“Pemex navega hoy con el tanque casi vacío: enfrenta menos ingresos, más deudas y un presupuesto que apenas le alcanza para tapar fugas, mientras la producción sigue en picada y el futuro se juega entre promesas de rescate bajo soberanías energéticas fracasadas y la urgencia de reinventarse antes de quedarse sin gasolina.
Mientras Pemex camina por la cuerda floja: la empresa más emblemática del país carga un peso de deuda que amenaza con hundirla, mientras su rentabilidad se erosiona y el salvavidas del gobierno se vuelve cada vez más costoso para todos los mexicanos.
Petróleos Mexicanos (Pemex) perdió 43 mil 328 millones de pesos durante el primer trimestre del año, resultado que contrasta con las utilidades obtenidas durante el mismo periodo del año pasado por un total de 4 mil 682 millones, de acuerdo con su reporte financiero trimestral enviado a inversionistas.
El resultado negativo de la compañía que dirige Víctor Rodríguez Padilla derivó de una disminución en las ventas de la empresa, incrementos en otros gastos no especificados, mayores gastos de administración y de costo financiero, la pérdida cambiaria e impuestos y derechos.
Específicamente, la pérdida cambiaria alcanzó los 15.1 mil millones de pesos en el primer trimestre de 2025, contrastando con la utilidad de 33.4 mil millones del mismo periodo del año anterior.
Los ingresos de Pemex registraron una disminución del 2.5 por ciento, al pasar de 405 mil 898 millones de pesos en los tres primeros meses del 2024 a 395 mil 575 millones de pesos en el mismo periodo de este año.
Aunque la petrolera logró tener un menor costo de ventas del 13.1 por ciento, no fue suficiente para ayudarla a compensar sus resultados financieros.
Entre enero y marzo de este año el costo que registró fue de 286 mil 575 millones de pesos, contra los 329 mil 831 millones de pesos en el mismo periodo del 2024.
El Ebitda (resultados antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de Pemex tuvo un incremento de 34.5 por ciento, al pasar de 92 mil 459 millones de pesos en el primer trimestre del 2024 a 124 mil 348 millones de pesos en el mismo trimestre de presente año.
Deuda repunta a 2 billones de pesos
La deuda financiera de Pemex sigue creciendo, a pesar de los esfuerzos y recursos que el Gobierno federal le destina.
En el primer trimestre del 2025, la petrolera alcanzó una deuda por 2.05 billones de pesos (ó 101.1 mil millones de dólares).
Al finalizar el 2024, la deuda de la empresa era de 1.97 billones de pesos
En cuanto a la deuda con proveedores y contratistas, ésta se mantiene en niveles importantes pese a los abonos realizados.
Al cierre de marzo, Pemex reconoció un adeudo por 404 mil 407 millones de pesos, cuando al cierre del 2024 la deuda reconocida era por 506 mil 153 millones de pesos.
Sin embargo, la empresa explicó en su llamada con inversionistas que durante los tres primeros meses del año se han registrado pagos por 152 mil 116 millones de pesos
¿Qué pasó con Pemex este trimestre?
Vamos a desmenuzar el tema de Pemex con palabras claras y sin rodeos, porque eso de echarle la culpa solo al “entorno económico” ya no convence a nadie: el problema huele más a mal manejo y a decisiones que no terminan de cuajar.
Pemex reportó una pérdida de 43,329 millones de pesos en el primer trimestre de 2025. El año pasado, en el mismo periodo, había tenido una ganancia de 4,682 millones. O sea, pasamos de números negros a un hoyo del tamaño de un pozo petrolero seco.
La empresa dice que esto se debe a:
- Menos ventas (cayeron 2.5%)
- Más gastos de administración y “otros gastos” que no especifican
- Un trancazo por la pérdida cambiaria (el peso se depreció y eso les pegó en la deuda)
- Más impuestos y derechos.
Y sí, el entorno internacional está complicado, pero Pemex no es la única petrolera del mundo y otras no están tan mal paradas.
¿De verdad es solo el entorno económico?
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Pemex insiste en que la volatilidad global y la depreciación del peso les pegaron duro, pero la realidad es que hay señales claras de que el manejo interno deja mucho que desear:
- Gastos administrativos y financieros en aumento: No es solo que vendan menos, sino que gastan más en cosas que no están claras. Los “otros gastos” subieron, y eso siempre huele a mala administración o a falta de control interno.
- Producción en caída: La producción de crudo bajó 11.3% respecto al año pasado, y la de gas natural también va para abajo. Dicen que es por campos maduros y problemas técnicos, pero eso se sabía desde hace años y no han logrado revertirlo.
- Deuda que no para de crecer: La deuda financiera ya está en 2.05 billones de pesos (más de 101 mil millones de dólares), y aunque el gobierno le mete dinero, Pemex sigue endeudándose. El 84.6% de esa deuda es en dólares, así que cualquier movimiento del tipo de cambio les pega directo en la cartera.
- Deuda con proveedores: Aunque han pagado parte, siguen debiendo más de 400 mil millones de pesos a proveedores y contratistas, lo que ya ha frenado operaciones y genera presión adicional.
¿Y el gobierno?
El gobierno federal ha estado metiéndole dinero directo a Pemex, pero ni así levantan cabeza. Cambiaron el régimen fiscal para darles más aire, pero la empresa sigue sin mostrar señales claras de recuperación. El discurso oficial es que ahora, con el nuevo régimen de “empresa pública del Estado”, van a aprovechar “sinergias” y ser más eficientes, pero hasta ahora eso no se ve reflejado en los números.
¿Por qué importa?
Pemex no es cualquier empresa: es la caja chica del Estado mexicano y de sus ingresos depende buena parte del presupuesto nacional. Cuando Pemex pierde, lo terminamos pagando todos, porque el gobierno tiene que tapar esos hoyos con dinero público o recortar en otras áreas.
En resumen y en español llano:
Pemex está perdiendo dinero a manos llenas, y aunque el entorno internacional no ayuda, la verdad es que el mal manejo interno, la falta de control en gastos, la caída de la producción y la deuda desbordada son problemas que no se pueden tapar solo con el pretexto de la economía global. Si no hay un cambio de fondo en la forma en que se administra la empresa, el agujero solo va a crecer, y el costo lo terminaremos pagando todos los mexicanos.
Con informacion: ELNORTE/
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