Mientras la Corte de Apelaciones de Estados Unidos ,rechazaba otra vez el pedido de apelación del narcotraficante mexicano, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, quien argumentaba que en su juicio el Departamento de Justicia manipuló a testigos incriminadores,su esposa Emma Coronel presentaba en Instagram a su nuevo “perrhijo”.
La negativa a la solicitud de El Chapo implica que no hay modificaciones a la sentencia de cadena perpetua más 30 años de prisión que le dictó el juez Brian Cogan, de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York.
El nuevo bebe
En tanto eso sucedía en Nueva York,la esposa del “Chapo”,la modelo Emma Coronel presumia en sus redes sociales a su nuevo “perrhijo”, el cuál se unió recientemente a la familia conformada por sus hijas gemelas, María Joaquina y Emali Guadalupe que tuvo con “El Chapo” durante su relación amorosa.
En las imágenes que compartió la modelo en sus historias de Instagram, se puede observar un cachorro de la raza Lhasa Apso de color café y blanco, además se aprecia que el canino porta un moño negro con colores en su collar, lo que le da una apariencia tierna. La imagen viene acompañada con la frase “Bebe en casa”.
En otra de las historias que subió Coronel, se aprecia como la modelo se preparó para la llegada del cachorro, ya que se ve como entre sus compras hay productos como shampoo exclusivo para perros de raza peluda, un contenedor de alimento, toallas, juguetes, una cama afelpada entre muchos otros.
Que son los “perrhijos”
El término “perrhijos” se utiliza para describir a las mascotas, especialmente perros, que son tratados como hijos por sus dueños. Este concepto ha ganado popularidad en los últimos años, reflejando una tendencia en la que las relaciones entre humanos y animales de compañía adquieren un carácter mucho más cercano e íntimo.
Los dueños suelen brindarles un cuidado que incluye no solo lo básico, como alimentación y salud, sino también elementos asociados tradicionalmente a la crianza de niños, como juguetes, ropa, celebraciones de cumpleaños y vacaciones.
En estos casos, los perros se convierten en un reemplazo emocional que satisface el deseo de compañía, conexión y afecto. También está vinculado a un auge en el gasto relacionado con mascotas, ya que los “perrhijos” están en el centro de un mercado que incluye servicios especializados, seguros médicos veterinarios y alimentación premium.
Sin embargo, esta tendencia ha generado cuestionamientos y críticas desde diversas perspectivas, incluyendo la ética animal y las dinámicas familiares. Mientras algunos expertos consideran que humanizar excesivamente a las mascotas puede afectar su bienestar al no respetar su naturaleza animal, otros destacan los beneficios emocionales que esta relación proporciona a los cuidadores, como la reducción de la soledad y el estrés.
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