El balance oficial de la guerra interna entre las facciones de “Los Chapitos” y “Los Mayos” del Cártel de Sinaloa, aunque limitado y frecuentemente cuestionado por su falta de transparencia, sigue siendo la única base cuantitativa disponible para contrastar la narrativa oficial de éxito en materia de seguridad.
A continuación, se desglosan y contextualizan las cifras reportadas y se confrontan con la retórica gubernamental y la realidad documentada en los medios y fuentes independientes.
Cifras oficiales reportadas por Noroeste (septiembre 2024 – abril 2025):
- Personas privadas de la libertad (Levantones): 1,327 (5.8 diarias)
- 1,169 homicidios dolosos (5.1 diarios)
- Vehículos robados: 4,438 (19.6 diarios)
- Personas detenidas: 1,005 (4.4 diarias)
- Personas abatidas: 77
Estas cifras, aunque reflejan una actividad intensa de las fuerzas de seguridad, deben analizarse en el contexto de la violencia, la fragmentación criminal y el impacto social que ha dejado la guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa.
Es decir, deben ponderarse en base a lo que las acciones de autoridad han conseguido en materia de paz y tranquilidad,no en función del tamaño de ninguno de los aprehendidos,las armas o pertrechos decomisados.
1. Personas privadas de la libertad y detenidas
El reporte de 1,327 personas privadas de la libertad (levantones) y 1,005 detenidos en el periodo analizado por parte de las distintas autoridades,que son muchas ,se traduce en mayor eficiencia del Cartel que todos indica puede desparecer con mayor efectividad en que es detenido alguno de sus miembros.
La mayoría de las detenciones han sido en flagrancia, durante operativos o persecuciones, y no necesariamente de altos mandos criminales,la inmensa mayoría es del sector del “infeliciaje”.
Narrativa oficial:
El gobierno federal y la Sedena han destacado la captura de coordinadores de seguridad, operadores financieros y responsables logísticos clave, subrayando que más de mil arrestos han debilitado tanto a Los Chapitos como a Los Mayos.
Sin embargo, análisis periodísticos y recuentos independientes muestran que, si bien se han logrado detenciones de alto perfil (como José Ángel Canobbio “El Güerito”, Kevin Alonso Gil Acosta “El 200”, Fernando Pérez Medina “El Piyi”, entre otros, la mayoría de los arrestos corresponden a operadores de menor rango o pistoleros capturados en flagrancia, lo que limita el impacto real sobre la estructura criminal.
Y bajo esta misma condición operativa,sospechosamente son mas “Chapitos que Mayitos que flacos”.
Contraste:
La narrativa gubernamental magnifica el efecto de los arrestos, pero los datos muestran que sólo una fracción corresponde a líderes o coordinadores relevantes. Por ejemplo, en seis meses de conflicto, apenas 16 objetivos prioritarios entre ambas facciones han sido detenidos, mientras que la cifra total de detenidos incluye a numerosos integrantes de bajo perfil.
2. Vehículos robados
El robo de 4,438 vehículos (19.6 diarios) en el mismo periodo evidencia un grave deterioro en la seguridad pública, especialmente en Culiacan, donde la crisis de violencia ha disparado este delito. La Fiscalía de Sinaloa y reportes periodísticos confirman que, tras el estallido de la guerra interna, el robo de vehículos alcanzó niveles récord, siendo las motocicletas y autos compactos los más afectados.
Narrativa oficial:
No existe una referencia directa en la narrativa de éxito gubernamental a la crisis de robo de vehículos, lo que muestra una desconexión entre el discurso y la realidad cotidiana de la población.
Contraste:
El aumento sostenido del robo de vehículos contradice la imagen de control y “pacificación” que busca proyectar el gobierno. La estadística de casi 20 robos diarios en Sinaloa refleja un entorno de inseguridad que persiste pese a los operativos militares y policiacos.
3. Personas abatidas
El saldo de 77 personas abatidas en enfrentamientos refleja la intensidad y letalidad de los operativos y la resistencia armada de las facciones criminales. Sin embargo, este número debe leerse junto a los más de 1,169 (5.1 diarios) asesinatos registrados en Sinaloa desde el inicio de la guerra interna, según datos oficiales.
Narrativa oficial:
El gobierno subraya que los enfrentamientos y abatimientos son resultado de acciones contundentes contra el crimen organizado, presentando cada operativo como un golpe a la delincuencia y que lo regresa con otro golpe cada vez mas atrevido, mas desafiante.
4. Impacto real sobre las estructuras criminales
Narrativa victoriosa:
El discurso oficial insiste en que los más de mil arrestos han debilitado a ambas facciones, especialmente a Los Chapitos, y que la captura de operadores clave es parte de los compromisos bilaterales con Estados Unidos para frenar el tráfico de fentanilo y otras drogas. Se recalca la “cacería sin tregua” y la presión internacional como motores de estos resultados.
Realidad documentada:
- Las capturas de alto perfil han sido relevantes, pero no han desmantelado la capacidad operativa de las facciones, que mantienen control territorial y redes internacionales de narcotráfico.
- Tras la extradición de Ismael “El Mayo” Zambada y la entrega de Joaquín Guzmán López, la violencia y la fragmentación interna se han intensificado, afectando la vida cotidiana, la economía local y la seguridad pública
- El gobierno mexicano no ha logrado capturar a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, líder principal de Los Chapitos, pese a la presión estadounidense y los operativos recientes
5. Limitaciones y opacidad del balance oficial
El balance oficial, aunque es la única base para contrastar cifras, no refleja la dimensión real del conflicto ni el impacto en la vida social y económica de Sinaloa. La opacidad en la información, la falta de desglose sobre detenidos de alto perfil vs. operadores de bajo nivel, y la ausencia de datos sobre desapariciones y desplazamientos forzados, limitan la utilidad del balance como herramienta de rendición de cuentas.
Conclusión
El balance oficial de detenciones, abatidos y vehículos robados, aunque útil como referencia, no representa la realidad integral del conflicto ni respalda plenamente la narrativa de éxito gubernamental que es contrastada por un 224% del crecimiento en asesinatos.
Las cifras reflejan una escalada de violencia, una crisis de seguridad pública y una fragmentación criminal que no han sido resueltas por los operativos militares y policiacos.
La narrativa victoriosa del gobierno, basada en detenciones y golpes selectivos, contrasta con la persistencia de delitos de alto impacto, la continuidad de las redes criminales y el sufrimiento cotidiano de la población sinaloense en medio de una campaña mediática de cientos de miles de detenidos que no corresponden por mucho a la triste realidad de violencia que el gobierno quiere combatir con cifras.
Aunque ya sabemos y sobradamente ,que el crimen organizado es como una infección que no fue tratada adecuadamente desde sus primeras etapas y evoluciono hasta convertirse en una enfermedad sistémica difícil de controlar.
En términos médicos, esta situación refleja un caso de infección crónica que se agravó por negligencia o tratamiento tardío, lo que permitio que se fortaleciera y se volvio resistente a las intervenciones actuales.
“Lo malo de combatir al mismo enemigo por mucho tiempo es que termina acostumbrándose a las estrategias”…ya es inmunoresistente.
Con informacion: RIO DOCE/ MEDIOS/ REDES

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