La revista Time dedicó su portada de febrero del 2014 al presidente Enrique Peña Nieto con el título Saving Mexico (Salvando a México). Eran tiempos en que su imagen ante el mundo era la de un mandatario osado, que con el Pacto por México lograría las reformas necesarias para impulsar el desarrollo del país.
Entre el 2012 y 2014, el Congreso aprobó sus 11 reformas estructurales: hacendaria, financiera, energética, educativa, de telecomunicaciones, competencia económica, transparencia, laboral, de justicia penal y la político-electoral, además de la nueva ley de amparo.
Poco después, la imagen de reformador que había construido en esos dos años de gobierno se fue diluyendo y Peña Nieto alcanzó el nivel más bajo de aprobación ciudadana de un presidente en la época moderna del país. Su sexenio deja pendiente la consolidación de esas y otras reformas, pues la ciudadanía no vio beneficios reales pese a sus avances significativos.
En algunos casos, los pendientes podrían ser retomados por Andrés Manuel López Obrador para avanzar su programa de gobierno. En otros, simplemente quedarán en el recuerdo.
Los pendientes que no han ‘salvado a México’
El Congreso aprobó los cambios en la Constitución, pero no avanzó en las legislaciones secundarias de las reformas estructurales. De acuerdo con un análisis del Instituto Belisario Domínguez por el sexto aniversario del Pacto por México, su implementación quedó inconclusa. Los tres casos más cercanos a la ciudadanía son:
Reforma educativa: evaluación docente
Según el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la valoración del desempeño de los maestros tiene la finalidad de medir su calidad y resultados para que el Estado se asegure de que cumplen con el perfil que requiere el sistema escolar.
Para garantizar que los maestros cumplieran con la evaluación, la reforma educativa estableció que fuera obligatoria. De no presentarla o no aprobarla en tres oportunidades, el docente sería despedido.
La Administración de Enrique Peña Nieto se esforzó por convencer de que la evaluación tenía más beneficios que sanciones, pero la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) —organización disidente del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE)— persistió cinco años en sus manifestaciones en contra, argumentando que viola los derechos laborales de los profesores.
A unos días de terminar el sexenio de Peña, Morena impulsó una iniciativa para eliminar las sanciones a maestros que incumplan o reprueben la evaluación.
Reforma político-electoral: menos pluris
La reforma político electoral fue aprobada en diciembre del 2013 y entró en vigor en el 2014. Pese a que en su momento se le consideró una reforma integral, dejó varios asuntos pendientes que podría retomar el próximo gobierno.
Una de las promesas de campaña de Peña Nieto y que el PRI presentó por lo menos tres veces durante su mandato fue reducir de 500 a 400 el número de diputados federales y de 128 a 96 el de senadores, al disminuir el número de posiciones plurinominales o de representación proporcional asignadas a los partidos.
Con todo y su mayoría en las dos legislaturas del sexenio de Peña, el tricolor nunca pudo concretar la reducción del Congreso de la Unión.
Reforma en telecomunicaciones: acceso universal a internet
El proyecto de la Red Compartida se previó en la Constitución para asegurar la disponibilidad y el acceso a servicios de banda ancha en todo el país.
Para su desarrollo, la reforma en telecomunicaciones contemplaba que una compañía o un consorcio privado diseñara, financiara, desplegara, operara y comercializara sus servicios.
Se tenía previsto que más del 90% de la población tuviera internet antes del 2019. Sin embargo, retrasos que no se aclararon a la opinión pública comprometieron el proyecto, el cual quedó en 70% de su implementación. (ADNPolítico)
Entre el 2012 y 2014, el Congreso aprobó sus 11 reformas estructurales: hacendaria, financiera, energética, educativa, de telecomunicaciones, competencia económica, transparencia, laboral, de justicia penal y la político-electoral, además de la nueva ley de amparo.
Poco después, la imagen de reformador que había construido en esos dos años de gobierno se fue diluyendo y Peña Nieto alcanzó el nivel más bajo de aprobación ciudadana de un presidente en la época moderna del país. Su sexenio deja pendiente la consolidación de esas y otras reformas, pues la ciudadanía no vio beneficios reales pese a sus avances significativos.
En algunos casos, los pendientes podrían ser retomados por Andrés Manuel López Obrador para avanzar su programa de gobierno. En otros, simplemente quedarán en el recuerdo.
Los pendientes que no han ‘salvado a México’
El Congreso aprobó los cambios en la Constitución, pero no avanzó en las legislaciones secundarias de las reformas estructurales. De acuerdo con un análisis del Instituto Belisario Domínguez por el sexto aniversario del Pacto por México, su implementación quedó inconclusa. Los tres casos más cercanos a la ciudadanía son:
Reforma educativa: evaluación docente
Según el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la valoración del desempeño de los maestros tiene la finalidad de medir su calidad y resultados para que el Estado se asegure de que cumplen con el perfil que requiere el sistema escolar.
Para garantizar que los maestros cumplieran con la evaluación, la reforma educativa estableció que fuera obligatoria. De no presentarla o no aprobarla en tres oportunidades, el docente sería despedido.
La Administración de Enrique Peña Nieto se esforzó por convencer de que la evaluación tenía más beneficios que sanciones, pero la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) —organización disidente del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE)— persistió cinco años en sus manifestaciones en contra, argumentando que viola los derechos laborales de los profesores.
A unos días de terminar el sexenio de Peña, Morena impulsó una iniciativa para eliminar las sanciones a maestros que incumplan o reprueben la evaluación.
Reforma político-electoral: menos pluris
La reforma político electoral fue aprobada en diciembre del 2013 y entró en vigor en el 2014. Pese a que en su momento se le consideró una reforma integral, dejó varios asuntos pendientes que podría retomar el próximo gobierno.
Una de las promesas de campaña de Peña Nieto y que el PRI presentó por lo menos tres veces durante su mandato fue reducir de 500 a 400 el número de diputados federales y de 128 a 96 el de senadores, al disminuir el número de posiciones plurinominales o de representación proporcional asignadas a los partidos.
Con todo y su mayoría en las dos legislaturas del sexenio de Peña, el tricolor nunca pudo concretar la reducción del Congreso de la Unión.
Reforma en telecomunicaciones: acceso universal a internet
El proyecto de la Red Compartida se previó en la Constitución para asegurar la disponibilidad y el acceso a servicios de banda ancha en todo el país.
Para su desarrollo, la reforma en telecomunicaciones contemplaba que una compañía o un consorcio privado diseñara, financiara, desplegara, operara y comercializara sus servicios.
Se tenía previsto que más del 90% de la población tuviera internet antes del 2019. Sin embargo, retrasos que no se aclararon a la opinión pública comprometieron el proyecto, el cual quedó en 70% de su implementación. (ADNPolítico)
Fuente.-
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