siempre. Así lo hizo, en efecto, hasta que dejó de hacerlo.


Nota: En la columna del viernes, “2018: el factor Salinas”, se apunta que el expresidente Carlos Salinas se acercó a Margarita Zavala, precandidata del PAN a la presidencia, para apoyarla. La señora Zavala, aseguró a este espacio que es falso, y que ella no ha recibido ningún tipo de respaldo de Salinas. El dato, para el contexto, fue aportado por dos fuentes de alto nivel, por separado, del PAN.



Twitter: @rivapa

MEXICO un "PAIS POBRE con los POBRES"...es el país de la abundancia para unos cuantos.



Desde la infancia se nos enseña a flagelarnos. Porque México es un país privilegiado, excepcional, dotado por Dios o la naturaleza (a escoger) como pocos. Su forma, el cuerno de la abundancia, refleja esa promesa incumplida. Desborda riqueza, desde hídrica hasta petrolera. Cuestión de estirar la mano para recoger esos ricos frutos tropicales sin esfuerzo. País riquísimo, pero con millones de pobres.

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Porque nos conquistaron. Esos barbudos que muchos presumen como antecesores (más cuando ello implica obtener un pasaporte español o explicar esa piel blanca tan valorada en nuestra sociedad clasista y racista) pero también envilecen. Porque se llevaron el oro y la plata y esclavizaron a los 'mexicanos originales'.  

Despojado, aplastado, México tuvo tan mal arranque que, 200 años después, no acaba por levantarse. Aparte nos cercenaron los gringos, que se robaron la mitad del territorio. Igual, pasados casi 170 años, el trauma nacional se mantiene, remachado en las escuelas mientras se enaltece enrollarse en la bandera y arrojarse al vacío.

Pero el mito de 'país rico' es eso: un mito. Porque México todavía se denominaba Nueva España cuando inició la Revolución Industrial que habría de marcar la verdadera diferencia entre riqueza y pobreza: la capacidad de transformar los recursos por medio de constantes avances tecnológicos. 

Dejó de tener importancia contar con esos recursos naturales, como México, mientras se tuviera la tecnología y capital humano para transformarlos, creando un valor agregado otrora inimaginable, como hoy lo hacen, entre muchos otros, Singapur o Suiza.

La abundancia de recursos, precisamente, dio el pretexto para que aflorara el nacionalismo económico aparejado al político. Muy pocas décadas lleva México abierto a ese comercio e inversiones globales que tanto benefician. 

Y ese nacionalismo también permitió a la clase política enaltecer una ideología estatista además de proteccionista. El petróleo, destacadamente, lo hicimos nuestro, tan nuestro que por décadas pagaremos su pésima administración. 

Hasta hoy mantenemos esa mentalidad e instituciones que obstaculizan y castigan la creación de riqueza, esa noción que el emprendedor exitoso (aquellos que pierden su energía y ahorros en fracasos ni se cuentan) debe entregar al resto mucho más que empleos creados e impuestos.

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Persiste una noción de justicia que clama por aplastar al que sobresale para que todos estemos medio parejos. Se mantienen esas élites políticas que buscan enriquecerse a costa del trabajo ajeno y perpetuarse con reglas que cierran el paso a rivales.

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México es pobre y lleno de pobres. El mito de la riqueza sólo perpetúa el problema de no ver productividad y trabajo, y sobre todo el permitir trabajar, como la llave de la riqueza que emana del individuo a la colectividad. No hay perspectivas para salir pronto de ese mito y agujero, basta ver a los líderes políticos actuales y sus propuestas para el futuro.
Fuente.-Sergio Negrete

Twitter: @econokafka

CUANTO GANAN ?,PEÑA NIETO y los "GARGANTONES del GABINETE"...los que no se truenan los dedos esperando la quincena.

CREEMOS QUE IMPORTA POR...
Porque todo su trabajo se paga con tus impuestos

Hace varios meses te contamos que el presidente Enrique Peña Nieto gana 250 mil 252 pesos al mes, más prestaciones. Ahora, nos pusimos a revisar esta misma información, pero sobre los 19 secretarios de Estado y la de los titulares de la Oficina de la Presidencia y de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal.

¿Hay algún funcionario de Presidencia que gane más que un secretario de Estado? ¿Todos los secretarios ganan lo mismo? ¿Quién tiene prestaciones más atractivas? 
Para responder estas preguntas revisamos los Portales de Obligaciones de Transparencia del gobierno federal. Hay que mencionar, en el caso de las prestaciones, que aunque los funcionarios tengan derecho a ellas no significa que en todos los casos las hayan hecho efectivas.
Ahora sí, vamos a empezar mostrándote qué miembro del gabinete de Peña Nieto recibe el salario neto más alto (el que reciben una vez que se descuentan los impuestos).

