La “Conexión Coahuila” es una joya de lo
que los españoles llaman “concierto para delinquir”. A la cabeza aparece el ex
líder del PRI y ex gobernador de ese estado Humberto Moreira. El político
mexicano, detenido el pasado viernes 15 de enero en el aeropuerto de Madrid por
la Policía Española, vía solicitud de una Corte de Texas, se le recuerda porque
durante su gestión el grupo paramilitar de los Zetas se apoderó de carreteras,
municipios y negocios mineros en la entidad. La masacre del poblado de Allende,
la historia del penal de Piedras de Negras, usado como “almacén” de la muerte,
son solo dos botones de muestra de su “gobierno” y el de su sucesor, el prófugo
de la justicia estadounidense Jorge Torres López.
TAMBIEN PUEDES VER.-"Los "ZETAS en el PRI"...o el "ZETAPRI", ¿Es el narco el que somete al Estado o el Estado somete al narco ?
TAMBIEN PUEDES VER.-"Los "ZETAS en el PRI"...o el "ZETAPRI", ¿Es el narco el que somete al Estado o el Estado somete al narco ?
El hombre que se fue a vivir
a España para estudiar un posgrado, quien se decía becario del sindicato de
maestros, y a quien en México nunca se le ha investigado, pese a las evidencias
del robo de fondos públicos, llevaba una vida de lujos y será procesado en la
Audiencia Nacional por blanqueo de capitales.
Fue
una reunión a la que estaban convocados los principales empresarios de la
comarca lagunera. Sucedió meses después de que Humberto Moreira asumiera la
gubernatura de Coahuila en diciembre del 2005. En esa cita un testaferro
enviado por los Zetas, mostró una serie de videos donde estaban filmados las
casas, propiedades y los itinerarios en su vida diaria de los familiares de los
empresarios. Era una labor de recopilación de información privada, al estilo de
las directivas de inteligencia, similares a las que se utilizaban en el
ejército.
El
objetivo de aquellos videos era intimidar al hacerles saber a los hombres de
negocios que su familia estaba vigilada. A cambio de no hacerles daño, se les
exigió una cuota mensual, una extorsión al estilo de la Cosa Nostra puesta en
marcha en la región por los paramilitares de los Zetas. De acuerdo a diversas
fuentes empresariales en Coahuila, aquel mensaje atemorizó a varios y cedieron
a las peticiones. Otros, sacaron a sus familias de la entidad y se fueron a
radicar a los Estados Unidos. Algunos pidieron ayuda al gobernador Moreira,
quien a fin de cuentas no hizo nada.
Humberto
Moreira “abrió la puerta” en la Laguna a los Zetas, con lo que inició una feroz
disputa con el cartel de Sinaloa, quienes de tiempo atrás junto a sus antiguos
socios de Juárez, controlaban el “nudo estratégico” que significa la zona
urbana donde se unen Torreón, Gómez Palacio y Lerdo. Por aquí pasan las vías
que vienen del centro, sur, y la costa del Pacífico, en dirección a Ciudad
Juárez, Piedras Negras y Nuevo Laredo. De ahí su importancia para los intereses
de los grupos criminales.
Tiempo
después lamentaría haber cedido paso a los Zetas. Tras el asesinato de uno de
sus hijos, en venganza por la muerte de un sobrino de los hermanos Treviño Morales
a manos de la policía del estado, Moreira declaró que Coahuila estaba en
disputa entre los mismos paramilitares llegados de Tamaulipas. Una facción
estaba encabezada por Miguel Treviño Morales, el Z-40, y la otra por Lazcano,
el Z-3 o “el Lazca”. La violencia en la entidad no solo marcó a los pobladores
de la Laguna, hubo pueblos enteros que fueron arrasados por los grupos
criminales, la historia de Allende, ocurrida en marzo del 2011, dos meses
después de que Moreira renunciara a la gubernatura para encabezar la dirigencia
nacional del PRI, es una de las más atroces que se conocen a la fecha.
