Cuando Genaro García Luna se mudó a Estados Unidos en 2012 –al final de la "Era panista"– ya había acumulado una fortuna de millones de dólares, según los registros financieros obtenidos por el gobierno de ese país, que, tras varios años de seguirle la pista, logró capturarlo este martes en Dallas, Texas.
La fortuna, de acuerdo con el Departamento de Justicia de EU , fue acumulada en los años en que García Luna ocupó puestos de alto rango en el gobierno mexicano –primero como titular de la desaparecida Agencia Federal de Investigación (2001-2006) y luego como secretario de Seguridad Pública (2006-2012)–, y su origen proviene de los sobornos millonarios que recibió por parte del Cártel de Sinaloa a cambio de “protección” para sus actividades ilícitas.
“En dos ocasiones, el Cartel entregó personalmente sobornos a García Luna en maletines que contenían entre tres y cinco millones de dólares (...) Estos registros (financieros) reflejan que el acusado sigue viviendo de los millones de dólares en sobornos que le pagó el Cártel de Sinaloa", se lee en la orden de captura. Hasta la fecha, agrega, el exfuncionario "se beneficia de sus crímenes y ha mentido sobre ellos en su intento por asegurar la ciudadanía estadounidense".
Aunque el gobierno estadounidense no precisa los montos o bienes que conforman dicha fortuna, Expansión Política revisó las declaraciones patrimoniales que en su momento presentó Genaro García y esto fue lo que encontró.
En la plataforma Declaranet –de la Secretaría de la Función Pública (SFP)– se tiene registro de las declaraciones patrimoniales de García Luna a partir de 2002, cuando era titular de la AFI, organismo de la también extinta Procuraduría General de la República (PGR, hoy Fiscalía).
Las declaraciones del exfuncionario muestran que, cada año, sus percepciones, inmuebles, vehículos y cuentas bancarias variaron; además de que en ninguna reportó otro tipo de ingreso por actividad financiera, industrial o comercial, ni por servicios profesionales que pudieran justificar por qué sus percepciones como funcionario no coincidían con sus adquisiciones.
En ese momento (2002), Genaro García declaró que su ingreso anual neto fue de 1 millón 731,903 pesos; también dio cuenta de dos casas (de 522,000 y 450,000 pesos), de un local (214,546 pesos), de una moto Harley Davidson (194,558 pesos) y de dos cuentas bancarias (una con 260,000 pesos y la otra con 5,000).
Para 2003, todavía como titular de la AFI reportó un ingreso anual neto de 2 millones 063,313 pesos; la compra de un terreno por 450,000 pesos; la venta del local y de la moto; las dos cuentas bancarias (con 1,044 y 324,297 pesos); y el contrato de un seguro por 626,715 pesos. En 2004, pese a estar en el mismo puesto, los ingresos de García Luna se elevaron a 2.1 millones de pesos (mdp), su seguro aumentó a 1.1 mdp y compró otro terreno por 1 millón.
En 2005, su ingreso neto ya era de 2.2 mdp, vendió una casa, adquirió una camioneta Land Rover (de 617,136 pesos), y su cuenta bancaria y seguro eran de 205,515 pesos y de 1.6 mdp, respectivamente. Y en 2006 –año de su transición de la AFI a la SSP–, Genaro García percibió 2.4 mdp netos, compró un Mustang clásico, su cuenta de banco tenía 480,000 pesos y su seguro creció a 2.2 mdp.
De manera repentina, su ingreso neto en 2007 –su primer año como secretario de Seguridad– bajó a 2 mdp, pero adquirió dos casas (de 862,800 pesos y 2.3 mdp) y otro Mustang clásico; además, su seguro ya era de 2.7 mdp. Al año siguiente, en 2008, sus ganancias aumentaron significativamente: García Luna reportó un ingreso neto de 3.8 mdp, compró una casa por 7.5 mdp y ya tenía tres cuentas bancarias con 10,000, 32,000 y 85,000 pesos.