PRESTACIONES DE CAJÓN
Todos estos 21 funcionarios de primer nivel tienen las siguientes prestaciones por igual: seguro médico por parte del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), 20 días de vacaciones anuales, aguinaldo y gratificación de fin de año y sus beneficiarios recibirían una gratificación por defunción de hasta cuatro meses de sus percepciones ordinarias.
En todos los casos, tienen como prestaciones una prima vacacional de $10,937 y una gratificación de fin de año, que incluye su aguinaldo, de $43,750. El único caso distinto es el del secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, quien tiene una prima vacacional de $11,040 y una gratificación de fin de año de $44,162.
Ahora, te presentamos en orden descendente el detalle del sueldo de los miembros del gabinete de Peña Nieto.
EN PRIMER LUGAR
Rosario Robles Berlanga es la primer funcionaria de esta lista. La titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) tiene un sueldo mensual neto de $147,265. 

LOS CUATRO SIGUIENTES
Hay cuatro secretarios de Estado que tienen un ingreso similar: José Antonio Meade de Hacienda, Enrique de la Madrid de Turismo, Pedro Joaquín Coldwell de Energía y José Calzada de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.
El sueldo mensual neto de ellos es de $141,976.
RAFAEL PACCHIANO
El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales tiene un sueldo mensual neto de $140,189.
JOSÉ NARRO
El exrector de la UNAM está ahora al frente de la Secretaría de Salud. En ese puesto, su sueldo mensual neto es de $140,058.
OTRO GRUPO DE CUATRO
Hay otro grupo de cuatro miembros del gabinete de Peña Nieto que tienen ingresos iguales. En esta ocasión se trata de Alfonso Navarrete de Trabajo y Previsión Social, Ildefonso Guajardo de Economía, Luis Videgaray de Relaciones Exteriores y Raúl Cervantes de la Procuraduría General de la República.
Estos cuatro funcionarios tienen un sueldo mensual neto de $140,000.
LOS DE PRESIDENCIA
Misha Leonel Granados, la titular de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, y Francisco Guzmán, el jefe de la Oficina de la Presidencia tienen un sueldo mensual neto de $139,973.
EDUCACIÓN Y CULTURA
En el gobierno de Peña Nieto se creó la Secretaría de Cultura. Antes, esta área estaba a cargo de la SEP, por ello, tiene sentido que sus titulares, Aurelio Nuño y María Cristina Martínez, tengan el mismo sueldo mensual neto: $139,783.
GERARDO RUIZ ESPARZA
El titular de Comunicaciones y Transportes tiene un sueldo mensual neto de $139,741. 
ARELY GÓMEZ
Esta exprocuradora ahora está al frente de la Secretaría de la Función Pública y tiene un ingreso casi idéntico al de Ruiz Esparza.
Su sueldo mensual neto es de $139,648.
LUIS MIRANDA
Este funcionario fue subsecretario de la Secretaría de Gobernación y ahora llegó al primer nivel de gabinete como titular de la Secretaría de Desarrollo Social.
Luis Miranda tiene un sueldo mensual neto de $139,634.
MIGUEL ÁNGEL OSORIO
Aunque la relevancia política coloca a la Secretaría de Gobernación solo debajo de la Presidencia, cuando se trata de sueldos está en el antepenúltimo puesto.
Osorio Chong tiene un salario mensual neto de $139,456.
SALVADOR CIENFUEGOS
Este general está al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional. El sueldo neto de Cienfuegos es de $128,462.
EL QUE GANA MENOS
El titular de la Secretaría de Marina, Vidal Soberón, es el miembro del gabinete federal que recibe el menor sueldo.
El almirante Soberón tiene un sueldo mensual neto de $124,960.

