Irene Zapata Silva estaba la tarde del jueves en la cocina de su casa, localizada en el municipio de San Francisco de los Romo, Aguascalientes, cuando un grito que le llegó desde el salón le advirtió de la que sería para ella la peor noticia. Su esposo recibió una llamada en la que le informaban que su hija Jeanette, de 18 años, en coma durante varios días, había fallecido. “Ha sido muy duro”, dice Zapata en entrevista telefónica. “Al principio no pude reaccionar”, agrega.
La muerte de la boxeadora mexicana Jeanette Zacarías ha provocado una avalancha de dudas y señalamientos y también revela la sordidez que envuelve al mundo del boxeo, que en México es seguido con fervor. La pugilista falleció este jueves cerca de las cuatro de la tarde (hora local) en el hospital Sacré-Cœur de Montreal. Estaba internada en la unidad de cuidados intensivos desde la noche del sábado, tras perder su pelea por nocaut técnico —al término del cuarto episodio— contra la canadiense Marie-Pier Houle. Segundos después de que el réferi parara el combate, Zacarías sufrió convulsiones y fue trasladada al centro médico de la ciudad quebequesa, donde estuvo cinco días en coma inducido.
La chica llegó a Canadá siguiendo su sueño de convertirse en una gran boxeadora, pero la opacidad que envuelve a esta disciplina truncaron a golpes sus sueños sobre el ring. Zacarías recibiría 1.800 dólares canadienses (unos 1.430 estadounidenses) por este combate, según medios de Canadá. La pelea en Montreal era su primer compromiso fuera de México. En su registro constaban dos triunfos (ambos por decisión) y tres derrotas (dos por la vía rápida). La más reciente había tenido lugar el pasado 15 de mayo —tras 30 meses de inactividad— cuando perdió por nocaut técnico ante Cynthia Lozano. Abundan los señalamientos sobre el hecho de que Jeanette Zacarías subió al cuadrilátero en Canadá poco más de tres meses después de esta derrota ante Lozano. Un video de dicho encuentro, difundido por distintos medios canadienses, ha aumentado el coro de críticas, ya que muestra cómo Zacarías recibía —al igual que en su cita en Montreal— un fuerte castigo contra las cuerdas.
La cadena RDS difundió información respecto a la manera en que Zacarías fue contratada para pelear en la urbe canadiense. Un organizador de combates (matchmaker, en la jerga boxística) que trabaja con Yvon Michel, promotor del encuentro boxístico, debía encontrar a pugilistas para completar el cartel. Tocó puertas en otras provincias de Canadá, también en Estados Unidos y Europa, pero las distintas restricciones relacionadas con la covid-19 y calendarios ya ocupados impidieron la tarea. Fue así como un agente basado en México propuso a Jeanette Zacarías y Jovanni Martínez, su pareja y entrenador.
Las dudas sobre la organización del combate entre Jeanette y su contrincante canadiense golpean como puñetazos en la familia de la boxeadora. “No estaba de acuerdo con su decisión de pelear”, explica Irene Zapata. “Creo que la contrincante no tenía el peso que se requería. Su físico se miraba mayor. Le pregunté a mi hija quién había certificado que cumpliera con el peso, pero me dijo que todo estaba bien. Le dije que si en algún momento sentía que no podía, que se dejara caer o que parara la pelea. Sé que ella lo dio todo”, dice la madre.
Para jóvenes de clases bajas el boxeo puede ser un trampolín para lograr fama y dinero a cambio de resistir la rudeza de los combates. Se someten a extenuantes entrenamientos con la vista puesta en ser descubiertos por los organizadores de las peleas, dispuestos a pagar bajos salarios a cambio de recibir jugosas ganancias en una industria que mueve cientos de millones de dólares al año. Estas jóvenes promesas se reflejan en personajes como el boxeador retirado Floyd Mayweather, que acumuló millones a lo largo de su carrera. Muchos, como el caso de Jeanette, no reciben el entrenamiento adecuado o no cuentan con las condiciones propicias para enfrentarse en un ring.
Zapata, sin embargo, afirma que su hija iba bien preparada para la pelea. Estaba emocionada por el viaje a Canadá. “Se fue feliz”, dice. A pesar de ese entusiasmo, la madre se preocupaba por la chica y no quería que siguiera boxeando, principalmente tras la pelea contra Lozano, en Reynosa, donde la joven fue noqueada y perdió el conocimiento por tres horas. “Le dije que dejara el boxeo, pero ella quiso seguir. Fue su decisión y como padres debemos respetar su decisión y darle nuestra bendición”, cuenta Zapata.
