Irma Eréndira Sandoval, titular de la Función Pública, es la responsable de mantener en pie un pilar doble del proyecto 4T: que la corrupción sea combatida y que quien caiga en ella sea castigado.
Para esa tarea, ante los miembros del Consejo Editorial de Crónica, encabezado por don Jorge Kahwagi Gastine, Sandoval señala que la denuncia ciudadana será insustituible. Se muestra confiada en que la expectativa generada por la llegada de López Obrador a la Presidencia, mantenga el impulso que ya se muestra: la denuncia aumentó en cerca del 50 por ciento en los primeros meses de la administración.
Del Presidente, señala, hay apoyo presidencial total y autonomía de facto para continuar con lo que llama vigilancia y control en tiempo real de la Administración Pública Federal.
A la par de la denuncia ciudadana, agrega, la denuncia protegida, la que proviene del interior mismo del gobierno y en la que se dan garantías a quien alerta de un mal manejo, es también vital, pues con ella el encubrimiento se desvanece y, además, se logra conocer el modus operandi de quienes tuercen sus atribuciones para lograr beneficios privados.
Irma Eréndira Sandoval, acompañada de colaboradores cercanos, comenta éste y otros temas, incluyendo el caso Bartlett, sobre el que dice que se actuará con responsabilidad y sin premura. “¿Cuándo se había visto en el pasado que se abriera investigación contra un alto funcionario?, ¿qué más prueba se quiere de que esto va en serio?”.
Fue un encuentro cordial con los directivos de Crónica, del que brindamos a nuestros lectores los puntos principales:
–¿Cómo lograr que este tema, el combate a la corrupción, llegue a fondo, que a partir de él se sienta un cambio verdadero en la vida del país?–, se le pregunta a la secretaria Sandoval Ballesteros.
–Tenemos claro que no se trata de ver centavos perdidos, de buscar chivos expiatorios o de las cuestiones burocráticas sobre quiénes, por ejemplo, no llenaron bien su declaración patrimonial o no sacaron un sello para una compra. Yo les he dicho a mis titulares de los Órganos Internos de Control que eso no me interesa, que vamos a cumplirlo, pero que el fondo es lo estructural.
Y lo que hemos hecho me parece emblemático, porque recibimos 50 por ciento más de denuncias en los primeros meses del primer año de gobierno. 31 mil denuncias recibidas, de diciembre de 2018 a octubre pasado, frente a menos de 20 mil que se recibían antes.
–Eso, que haya más denuncias, implica que hay más confianza en denunciar...
–Hay más confianza –señala la secretaria–, y hay más confianza porque antes se recibían y se quedaban allí. Nosotros las empezamos a analizar rápidamente y abrimos 23 mil carpetas de indagatorias, es decir hay una correspondencia entre una y otra cosa. Y hay 10 mil resueltas; con sanción, 4 mil aproximadamente, son inhabilitaciones sobre todo en funcionarios de mando, directores generales y titulares de unidad; hay destituciones y, lo más interesante, las sanciones económicas resarcitorias.
Lo anterior se concentra en altas esferas y allí también nos ha ayudado el programa de denuncia protegida, porque necesitamos información de adentro, del modus operandi –indica.
Entre los acompañantes de Irma Eréndira Sandoval a la reunión están su jefe de Oficina, Edgar Moreno Gómez, politólogo del ITAM a mitad de un equipo conformado principalmente por egresados de la UNAM, y Jesús Robles Maloof, responsable de Operación Regional. Son ellos quienes complementan este tema diciendo que el programa de acompañamiento de la denuncia resulta vital para mantener la confianza ciudadana y favorecer la denuncia, brindando la confidencialidad necesaria, acompañamiento no burocratizado y bajo estándares exigidos internacionalmente.
En el centro del esquema whistleblowing está la denuncia ciudadana como punto de partida para el ataque a la corrupción. Un tema que, se acuerda con Sandoval, Crónica y sus lectores tendrán ocasión de conocer a detalle a través de encuentros con los funcionarios responsables del tema.
–¿Y la Función Pública tiene suficientes recursos humanos para atender el cúmulo de denuncias ciudadanas y atenderlas de fondo? –se le pregunta a la secretaria.
–Pues les digo que sí –responde Sandoval con firmeza–, tenemos los mejores recursos humanos y lo digo con convencimiento y que además se nos están transfiriendo los órganos Internos de Control con toda su estructura. Ahora dependen presupuestalmente de nosotros y dicen que el que manda paga, así que es un cambio cualitativo. Ya no son esos escuderos de las dependencias que les arreglaban su situación.
–Aun así, este tema de la corrupción ha sido llevado y traído por muchas administraciones como emblema y a la postre pudo quedar la sensación en la ciudadanía de que no pasó nada.
–Aquí sí hay una transformación: ni se verá el nepotismo desgarrador del Estado lopezportillista, ni la privatización extrema y corrupta en muchas aristas, que le siguió en las siguientes décadas.
En los últimos sexenios nos hubiéramos quedado tranquilos si se hubiera cumplido aquello de que “quien se muere en el mercado, se muere en el mercado y ya”, perfecto, pero eso nunca sucedió, todos los sabemos: Volvió la mano negra, la corrupción y al final del camino salió tan malo el pinto como el colorado.
Aquí (en esta administración) es otra cosa. Y revisemos eso de que nosotros no actuamos contra nuestra gente y permítanme recordar a Carlos Lomelí, al que ya se le inhabilitaron sus empresas, tres de siete, y vamos también por la parte administrativa del funcionario. Y él fue el candidato de Andrés Manuel López Obrador en Jalisco, ¿qué más pruebas quieren? Y esto no fue porque me lo dijera fulanito periodista o Caudio X González, que podrán colgarse las medallas, nadie les impide sentirse partícipes, qué bueno que lo hagan, pero yo sé por qué se hace esto: Aquí hay respaldo y hay convicción.
–¿Y en el caso del titular de la Comisión Federal de Electricidad?
–En el caso Bartlett, tan traído y tan llevado… se dice tanto en redes sociales, pero no es generalizado, es una bandera y yo lo tengo claro y lo tiene claro el Presidente. Pero lo vamos a ver responsablemente porque aquí se trata de procedimientos y no de prejuzgar: ‘es muy rico, está mal porque tiene novias ricas, tiene hijos ricos’. Eso es infantilismo. Pero tampoco voy a decir “eso ya está, vámonos porque no hay nada”. Estamos haciendo la investigación. ¿Cuándo en el lopezportillismo o en el neoliberalismo se le abrió algo a los altos funcionarios?, ¿cuándo? Nada de decir que es lo mismo.
Y allí están los superdelegados, como lo anuncié en la Cámara de Diputados, jurando sobre la Constitución no mentir, tengo abiertas unas 15 investigaciones. Muestra que sí hay control interno, sí hay investigación, sí hay personajes del pasados indagados sin la lógica del quinazo, sin buscar quién va a ser nuestra Elba de ahora –dice la secretaria de Estado.
Un caso más, el de las medicinas y los señalamientos de desabasto, también ha sido relevante en el primer año amlista. En este caso, es la subsecretaria Tania de la Paz quien señala que la figura del testigo social para monitorear cómo se lleva el proceso a cabo. “En medicinas tenemos coordinación con SHCP y mesas de acompañamiento muy responsables”, comenta, “las empresas farmacéuticas han sido muy vistas porque generaban ciertas prácticas desleales, monopolios, y de allí la decisión de licitar no sólo en el interior sino en el extranjero”.
Y Moreno Gómez toma nuevamente la palabra para comentar que hay una fuerte transición de un modelo de concentración hacia un modelo de mayor equilibrio. “Como dice la secretaria, resultó ser la izquierda la que está defendiendo la competencia, no fue realmente una bandera de los neoliberales y hay una transición y una decisión presidencial muy fuerte, que es dar peso al lado sanitario, ahora hay una Cofepris coordinadora, mucho más fuerte como figura. En ese sentido, se han generado complicaciones, pero nunca desabasto”, asevera el jefe de oficina de la secretaria Sandoval: “La Secretaría de Hacienda demostró con dos oficios que los hospitales que decían que no tenían medicamentos, los estaban devolviendo”.
–Y coordinados –complementa la secretaria la idea de sus colaboradores–: estos oficios que nos compartió el Oficial Mayor de Hacienda surgen porque desde un principio hicimos auditorías a los hospitales. Estamos trabajando sobre la ingeniería de complicidades.
–Nos dice, secretaria, que tiene recursos humanos en la Función Pública, ¿qué hacer para que el gobierno entre en una dinámica de eficiencia, de atender sus deberes?
–Profesionalización, que es algo en positivo de la tridimensionalidad de la Función Pública de la que siempre hablamos. Por eso nos llamamos Función Pública y no Contraloría.
Primero es acción, fiscalización en tiempo real, luego está la sanción a funcionarios y a contratistas, esto último es muy importante para inhabilitar empresas.
Y lo tercero, lo más bonito, es la profesionalización.
En eso hay que tener una visión diferente a lo que ha prevalecido en discurso, porque la Ley del servicio Profesional de Carrera se ha quedado en papel mojado. Nuestra visión es competencial, por competencias.
La subsecretaria Tania dará la directriz y el borrador de lo que podrá ser un proyecto, porque se va a poner sobre la mesa y ante los diputados la sustitución de la Ley del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal por una ley de talentos profesional en la Administración Pública Federal.
–Secretaria, ¿en cuanto al respaldo y la autonomía en su trabajo?
–Tenemos autonomía, los Órganos Internos de Control tienen autonomía técnica, y la autonomía de la que gozan y que ejercen, yo la tengo fácticamente del Presidente, ya les daba los ejemplos de los superdelegados y el de Bartlett.
La Auditoría Superior de la Federación fue muy preponderante en el pasado y nadie sabía qué hacía la Función Pública; era lo que era… pero esta secretaría nuestra, la del presidente López Obrador, está ahora a la delantera de la Auditoría.
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