Durante
su mandato, los Zetas se apoderaron de esta población, tiempo después fue
sitiada y durante varios días entre 300 a 400 personas, familias enteras,
fueron asesinadas por este grupo armado. La masacre de Allende solo se comparó
con la ocurrida al interior del penal de Piedras Negras, entre los años 2010 y
2012, cuando se convirtió en un centro de acopio, resguardo y bajo dominio
total del grupo paramilitar. Los penales como activos del crimen organizado,
fueron la marca que dejaron no solo en Tamaulipas sino también en Coahuila.
A
la situación de inseguridad, de tragedia en amplias zonas de Coahuila, Humberto
Moreira sumaría un “concierto para delinquir” apoderándose por medio de
documentos falsos, de poco más de tres mil millones de pesos.
Un “becario” tras
las rejas
El
viernes 15 de enero la noticia cimbró a la clase política mexicana por la forma
en cómo ocurrió. Al principio se quiso aparentar que un problema migratorio era
la causa de la detención en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, de Humberto
Moreira. Pocas horas después se conocería que era por orden de la Audiencia
Nacional a petición de una corte de distrito en San Antonio, Texas donde está
acusado de “blanqueo” de activos por más de tres mil millones de pesos,
presuntamente saqueados de las arcas del estado de Coahuila durante su etapa
como gobernador.
La
investigación abierta por fiscales estadounidenses, refiere que parte de los
fondos fueron a dar a cuentas bancarias abiertas en bancos de paraísos
fiscales, como Bermudas. El diario El Español, obtuvo la primicia donde señaló que el juez
Santiago Pedráz, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, investigaba si parte
de esos fondos, robados con documentos apócrifos del erario público, fueron
enviados después a España para ser incorporados de nueva cuenta a la economía
legal. Por esta razón Moreira fue acusado en cortes españolas por los delitos
de blanqueo y malversación.
En
Barcelona, según declaró el ex gobernador en 2012 cuando salió del país, se
instaló para cursar una maestría como “becario” del sindicato de maestros
(SNTE), pero desde el principio llamó la atención por instalarse en uno de los
chalets más caros y exclusivos de la ciudad, además de recibir cuantiosas
transferencias bancarias en sus cuentas en España.
En
los últimos dos años el diario San Antonio Express News ha dado cuenta de cómo
se fraguó lo que se conoce como “Conexión Coahuila”, que es la forma en cómo
operó Moreira y sus más cercanos colaboradores el desfalco a las arcas públicas
para invertir el dinero en bienes y raíces, medios de comunicación, y
resguardarlo en paraísos fiscales. El 30 de abril del 2014 la Corte de San
Antonio informaba que el empresario Rolando González Treviño, había sido
encontrado culpable de mover fondos del gobierno de Coahuila para utilizarlos
en la compra de estaciones de radio y televisión.
González
Treviño negoció con la fiscalía texana y tras declararse culpable, acusó a
Moreira de ser el principal orquestador y máximo responsable del saqueo de
fondos públicos. En los documentos del expediente judicial, citados por el
diario texano, se refieren al ex líder del PRI como CC1, (Co-Conspirator One)
de quien refieren que es un ex funcionario que ocupó el gobierno de Coahuila
entre los años 2005 a 2009. Moreira se separó del cargo en enero del 2011.
Al
mismo tiempo la justicia estadounidense emprendió un juicio civil que tuvo como
finalidad bloquear los fondos, calculados en más de dos millones de dólares, de
una cuenta abierta en un banco con sede en Bermudas. El diario El Español refirió que este dinero estaba
relacionado con Héctor Antonio Villarreal Hernández, quien fue secretario de
finanzas durante el mandato de Moreira como gobernador. “En aquellas fechas, el
sueldo público de Villarreal ascendía a más de 8 mil dólares mensuales. La
cantidad es abultada, pero no suficiente según la documentación librada por
Estados Unidos como para justificar la existencia de los fondos en Bermudas”,
dice la nota del diario madrileño.