El deceso de la joven fue informado la noche del jueves por Yvon Michel, promotor del encuentro boxístico, a través de las redes sociales. Zacarías estuvo acompañada en todo momento por Jovanni Martínez, quien también participó como peleador en la velada llevada a cabo el 28 de agosto en el estadio IGA de Montreal. La boxeadora Marie-Pier Houle dijo sentirse “devastada” por la noticia del fallecimiento de Zacarías. “Ofrezco mi más sentido pésame a su familia y a su pareja Jovanni Martínez. Respeten por favor mi deseo de no hacer más comentarios”, escribió en Facebook. Houle cerró su cuenta pocas horas después.
Jeanette Zacarías (izquierda) recibe un puñetazo de Marie-Pier Houle en su lucha en Montreal, Canadá.RRSS
Michel y la Comisión de alcohol, carreras y juegos de Quebec subrayaron este domingo que la mexicana había pasado todas las pruebas médicas exigidas antes de su cita en el cuadrilátero. Este viernes, Geneviève Guilbeault, ministra de Seguridad Pública de Quebec, anunció que el Servicio Forense abrirá una investigación sobre “las causas probables y las circunstancias que condujeron a la muerte de la deportista”. El mismo día, la Comisión de alcohol, carreras y juegos indicó que colaborará en las pesquisas sobre esta tragedia, así como para “minimizar los riesgos asociados con la práctica de un deporte de alto riesgo”. Michel ha afirmado este viernes en Twitter que está dispuesto a colaborar con transparencia en las pesquisas. La oficina del promotor no respondió a las solicitudes de entrevista de este diario.
Boxeo como defensa personal
Jeanette comenzó a boxear desde niña. A los 12 años su padre la inscribió en clases de boxeo con la esperanza de que aprendiera defensa personal para poder reaccionar si en algún momento era víctima de violencia en un país donde son asesinadas 10 mujeres al día. “Vio que tenía talento y siguió”, cuenta la madre. “Al principio me daba miedo, pero se miraba que tenía el don para boxear y por eso la apoyé”, agrega. “Luego se produjo el incidente de Reynosa y ya no me gustó y le pedí que lo dejara”, comenta.
Las autoridades mexicanas de boxeo no se han pronunciado sobre el caso ni las circunstancias en las que se llevó a cabo el combate que terminó en tragedia. Mauricio Sulaimán, controvertido presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), declaró este viernes al diario El Universal: “Vamos a tomar el tema de las suspensiones para analizar a fondo y trabajar en ello a nivel mundial. Ella fue suspendida por 90 días, pero cumplió y pudo pelear unos días después. Siento que la interpretación de las suspensiones, sobre todo en nocauts importantes, deben tener la consideración para que no entrenen, no haya contacto y a partir de ahí haya un periodo adicional para volver a pelear”.
En San Francisco de los Romo, Irene Zapata afirma que las autoridades de Aguascalientes han estado en contacto con ellos. Su esposo habló ayer con el gobernador del Estado, Martín Orozco, quien dijo que la repatriación del cadáver puede tardar de 10 a 15 días. Alejandro Estivill, Cónsul General de México en Montreal, señala que el personal de su oficina ha tenido constante comunicación con las personas que acompañaban a Zacarías y con el promotor. “Cuando su cuadro pasó a ser más crítico, recibimos solicitud de los familiares, en particular de su padre, para que se tramitara un permiso especial para que viajara a Montreal, que resulta muy excepcional, exceptuado de las limitaciones que existen actualmente para viajar por la covid-19”, indica Estivill.
El permiso se tramitó y se obtuvo, precisa el Cónsul, gracias al apoyo de la Embajada de México en Ottawa y a un área especial del Gobierno canadiense que atiende casos humanitarios. Asimismo, la Cancillería ayudó a tramitar con urgencia el pasaporte. “Lamentablemente, Jeanette falleció y el padre tomó la decisión de que prefería esperar el cuerpo de su hija en México”, dice Estivill. Respecto a la repatriación del cuerpo, Estivill afirma que se brindará apoyo en todos los trámites necesarios, aunque primero corresponde a las autoridades canadienses realizar las diligencias de ley. “El promotor se ha comprometido a cubrir los costos de la repatriación”, añade.
Mientras tanto, la solidaridad de los vecinos de la colonia Puertecito de la Virgen no ha tardado en llegar hasta la puerta del hogar de los Zacarías Zapata: apoyo económico, oraciones, organización de un homenaje para la joven boxeadora muerta en combate en una historia que abre nuevamente el debate sobre la violencia, explotación y chanchullos económicos que envuelven al boxeo. “No culpo a nadie”, afirma la madre. “Sé que ella lo dio todo, pero hubiera preferido que no se hiciera famosa de esta forma”, agrega.
fuente.-Diario Español/Jaime Porras/Carlos Salinas
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