El Penal del Topo Chico fue escenario anoche de un nuevo motín .
Esta vez, el traslado interno de
reos, uno de ellos líder de un grupo delictivo, provocó la revuelta que hasta
esta madrugada oficialmente no dejó heridos ni muertos, pero que
extraoficialmente habría causado ocho lesionados.
Este motín es el tercero en este
penal en los casi 10 meses que van de la Administración de Jaime Rodríguez.
La última reyerta, desatada el 2
de junio, dejó 14 heridos y tres muertos, entre ellos Javier Orlando Galindo
Puente, "El Maruchan", "Javi" o "Chocorrol",
quien era procesado como instigador de la primera masacre el 11 de febrero,
cuando murieron 49 internos.
A las 23:10 horas de anoche,
gritos de decenas de reos y dos incendios, uno en el patio central y otro en
una bodega, provocaron la movilización de efectivos de Fuerza Civil, militares
y ministeriales, y la llegada de ambulancias.
Detonaciones, que según las
autoridades fueron producidas por armas de gas que dispararon policías,
cimbraron las paredes de los ambulatorios del reclusorio.
Una fuente dijo que varios de los
reos incendiaron colchones en la bodega, y una puerta y un contenedor tipo
industrial de basura en el patio, pero que el Departamento de Bomberos los
extinguió rápidamente.
Según los primeros informes, el
origen del motín sería la molestia de internos por el supuesto traslado de
varios de ellos procesados por delitos federales a otro centro penitenciario.
Sin embargo, esta madrugada
Antonio Caballero, Comisario de la Agencia Estatal Penitenciaria, dijo que el
disturbio se debió al traslado de reos dentro del mismo penal.
"Todo este disturbio",
dijo, "obedece a un movimiento interno, una operación interna de seguridad
para el reacomodo de algunos internos de ambulatorios a otros ambulatorios, de
la parte de ampliación a la parte de rondín.
"Por el desconocimiento y
por la incertidumbre que viven los internos", explicó, "piensan que
van a ser trasladados a ceferesos o a otros reclusorios de la misma localidad,
lo cual no es nada cierto.
"No hay ningún herido",
subrayó. "No hay ningún motín. No hay ningún traslado a ningún centro
penitenciario de la localidad y, mucho menos, de la Federación, hasta el
momento".
El reporte de balazos y la
llegada de autoridades al penal alcanzó las redes sociales, que alertaron por
la situación de riesgo a las 23:30 horas.
Rápidamente efectivos de Fuerza
Civil rodearon el exterior del penal por las cuatro alas, como medio preventivo
ante una posible fuga.
Los centinelas de cada una de las
torres se comunicaron con sus compañeros abajo, quienes, cerca del Ambulatorio
Número 5, mantuvieron copado al grupo de reos que incitaba al amotinamiento.
Luego de la matanza de febrero,
el Estado destituyó y acusó penalmente a Gregoria Salazar, directora del
reclusorio; Arturo Bernal González, subdirector, y Jesús Fernando Domínguez,
Comisario.
Un mes después, en total sigilo,
se designó a Haffid Euresty González, funcionario de la Ministerial, y Pedro
Muñoz, Capitán del Ejército, como director y jefe de seguridad,
respectivamente, del penal.
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