Para muchas empresas reducir costos en la entrega del producto al cliente -fase conocida por los expertos en logística como "last mile"- se ha convertido en una obsesión.
Diferentes firmas han desarrollado distintas propuestas tecnológicas que buscan abaratar este último escalón de la cadena de suministros, así como eliminar las deficiencias que se presentan desde que la mercancía sale del centro de distribución hasta que se entrega en la puerta del consumidor.
Robots terrestres, pequeños autos de seis ruedas o artefactos voladores son algunos de los dispositivos diseñados por las empresas para tal fin. Sin embargo, ninguna tecnología hasta el momento cuenta con la sofisticación del dron de carga "Sparrow", conocido como "saltamontes".
Sparrow tiene un precio de USD 40.000, aunque este puede variar en función de sus características (Foto: Passerine Aircraft)
Creado por la compañía aérea Passerine, ubicada en el dron vuela a una velocidad de 180 km/h y alcanza los 2 kilómetros de altura. Pero lo que hace distinto a este robot de otros utilizados en el "last mile" es su capacidad para despegar prácticamente en vertical.
La ingeniería de sus patas, similares a las de un saltamontes, le otorgan la habilidad de alzarse hasta dos metros en el aire en menos de medio segundo. Es capaz de iniciar el vuelo desde cualquier punto aunque se encuentre en una posición estática.
El diseño de sus patas permite al dron acelerar su velocidad de vuelo mínima, tal y como afirma el director ejecutivo de Passerine, Matthew Whalley.
La nave no tripulada es capaz de seguir una trayectoria programada (Foto: Passerine Aircraft)
"El salto tiene que ver con ganar velocidad, no altura. Puede saltar aproximadamente hasta dos metros de alto y ocho metros hacia delante" explicó el joven de Johannesburgo, de 27 años.
Esta pequeña nave de carga está construida a base de fibra de vidrio y fibra de carbono. Es eléctrica y cuenta con una autonomía de una hora, lo que equivale a un trayecto calculado en 100 kilómetros.
"Opera de manera automática y puede seguir una trayectoria de vuelo determinada", informó Matthew Whalley.
En caso de fallo mecánico puede pilotarse también a través de un control manual. Se construyó para su empleo en el transporte y entrega de carga, y para el monitoreo de infraestructura forestal, agrícola, gas y petróleo.
Sus ingenieros aseguran que sus especificaciones técnicas son idóneas para tareas como el transporte de mercancías o el monitoreo de infraestructuras diversas (Foto: Passerine Aircraft)
"Creamos el dron para realizar algo realmente eficiente que pudiera operar en cualquier parte", añadió el director ejecutivo de Passerine.
Las empresas interesadas en adquirir un "Sparrow" deberán desembolsar USD 40.000, aunque su precio base del avión no tripulado varía en función de los sensores y de la carga útil instalada.
Sus ingenieros se mostraron optimistas en cuanto al progreso que el dron saltamontes, como lo apodaron algunos expertos, pueda significar para el "last mile". Lo que parece seguro es que cada vez estamos más cerca de recibir nuestra paquetería de las garras de un robot.
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