Una tragedia que ha conmocionado a la región Mixteca de Oaxaca deja al descubierto serias deficiencias en los protocolos de rescate y seguridad en espacios confinados.
Seis personas perdieron la vida en un pozo de aproximadamente 12 metros de profundidad en Tezoatlán de Segura y Luna, tras un intento de rescate que evidencia la falta de equipamiento adecuado, capacitación y procedimientos de emergencia. Un adolescente logró sobrevivir y está recibiendo atención médica, mientras las autoridades investigan las causas que convirtieron un accidente inicial en una tragedia múltiple.
La Cadena de Eventos Fatales
El Accidente Inicial
La secuencia de eventos mortales comenzó cuando Pedro Ortega Girón, de 53 años, propietario de una purificadora de agua, cayó accidentalmente al pozo del cual se abastecía su negocio. Este incidente, que podría haber sido un accidente aislado, se transformó rápidamente en una tragedia colectiva debido a una serie de decisiones precipitadas y la ausencia de equipos de seguridad adecuados.
Al percatarse de que su padre no salía del pozo, su hijo Omar Ortega Pérez, de apenas 16 años, descendió intentando rescatarlo, quedando también atrapado en el interior. La situación se agravó cuando otro adolescente, Josué Martin Espinoza, también de 16 años, ingresó al pozo con la intención de ayudar. Estos primeros intentos de rescate, realizados sin equipo de protección ni conocimientos técnicos, sentaron las bases para la cadena de fatalidades que seguiría.

Intervención Policial Fallida
Ante la gravedad de la situación, familiares de las víctimas alertaron a la policía municipal, cuyos elementos acudieron prontamente al lugar. Sin embargo, la respuesta de los agentes, aunque bien intencionada, evidenció graves deficiencias en su preparación para este tipo de emergencias. Tres policías municipales —Perfecto Alonso Castro de 39 años, Norberto Rivera Montesinos de 44 años y Víctor Fabricio Martínez— ingresaron uno tras otro al pozo para intentar rescatar a las víctimas.
La intervención policial, realizada sin equipamiento especializado para espacios confinados ni mediciones previas de la calidad del aire en el interior, resultó igualmente infructuosa y mortal. Los tres agentes quedaron atrapados en el interior, presumiblemente afectados por la falta de oxígeno o la presencia de gases tóxicos, incrementando el número de víctimas a seis personas.
Las Víctimas de la Tragedia
Identificación de los Fallecidos
El saldo mortal de esta tragedia incluye tanto a civiles como a elementos policiales que acudieron en su auxilio. Entre las víctimas confirmadas se encuentran:
- Pedro Ortega Girón, de 53 años, propietario de la purificadora de agua
- Omar Ortega Pérez, de 16 años, hijo del propietario
- Josué Martin Espinoza, de 16 años
- Perfecto Alonso Castro, de 39 años, policía municipal
- Norberto Rivera Montesinos, de 44 años, policía municipal
- Víctor Fabricio Martínez, policía municipal
Mientras los cuerpos de cinco de las víctimas fueron recuperados relativamente pronto, el cuerpo de Josué Martin Espinoza permanecía aún sin rescatar hasta la noche del lunes 21 de abril, complicando las labores de los equipos de emergencia.
El Único Sobreviviente
En medio de esta tragedia, existe un rayo de esperanza. Alexis Flores Torres, de 16 años, fue rescatado con vida del interior del pozo y trasladado inmediatamente a un centro hospitalario de la región Mixteca, donde recibe atención médica especializada. Las circunstancias específicas que permitieron su supervivencia, mientras los demás quedaron atrapados fatalmente, no han sido esclarecidas por las autoridades hasta el momento.
Respuesta de Emergencia y Rescate
El Llamado de Auxilio
La desesperación ante la magnitud de la tragedia llevó a la presidenta municipal de Tezoatlán de Segura y Luna, Tarcila Irma Félix, a emitir un mensaje urgente a través de redes sociales solicitando ayuda inmediata: “Teozoatlán de Segura y Luna… la presidenta Tarcila Irma Félix solicita ayuda ya que 6 personas se metieron a un pozo pero no salen… se metieron los hijos y no salieron; asimismo, los policías tampoco salieron…”. Este mensaje evidenció tanto la gravedad de la situación como la falta de recursos locales para enfrentar la emergencia.
Despliegue del Cuerpo de Bomberos
En respuesta al llamado de auxilio, elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos de Oaxaca (HCBO) fueron desplegados desde la estación Sur, especializada en búsqueda y rescate. El equipo partió aproximadamente a las 16:00 horas del lunes 21 de abril, trasladándose con equipamiento especializado para evaluar las condiciones del pozo y determinar la estrategia adecuada para el rescate de las víctimas.