Ese fue el último año que hizo su declaración. García Luna todavía era titular de la SSP cuando decidió no hacer públicos sus datos patrimoniales, aun cuando es una obligación establecida en la Ley Federal de Responsabilidades de Servidores Públicos.
Aunque para entonces el exfuncionario había acumulado una fortuna en ingresos, seguro, autos e inmuebles, también estaba endeudado. De acuerdo con los registros de la Función Pública, desde 2004 debía el pago de cuatro tarjetas de crédito y de al menos tres créditos hipotecarios, así como uno de los autos que adquirió.
Las primeras revelaciones
En 2009, la periodista Anabel Hernández reveló en un reportaje para Reporte Índigo que García Luna construía, en "tiempo récord" y pese a las deudas, una mansión de alrededor de 20 mdp en la calle Monte Funiar, número 25, de la zona residencial de Jardines en la Montaña, en la alcaldía Tlalpan. En ese mismo fraccionamiento, pero en la calle de Montaña de Omoa, el entonces funcionario federal tenía otra casa que adquirió 2007.
Tras darse a conocer esta información, García Luna explicó en un noticiero de Televisa que el terreno de Monte Funiar lo compró con la venta de otra casa y un crédito hipotecario.
Al año siguiente, en 2010, Hernández dio a conocer por primera vez –en su libro 'Los señores del narco'– la vinculación del todavía secretario de Seguridad con los principales capos del país, incluidos Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán e Ismael Zambada. Después de esto, la periodista denunció amenazas por parte de García Luna.
Luego, en 2012, el narcotraficante Edgar Valdez Villareal, ‘la Barbie’, declaró a las autoridades que García Luna había estado en la nómina de los Beltrán Leyva y de otros cárteles desde hacía 10 años, es decir, desde 2002.
Y para 2013, mientras se rumoraba que el exfuncionario vivía en Miami, un agente de la DEA informó al periodista Jesús Esquivel, de Proceso , que los servicios de inteligencia de EU tenían una “abultada recopilación de informes” que señalaban los posibles nexos de García Luna con miembros del narcotráfico.
“Alguna de esta información data desde el sexenio de Fox (...) Y si el gobierno de (Enrique) Peña Nieto toma la decisión de revisar y darle seguimiento a esa información de inteligencia sobre García Luna, es posible que con ella se aclaren algunas de las dudas y misterios que hay sobre la lucha contra el narcotráfico en el gobierno de Calderón”, puntualizó la fuente.
Pero las acciones del gobierno de Peña Nieto contra los posibles actos de corrupción de Genaro García nunca llegaron, pese a que la SFP afirmó que tenía integrados al menos 20 expedientes para investigar al exfuncionario.
Ese mismo año, la revista Forbes publicó su lista de los 10 mexicanos más corruptos (a cargo de la periodista Dolia Estévez); en ella figuraba García Luna, a quien se le describía como el funcionario calderonista “más temido”.
“Con el mayor presupuesto asignado a su departamento y un cheque en blanco de (Felipe) Calderón, García Luna fue el miembro del gabinete más temido. Su mandato estuvo marcado por un exceso de gasto para autopromoción y abuso de escándalos de poder expuestos por la prensa mexicana”.
Antes, en enero de 2012, Dolia Estévez reportó a Aristegui Noticiasque el todavía funcionario federal “derrochaba” los recursos públicos en viajes a EU para autopromoverse.
Aunque García Luna rechazó esta acusación, sí hizo un viaje a Washington en 2011 para presentar su libro ‘Un nuevo modelo de seguridad para México’; en ese momento, el gobierno de Felipe Calderón rompía récord de violencia: 89,099 homicidios dolosos acumulados desde diciembre de 2006, según las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Hoy, a una década de que las primeras acusaciones en su contra se hicieran públicas, Genaro García Luna enfrenta tres cargos en EU. Si se le declara culpable de conspiración de drogas, podría ser condenado a 10 años de prisión, o a cadena perpetua.
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