El otrora paraíso de seguridad, San Pedro Garza García,en el nuevo Nuevo León que se puso muy fiera en materia de violencia ,parece haber encontrado la solución definitiva a problemas de inseguridad, tan solo unos dias despues de que habia presumido el “blindaje que ya fallo”,ahora resguardara con decena de camionetas blindadas, la integridad física en sus traslados,asi como del Secretario y directores de Seguridad Pública,cita ELNORTE.
Como ya se advierte, el alcalde Mauricio Fernández, en su infinita sabiduría, ha decidido que la mejor manera de combatir la delincuencia es… ¡blindarse a sí mismo!,pues no se debe olvidar, aquellas dos narcomantas con su nombre en 2023.
Después de todo, ¿qué importa si el CDN le ejecutan a alguien a menos de 600 metros de la Presidencia Municipal, o si hay tiroteos en los límites del municipio? Lo importante es que el alcalde y sus funcionarios puedan pasear tranquilamente por las calles que ya no son tan seguras.
Es reconfortante saber que mientras los pudientes sampetrinos tienen que lidiar con el aumento en la tasa de homicidios , sus líderes estarán cómodamente protegidos tras capas de blindaje con cristales antibalas cuyo grosor puede alcanzar hasta 3+1⁄2 pulgadas (89 mm),un espesor que corresponde a los niveles más altos de protección balística, aunque los acristalamientos de policarbonato a prueba de disparos pueden llegar hasta 100 mm (4 pulgadas) de grosor, pero que importa a que costo si va acabar con los cobros de piso de la bola de cobrones bajo promesa 31 dias que ya son menos.
Y no nos olvidemos de la brillante estrategia de “timing” justo cuando San Pedro recuperaba su título como el municipio más seguro de México ¿qué mejor momento para comprar vehículos blindados? Nada dice “somos seguros” como una flota de autos a prueba de balas.
Pero no seamos injustos, el alcalde Fernández tiene obligaciónes pero también derechos como resto de sus colaboradores que podran ir al supermercado sin temor a ser alcanzados por una bala perdida. ¿Los ciudadanos? Bueno, ellos pueden seguir confiando en esa percepción de seguridad que tanto presumen las encuestas.
Los “Chicos rudos de Mau”.
Pero,porque siempre hay peros,de acuerdo con lo publicado por The Dallas Morning News en su sitio web, el presunto ex policía de San Pedro, Jesús Gerardo Ledesma Cepeda,quien está siendo enjuiciado en Dallas por el asesinato del abogado de Osiel Cardenas en 2013, declaró que el “grupo rudo” que funcionó en la administración del Edil panista (2009-2012) tenía contactos dentro del cártel de los Beltrán Leyva a quien le compraba información.
“Fernández había hecho un pacto con el Cártel de los Beltrán Leyva para mantener la paz en su municipio, dándoles rienda suelta”, indica la publicación.
Un testigo que coopera con la fiscalía estadounidense, Jesús Gerardo Ledezma Campano, que declaró en contra de su padre, Jesús Gerardo Ledezma Cepeda, y un primo de éste, en el caso del asesinato del abogado Jesús Guerrero Chapa en 2013, dijo que él y su papá trabajaron para la policía de San Pedro alrededor del año 2010.
El Dallas Morning News difundio la nota firmada por Kevin Krause con la declaración de Ledesma Campano, quien atestiguó en contra de su padre luego de que llegó a un acuerdo de protección para su esposa e hijos.
El presunto ex policía dijo que Mauricio Fernández quería que la opinión pública pensará que él mantenía la paz mediante el uso de una fuerza secreta compuesta por cientos de elementos, el llamado “grupo rudo”. Sin embargo, el grupo solo contaba con cuatro miembros principales, entre ellos Jesús Gerardo Ledesma Cepeda, Mauricio Fernández y el director de la Policía de San Pedro.
Ledezma Campano dijo que su padre era amigo de Alberto “Chico Malo” Mendoza, un jefe de plaza de los Beltrán Leyva en San Pedro, quien fue arrestado por elementos de la Marina Armada de México en 2010, lo que provocó la furia de Rodolfo Villarreal Hernández, alias “El Gato”, un líder de la organización criminal.
El testigo declaró que sólo tres personas conocían la ubicación de “Chico Malo”, entre ellas el Alcalde Mauricio Fernández, Ledezma Cepeda y el director de la Policía Municipal.
Ledezma Campano dijo que su primer trabajo para el cártel de los Beltrán Leyva fue poner un rastreador en la camioneta del jefe de policía de San Pedro, quien eventualmente fue ejecutado.
Ledezma Campano, quien ayudó a su padre a rastrear a Juan Jesús Guerrero Chapa, abogado de Osiel Cárdenas, líder del cártel del Golfo, para asesinarlo en 2013, se declaró culpable de un cargo menor y acordó testificar a cambio de protección para su esposa e hijos.
De acuerdo con la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/446/09,el alcalde Mauricio Fernández habría estado involucrado en la muerte de Francisco Saldaña, “El Negro”, jefe de plaza de los Beltrán Leyva, al anunciar su muerte antes de que se conociera por las autoridades, el día en que tomó protesta por segunda vez como Alcalde, el 31 de octubre de 2009.
En las mismas indagatorias se citan supuestos diálogos en 2009 entre el panista y Arturo Beltrán Leyva, en el que éste habría informado a Fernández sobre la muerte de Saldaña.
Además, se habla de un testigo protegido quien reveló que el entonces Alcalde albiazul pagó 5 millones de dólares para que, durante los tres años de su Gobierno, San Pedro se mantuviera tranquilo de secuestros y extorsiones.
Con información: ELNORTE/SINEMBARGO/THEDALLASMORNINGNEWS
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