A su llegada, los bomberos se enfrentaron a un escenario complejo que requirió valoraciones técnicas detalladas antes de proceder. La corporación realizó evaluaciones para determinar la presencia de gases tóxicos y otros factores físicos que pudieran complicar las labores de rescate. Esta valoración profesional permitió confirmar lo que posiblemente fue la causa de las muertes: acumulación de gases tóxicos o falta de oxígeno en el espacio confinado.
Deficiencias y Fallas Detectadas
Ausencia de Protocolos de Seguridad
Una de las fallas más evidentes en este caso fue la ausencia total de protocolos de seguridad para espacios confinados. El pozo, utilizado para abastecer una purificadora de agua, carecía aparentemente de medidas básicas de protección que hubieran impedido la caída accidental de su propietario. Tampoco existían procedimientos claros para actuar en caso de emergencias en este tipo de instalaciones, lo que derivó en una respuesta improvisada y fatal.
Respuesta en Cadena Sin Planificación
El análisis de los hechos revela un patrón de rescate improvisado donde cada persona ingresaba al pozo sin planificación ni equipamiento adecuado al ver que quien había entrado anteriormente no salía. Esta respuesta en cadena, aunque motivada por la urgencia y el deseo de ayudar, resultó trágicamente contraproducente y multiplicó el número de víctimas. La falta de coordinación y evaluación previa de riesgos fue determinante en el desenlace fatal.
Carencia de Equipamiento Especializado
Ninguno de los primeros respondientes —tanto civiles como policías municipales— contaba con el equipamiento básico para ingresar a espacios confinados[6]. La ausencia de detectores de gases, equipos de respiración autónoma, arneses de seguridad y líneas de vida fue una falla crítica que condenó los intentos de rescate al fracaso y a la muerte de los rescatistas. Este tipo de equipamiento es esencial para cualquier operación en espacios donde la atmósfera puede ser peligrosa.
Deficiente Capacitación en Emergencias
La tragedia pone de manifiesto serias deficiencias en la capacitación del personal de seguridad pública municipal para enfrentar emergencias en espacios confinados. Los policías que acudieron al lugar, aunque movidos por su deber de auxiliar, carecían de los conocimientos técnicos para identificar los riesgos asociados con pozos profundos, como la posible acumulación de gases tóxicos o el desplazamiento del oxígeno por otros gases como el metano o el dióxido de carbono.

Demora en la Respuesta Especializada
Aunque no se especifica en las fuentes el tiempo exacto que tardó en llegar el equipo especializado de bomberos, resulta evidente que su intervención se produjo cuando ya se habían consumado las seis muertes. Esta demora pudo estar relacionada con la distancia geográfica, la falta de comunicación oportuna de la emergencia o la disponibilidad limitada de equipos especializados en zonas rurales como la Mixteca oaxaqueña.
Este incidente debe servir como un doloroso recordatorio de la importancia de la prevención, la capacitación adecuada y el equipamiento apropiado en situaciones de emergencia. Las autoridades municipales, estatales y federales tienen ahora la responsabilidad de implementar medidas correctivas que eviten que tragedias similares se repitan en el futuro, honrando así la memoria de quienes perdieron la vida en un acto de valentía mal dirigido por la falta de recursos y conocimientos adecuados.
Con informacion: PROCESO/

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