Las personas llevan una vida permanentemente conectada, ya sea en su celular, una computadora, una consola de videojuegos o hasta su cafetera y esto ha provocado que caigan en malos hábitos digitales que afectan su ciberseguridad y privacidad.
Lastimosamente, los malos hábitos de los usuarios facilitan el trabajo de los cibercriminales”, advirtió el director del equipo global de investigación y análisis para América Latina en Kaspersky, Dmitry Bestuzhev.
Por eso consideró que el inicio de año es una buena oportunidad para que las personas mejoren sus hábitos para proteger su información. Los primeros pasos para lograrlo son sencillos.
1. CONTRASEÑAS SEGURAS.
La recomendación es crear contraseñas únicas y complejas para cada cuenta en la red y no compartirlas. Una contraseña segura debe tener, por lo menos, 15 caracteres que incluyan números, mayúsculas, minúsculas y caracteres especiales.
Aquellos que tengan problemas recordando sus diferentes contraseñas pueden usar aplicaciones que ayudan a almacenarlas en un lugar seguro.
2. PRIVACIDAD EN REDES SOCIALES.
Las redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram tienen información sobre sus usuarios y, si no se tiene cuidado, ésta puede ser accesible para cualquier usuario de la red y en el peor de los casos ver su identidad robada.
Para evitarlo, se tiene que revisar los ajustes de privacidad. Por ejemplo, la mayoría de redes sociales cuenta con la opción de limitar la información sólo a amigos cercanos o determinar la cuenta como privada para así tener un mayor control de los contactos.
Esta semana Facebook actualizó la función llamada Comprobación Rápida de Privacidad, por lo que ahora es más fácil determinar quién puede ver lo que el usuario comparte o definir una contraseña más robusta y activar las alertas de inicio de sesión.
3. Y EN LOS DISPOSITIVOS.
Otro factor de riesgo en México es que, de acuerdo con una encuesta de Kaspersky, 12% de las personas no coloca una contraseña de acceso a sus dispositivos móviles y 34% ha compartido dicha clave. Para el especialista este tipo de “descuido” pone en riesgo al usuario.
Por eso es recomendable que todos los dispositivos estén bloqueados cuando no se utilicen y con contraseñas difíciles de adivinar, algunos incluso ya cuentan con biométricos como la huella digital para que sea más sencillo protegerlos.
Sin olvidar que estos dispositivos también requieren una solución de ciberseguridad como puede ser un antivirus que lo protege de códigos maliciosos o puede ayudar a rastrearlo cuando se pierde.
4. BANCA EN LÍNEA.
Bestuzhev recordó que cada día son más las personas que aprovechan los beneficios de la banca en línea, ya que desde cualquier dispositivo pueden hacer compras, pagos o transferencias de dinero. Lamentablemente, esta tecnología al mismo tiempo facilita a los ciberdelincuentes el robo de dinero.
En este caso, hay que tomar algunas medidas básicas de protección como no compartir con nadie las credenciales de acceso a la banca en línea y verificar que la página de internet del banco no sea falsa. Es importante ingresar desde una red segura y no pública, también hay que cerrar la sesión de los servicios bancarios después de usarlos.
5. WIFI PÚBLICO.
El WiFi público permite estar siempre conectado y ahorrar datos, pero se ha encontrado que los piratas informáticos pueden colocar redes de este tipo en lugares como una plaza comercial para acceder a los datos de las personas que se conectan.
Si bien la recomendación es no usarlas, si no se tiene otra opción lo más básico es no colocar contraseñas, ni entrar a la banca en línea o utilizar en el dispositivo una red virtual privada, la cual protegerá el intercambio de información gracias a que genera un canal cifrado y más seguro.
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