“Deje de hacer ruido”, le escribieron a María Isabel Cruz Bernal, madre de Yosimar García Cruz -desaparecido desde enero de 2017- y fundadora del colectivo Sabuesos Guerreras.
“Primera y última llamada de atención”, le insistieron.
Se trata de una serie de llamadas y mensajes de texto hacia una de las mujeres buscadoras quien, junto con el colectivo que integra más de 400 familias en Sinaloa que buscan a personas desaparecidas, han visibilizado una de las etapas más graves de la desaparición en Sinaloa, mientras se desarrolla una confrontación entre dos grupos criminales del cártel de Sinaloa.
“Primera y última llamada para tu asociación de búsqueda, así que no la agarre de juego”, siguió la cadena de mensajes.
“Que ya están ubicados, los próximos pueden ser ustedes”, se añadió en los mensajes.
Cruz Bernal se encuentra fuera de México, ha ido a participar en el Congreso Mundial de Desaparición Forzada que se desarrolla en Ginebra, Suiza. Ahí utilizó el espacio para hablar sobre la crisis que se ha desatado a raíz de la violencia exacerbada desde el 9 de septiembre.
En ese mismo foro denunció la amenaza y ha pedido seguridad al Estado mexicano.
“Busco a mi hijo desaparecido y eso me ha llevado a tener amenazas de muerte, tenía 12 hasta el día de ayer, porque a las 3 de la mañana sonó mi teléfono el día de hoy para amenazarme, por estar aquí en este congreso”, aseguró.
“Tengo unos mensajes de WhatsApp que también me enviaron y creo que eso nos pone en vulnerabilidad. Estaba pensando en tomar esta mesa, pero decidí estar aquí porque nos están matando por salir a buscar a nuestros hijos, a nuestros hermanos, a nuestros esposos”.
Sabuesos Guerreras es uno de los colectivos de búsqueda en Sinaloa que han documentado al menos 794 fichas de búsqueda a personas que fueron desaparecidas desde el 9 de septiembre al 9 de enero, cuyos destinos han sido paredes, postes y las redes sociales de centenas de personas que están buscando a personas desaparecidas.
En las fichas de Sabuesos Guerreras se ha colocado un número de teléfono, el cual suena diario con mensajes de familiares que tratan de localizar a los suyos, pero también de personas que quieren extorsionar usando datos de las pesquisas y hasta quienes hacen amenazas.
Pero esto que ha pasado es distinto, se hizo la amenaza de manera directa a un número de teléfono personal, el que lleva consigo la madre buscadora.
“Creo que la amenaza que me llegó me ha puesto a pensar en mi regreso y me da mucho coraje, me da impotencia, me da miedo porque tengo a mi familia allá. Vivo en uno de los estados más violentos ahorita y creo que no se vale que venir a exponer esta problemática a nivel mundial me ponga en este riesgo a mí y a mi familia y a todas mis compañeras, porque todas corremos la misma suerte”, señaló.
“Yo solamente soy una madre y lo que quiero es que mi hijo regrese a casa, es lo que todas queremos, es el grito de las madres, de las mujeres desesperadas por encontrarlos”.
Que nos revela
Las amenazas recibidas por María Isabel Cruz Bernal revelan varios aspectos preocupantes sobre la situación de las personas buscadoras de desaparecidos en Sinaloa que se padecen en toda la geografía bajo ausencia total del estado de derecho:
Intimidación y silenciamiento
Las amenazas buscan claramente intimidar y silenciar a Cruz Bernal y al colectivo Sabuesos Guerreras. La frase “Deje de hacer ruido” indica que los perpetradores quieren que cesen sus actividades de búsqueda y denuncia pública y deja ver que la labor del colectivo está incomodando a grupos criminales o autoridades coludidas.
Vigilancia y vulnerabilidad
Los mensajes demuestran que Cruz Bernal y el colectivo están siendo vigilados de cerca. La amenaza “ya están ubicados” revela que conocen sus movimientos y actividades, incluso fuera de México. Esto expone la vulnerabilidad en que se encuentran las buscadoras.
Escalada de violencia
La advertencia de que es la “primera y última llamada de atención” y que “los próximos pueden ser ustedes” implica una clara amenaza de violencia física contra las integrantes del colectivo si continúan con su labor. Esto representa una escalada en las intimidaciones que ya venían sufriendo.
Impunidad y colusión
El hecho de que los perpetradores se sientan con la confianza de amenazar abiertamente a una activista reconocida internacionalmente sugiere que operan con un alto grado de impunidad que puede indicar colusión de autoridades que dicen “estan débiles”.
Crisis humanitaria
Las cifras mencionadas de 794 fichas de búsqueda en 4 meses revelan la magnitud de la crisis de desapariciones que vive Sinaloa en el contexto del conflicto entre grupos criminales. La amenaza busca ocultar esta realidad.
Vulnerabilidad de las familias
Cruz Bernal expresa temor no solo por ella sino por su familia, lo que muestra cómo las amenazas afectan el entorno familiar completo de las buscadoras, aumentando su vulnerabilidad.
En resumen, estas amenazas exponen los graves riesgos que enfrentan quienes buscan a personas desaparecidas en Sinaloa, en un contexto de violencia generalizada, impunidad y posible colusión de autoridades con grupos criminales. Revelan un intento coordinado de silenciar a quienes visibilizan la crisis de desapariciones en la entidad.
Con informacion: REVISTA ESPEJO/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: