El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha gastado más en los programas principales sin reglas de operación (ROP) que en los programas que sí cuentan con ellas.
Los programas con ROP “son el principal instrumento normativo que determina alcances, gestión y operación de los programas, en la mayoría de los casos, es el único documento que establece el procedimiento de lo que entregan los programas”, declaró a Cuestione Julieta Castro, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Algunos programas que cuentan con ROP son Educación para Adultos (INEA), Programa de Abasto Social de Leche a cargo de Liconsa, el Fondo Nacional Emprendedor y PROSPERA.
Mientras que “un programa con lineamientos es más discrecional y aunque estén bien hechos o muy parecidos a las ROP, no hay certidumbre de su calidad”, dijo a Cuestione Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa.
Jóvenes Construyendo el Futuro, Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez o Sembrando Vida son algunos ejemplos de programas que no operan con ROP sino con lineamientos.
Hasta el tercer trimestre de 2019 se gastó 85% del presupuesto destinado a los programas principales con ROP contra el 90% gastado con respecto al presupuesto en programas sin reglas de operación, una diferencia de cinco puntos porcentuales.
Quizá la diferencia porcentual entre lo gastado y lo presupuestado no parezca tan amplia, pero si consideramos las cantidades absolutas, y que la mayoría de los programas principales de este gobierno están operando sin ROP, la diferencia es más significativa.
En el Diario Oficial de la Federación se publicaron 100 programas principales en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2019, de los cuales 34% cuentan con ROP, mientras que el 66% restante, no.
Para los principales programas sin reglas se gastaron casi 163 mil millones de pesos hasta septiembre de 2019, contra poco más de 371 mil millones de pesos en programas principales sin ROP, una diferencia de 128%.
Del presupuesto modificado para los programas principales de la actual administración se destinó 32% (casi 192 mil millones de pesos) para programas con ROP contra 68% (poco más de 411 mil millones de pesos) para los que operan sin ese tipo de reglas.
La organización México Evalúa reportó que para el primer año de la administración de Andrés Manuel López Obrador se destinó más presupuesto a los programas sin ROP que en el último año del ex presidente Enrique Peña Nieto.
En 2018 el presupuesto asignado a ese tipo de programas fue de 48%, mientras que en 2019 ese porcentaje aumentó a 58%, señaló México Evalúa.
Programas prioritarios
Entre los 15 principales programas sin ROP con mayor gasto al tercer trimestre de 2019 se encuentran cinco programas prioritarios de la actual administración: Jóvenes Construyendo el Futuro, Beca universal para estudiantes de educación media superior Benito Juárez, Sembrando Vida y Pensión para el bienestar de las personas con discapacidad.
Entre ellos, Jóvenes Construyendo el Futuro (que opera con lineamientos) es el que más ha gastado al tercer trimestre de 2019, 16 mil 353 millones de pesos, un avance de 100% con respecto al presupuesto asignado a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (4 mil 320 mdp) y 46.5% correspondiente a la Secretaría de Educación Pública (40 mil mdp).
¿Qué significa operar sin ROP?
“Las ROP son más estrictas y más rigurosas que los lineamientos. Que un programa opere con o sin reglas de operación depende de las autoridades“, declaró a Cuestione Gonzálo Hernández Licona, exsecretario ejecutivo del Coneval.
Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa dijo a Cuestione que sí es grave que un programa no tenga reglas de operación porque, aunque tengan lineamientos, son las únicas que garantizan que el programa tenga un diseño completo”.
“Con los lineamientos se puede regular solo un aspecto del programa o dos y con las ROP, el programa está sujeto a un estándar de regulación que considera once aspectos en la Ley en la que se incluye perspectiva de género, revisión de la operación, si se cumplen los objetivos, entre otras”, agregó Campos.
“Sin reglas de operación no es factible que los programas gasten el presupuesto cumpliendo con los principios constitucionales; es decir que el gobierno ejerza de forma transparente, eficaz, eficiente, económica y honrada los recursos de los mexicanos”, se señala en una carta abierta dirigida a la Cámara de Diputados y firmada por varias organizaciones de la sociedad civil.
En la carta también se apunta que “un programa sin este tipo de reglas es más susceptible de ser usado de forma discrecional o política, por encima del bienestar social” y que “sólo los programas que cuentan con reglas de operación deben llevar a cabo una evaluación de sus resultados, siendo la única forma de saber si el programa está logrando sus metas o no”.
“El Coneval evalúa todos los programas sociales con o sin reglas de operación y hay que empezar a evaluar desde el principio, con la evaluación de diseño”, mencionó Hernández Licona.
Sin embargo los estudios están en curso y será hasta el próximo año cuando conozcamos los resultados.
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