CREEMOS QUE IMPORTA POR...
Porque todos quisiéramos tener un recibo de nómina como el del presidente
Si alguien no se va a tronar los dedos esperando la quincena, ese es el presidente Enrique Peña Nieto. 
El mandatario mexicano tendrá en 2017 una remuneración total anual neta de 3 millones 2,971 pesos, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado para el próximo año, y eso que ya le quitamos los impuestos.
Esta cifra se compone del salario, compensaciones y múltiples prestaciones; por ejemplo, el seguro de separación individualizado y el pago extraordinario por riesgo. Es decir, al mes Peña Nieto recibirá 250,252 pesos.
Como sabemos que igual y te quedaste como Travolta al escuchar las prestaciones o rubros que componen la remuneración del mandatario mexicano, aquí lo desglosamos: 
SUELDOS Y SALARIOS 
Este rubro está compuesto por el sueldo base y la compensación garantizada, la cual es un ingreso extra que se otorga como incentivo por el desempeño laboral, según la Ley del ISSSTE.
Peña Nieto recibe anualmente un total de 2 millones 502,851. De sueldo base son 489,192 pesos, mientras que por la compensación recibe 2 millones 13,659 pesos, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017. 
Pero agárrate porque viene lo bueno...las prestaciones
PRESTACIONES ECONÓMICAS
1) Prima vacacional: Es la cantidad adicional que se da al trabajador para el disfrute de sus vacaciones. La prima vacacional no puede ser menor al 25% sobre los salarios correspondientes al periodo de vacaciones, según la Ley de Trabajo. Un total de 13,589 pesos es lo que el jefe del Ejecutivo recibirá por este concepto el siguiente año. 
2) Aguinaldo y gratificación de fin de año: Suenan a lo mismo pero no son iguales. El aguinaldo, bonificación que por ley todo trabajador debe recibir a fin de año, se calcula con base en el salario básico, mientras que la gratificación se establece tomando en cuenta la compensación garantizada. 
El 50% de ambas prestaciones debe pagarse antes del 15 de diciembre y 50% restante el 15 de enero, de acuerdo con la Ley del ISSSTE. Para establecer el número de días a pagar por concepto de aguinaldo y gratificación, la Secretaría de Hacienda debe emitir un decreto para el ejercicio fiscal correspondiente. Se prevé que este año el mandatario tenga un aguinaldo de 81,858 pesos y una gratificación de fin de año de 343,583 pesos.
3) Ayuda para despensa: Además, el presidente recibe una ayuda anual de 6,780 pesos para comprar despensa, es decir, 565 pesos mensuales. 
PRESTACIONES EN ESPECIE
1) Seguridad Social: Esta aportación cubre los accidentes, enfermedades, jubilación, invalidez, vejez o muerte del trabajador, de acuerdo con la Constitución mexicana. Por este concepto el presidente recibe 58,285 pesos al año, o sea, 4,854 mensualmente. 
2) Ahorro solidario: Se compone de las aportaciones que el trabajador realice voluntariamente a una cuenta individual. 
El beneficiario, en este caso el presidente, aporta a dicha cuenta el 1 o 2% de su sueldo base, mientras que la dependencia en la que labore debe dar 3.25 pesos por cada peso que el trabajador deposite. Por esta prestación el mandatario recibe 17,091 pesos anuales, es decir, 1,424 pesos al mes. 
3) Seguro de vida institucional: Este seguro es exclusivo de los trabajadores del Estado y los ampara en caso de fallecimiento, invalidez o incapacidad. La suma asegurada, que será 40 veces la percepción ordinaria del trabajador, deberá entregarse al titular o a sus beneficiarios en caso de siniestro. Por este seguro, el presidente recibirá 29,283 pesos al año, que equivalen a 2,440 pesos mensuales. 
4) Seguro de gastos médicos mayores: Al año, Peña recibe un seguro de gastos médicos mayores de 27,935 pesos (2,327 al mes). Esta prestación cubre los gastos quirúrgicos, de análisis o medicamentos. 
5) Seguro de separación individualizado: En caso de que el presidente perdiera su empleo, este seguro lo respalda. Esta prestación ampara a los servidores públicos para que no pierdan los beneficios de su seguro de vida o jubilación. Por este concepto el presidente recibirá 379,220 pesos, es decir, 31,601 pesos mensuales.
Bien. Ya acabamos con las percepciones ordinarias, pero nos falta un poco más: la Potenciación del seguro de vida institucional y pago extraordinario por riesgo.
¿Qué significa esto? El ser presidente, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación, pone en riesgo la salud y seguridad de Peña, por lo que el mandatario recibirá el próximo año 854,223 pesos. 
Esto nos da un total bruto de 4 millones 314,696 pesos, pero a todo esto se le retiene el Impuesto Sobre la Renta (ISR), por lo que el total neto es de 3 millones 2,971 pesos. 
...Y SE AUMENTÓ EL SUELDO
En 2017, el presidente ganará 1,155 pesos más en comparación con el año anterior, pues Enrique Peña Nieto tuvo durante 2016 un ingreso mensual de 249,097 pesos mensuales, cifra que para 2017 se elevará a 250,252.
Pero con todo y el aumento, el próximo año no será el mejor, económicamente hablando, para el jefe del Ejecutivo. 
Te presentamos el histórico de los ingresos anuales y mensuales del presidente
Año
Ingreso anual
Ingreso mensual
2013
3,048,780
254,065
2014
3,054,974
254,580
2015
2,984,089
248,676
2016
2,989,128
249,097
2017
3,002,971
250,252
FUENTE.-