El
ex tesorero fue detenido en octubre del 2011, por esos días el gobierno de
Felipe Calderón informó que el desfalco a las arcas públicas oscilaba en poco
más de tres mil millones de pesos, obtenidos con documentos falsificados para
conseguir préstamos a nombre del estado de Coahuila. A Villarreal se le acusó
de apropiarse al menos de 35 millones de dólares y transferir el dinero a
cuentas en bancos de Texas.
Con
estos antecedentes la fiscalía texana corroboró que el ex funcionario y cercano
colaborador de Moreira, abrió con estos fondos una cuenta bancaria en Bermudas.
Los fondos llegaban al paraíso fiscal vía transferencias realizadas desde otra
cuenta en un banco de Texas. Durante el lapso que transcurrió entre agosto del
2009 y abril del 2011, hubo seis transferencias bancarias que alcanzarían casi
los 5 millones de dólares. Durante una de las audiencias del juicio, se supo
que el operador del ex gobernador compró propiedades en San Antonio,
Brownsville y en la Isla del Padre.
“Conexión
Coahuila”
Rolando
González Treviño entendió que estaba hundido, y que pese a que el peso de la
ley le había caído con severidad en la sentencia de la Corte de San Antonio, su
pena podría reducirse si aportaba evidencias para demostrar cómo el principal instigador
del saqueo de fondos públicos y el posterior blanqueo en paraísos fiscales, fue
su amigo, el hoy reo de la cárcel Soto del Real, Humberto Moreira.
El
empresario reveló que en la red delictiva participó también Jorge Juan Torres
López, ex gobernador sustituto de Moreira, y Vicente Chaires, hombre cercano y
de todas las confianzas del ex mandatario. La red de políticos y empresarios,
desviaron recursos del erario público, con documentos falsos, para invertirlos
en negocios ilegales, entre los que estaban los mencionados en medios de
comunicación, y el sector minero texano. Nombres, fechas, montos, lugares,
bancos, números de cuenta, todo fue entregado por González Treviño a los
fiscales estadounidenses.
La
“Conexión Coahuila” estuvo integrada por ex funcionarios del gobierno de
Moreira, sus familiares y empresarios cercanos. Su modus operandi, según la
fiscalía, fue falsificar documentos para obtener préstamos y apoderarse de
fondos públicos para llevar los recursos vía Texas a paraísos fiscales. González
Treviño aportó también datos como detalles de vuelos, ciudades, sitios donde se
realizaron encuentros, además describió pasajes con diálogos así como los
momentos en los que se dio el presunto acuerdo para mover los recursos
saqueados de manera ilegal a la hacienda del estado de Coahuila. En esta red
estarían involucrados por lo menos 10 ex funcionarios del gobierno de Moreira.
Un
prófugo de la justicia estadounidense es el sucesor de Moreira en la
gubernatura, el priista Jorge Juan Torres López, acusado de lavado de dinero y
fraude en una Corte de Corpus Cristi, de quien se sabe es propietario de una
casa cerca del lago Conroe, en las inmediaciones de Houston, la cual fue
adquirida con dinero ilegal fruto de desfalcos y fraudes en Coahuila.
Otros
implicados son Vicente Chaires Chávez, quien fungió como director de
administración del gobierno de Coahuila de los años 2005 a 2010; otro es Héctor
Javier Villarreal Hernández, convicto por lavado de dinero y robo recursos
públicos; junto con ellos aparecen en las actas del juicio los empresarios
Guillermo Flores Cordero, su esposa Leticia María Guadalupe Galán Villalobos,
Lorenzo Schuessler, a quien se procesó por lavado y narcotráfico; Raúl González
Treviño, Francisco Xavier Flores Valdez, sobrino de Moreira, y Roberto Casimiro
González Treviño, hermano de Rolando, el hombre reveló toda la trama.
Fuente.-
Juan Veledíaz
@velediaz424
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: