Resulta significativo que las mas recientes declaraciones oficiales de las autoridades estatales en Sinaloa, celebren la reducción de feminicidios mientras omiten dolosa y sistemáticamente el aumento alarmante de asesinatos contra mujeres.
“Esta perversión semántica que disfraza balas como cifras y victimas colaterales como estadísticas frías ,no solo evidencia un maquillaje estadístico, sino que constituye un feminicidio institucional de la verdad, donde la impunidad se viste de tecnicismos legales para enterrar la crudeza balística de esta guerra no declarada contra las mujeres.”
La omisión sistemática de los homicidios dolosos en la narrativa gubernamental
En el informe de incidencia delictiva presentado en marzo, el secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Ricardo Jenny del Rincón, señaló que los homicidios dolosos mostraban una tendencia a la baja desde octubre del año pasado, sin hacer ninguna distinción ni mención específica sobre el incremento de los homicidios contra mujeres.
Esta narrativa selectiva permite a las autoridades presentar una imagen de mejoría en la situación de seguridad para las mujeres que no corresponde con la realidad estadística. Al enfocarse exclusivamente en la disminución de feminicidios, se invisibiliza el incremento significativo de muertes violentas de mujeres que son clasificadas bajo otra tipificación penal.
El impacto de la violencia del narcotráfico en los homicidios de mujeres en Sinaloa: un análisis crítico del discurso oficial
El presente análisis examina la compleja relación entre el conflicto del crimen organizado en Sinaloa y el significativo aumento de homicidios dolosos contra mujeres, contrastando los datos oficiales con el discurso público de las autoridades.
Los hallazgos revelan una preocupante tendencia donde la violencia relacionada con el conflicto entre facciones del narcotráfico ha modificado los patrones de criminalidad contra las mujeres, sin que esto se refleje adecuadamente en el discurso gubernamental.
Aumento alarmante de homicidios dolosos frente a la reducción de feminicidios
Los datos estadísticos muestran un patrón alarmante en la tipificación de crímenes contra mujeres en Sinaloa. Mientras las autoridades destacan la reducción de feminicidios, las cifras de homicidios dolosos contra mujeres han experimentado un incremento sin precedentes.
Según la información proporcionada, se registró un aumento del 380% en homicidios dolosos de mujeres, pasando de apenas 5 casos en 2023 a 24 en 2024. Este incremento contrasta con una ligera disminución del 6% en feminicidios, que bajaron de 33 en 2023 a 31 en 2024.
Esta disparidad marcada se hace más evidente al analizar los datos del primer trimestre de 2025, donde los homicidios dolosos y feminicidios se equiparan con 7 casos cada uno, señalando que esta tendencia se mantiene en el presente año.
La Coordinación General del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP) ha reconocido que este cambio significa una ruptura con los patrones históricos donde tradicionalmente los feminicidios superaban a los homicidios dolosos de mujeres.
El fenómeno es aún más preocupante al considerar que solo en 2024 se perpetraron tantos homicidios dolosos contra mujeres como en los tres años anteriores combinados (24 frente a 24: 5 en 2023, 11 en 2022 y 8 en 2021), alcanzando la cifra más alta desde 2015, cuando se registraron 28 casos similares.
La correlación entre el conflicto del narcotráfico y la violencia letal contra mujeres
El análisis temporal de los homicidios dolosos revela una correlación directa con el inicio y escalada del conflicto entre las facciones de “Los Chapos” y “Los Mayos” dentro del Cártel de Sinaloa. Entre enero y agosto de 2024, antes del inicio de esta pugna, se registraron apenas 7 homicidios dolosos de mujeres. Sin embargo, entre septiembre y diciembre, coincidiendo con el inicio del conflicto, esta cifra se disparó a 17 casos. En las 31 semanas que lleva el enfrentamiento entre estas facciones, se acumulan 26 homicidios dolosos y 22 feminicidios.
Esta correlación encuentra respaldo en el análisis de la situación general de violencia en Sinaloa. Según informes, desde septiembre, cuando estalló la pugna interna tras la captura de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, se han registrado más de 800 homicidios, lo que representa un incremento interanual del 165% respecto a enero de 2024. La intensificación de la violencia generalizada ha impactado significativamente en la seguridad de las mujeres.
Transformación en los métodos de violencia letal contra mujeres
No solo ha aumentado el número de homicidios, sino que también se ha producido un cambio radical en los métodos empleados para perpetrarlos. De acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), en 2023 el principal mecanismo de muerte eran las contusiones (31%), seguido por armas de fuego (26%) y armas blancas (23%). Sin embargo, en 2024 el uso de armas de fuego se disparó hasta representar el 76% de los casos, mientras que las contusiones se redujeron al 7% y las armas blancas al 3%.
Esta tendencia continúa en 2025, donde el 71% de los homicidios de mujeres se han perpetrado con armas de fuego, seguidos por asfixia y calcinación (7% cada uno). Este cambio en el modus operandi refleja claramente la influencia de la violencia asociada al narcotráfico, donde predomina el uso de armas de fuego de alto calibre.
Reconocimiento tardío del problema por algunas autoridades
A pesar de la narrativa predominante, algunas autoridades han comenzado a reconocer la gravedad de la situación. Miguel Calderón Quevedo, Coordinador General del CESP, ha admitido explícitamente que “las mujeres también han sido víctimas de la violencia provocada por el conflicto entre grupos de la delincuencia organizada”, señalando que según las tipificaciones de la FGE, “se han asesinado a 26 mujeres más allá de los móviles de género, que suelen distinguirse, por ejemplo, en el desprecio, la discriminación o el sometimiento”.
Calderón Quevedo también ha reconocido que esto “significa un cambio en los patrones de años anteriores, en los que el feminicidio superó al homicidio doloso de mujeres”, e indicó que estos hechos y estadísticas son alarmantes, por lo que es necesario enfocar la atención en políticas públicas transversales desde la Secretaría de la Mujer y en acciones de la Fiscalía Estatal para hacer justicia y encarcelar a los culpables.
La concentración geográfica de la violencia y sus implicaciones
Culiacán como epicentro de la violencia contra mujeres
Los datos de la FGE muestran claramente que Culiacán, capital del estado y epicentro del conflicto entre facciones del narcotráfico, concentra la mayor cantidad de homicidios dolosos de mujeres. En 2023 se registraron 4 homicidios dolosos de mujeres en la capital, cifra que se disparó a 15 en 2024, y en el primer trimestre de 2025 ya suman 4 casos.
Esta concentración geográfica refleja la intensidad del conflicto en la capital sinaloense y cómo la violencia generalizada afecta desproporcionadamente a las mujeres en estas zonas. En 2023, Culiacán ya concentraba el 58% de las denuncias por homicidio doloso en todo el estado, patrón que se ha intensificado con la escalada del conflicto entre las facciones criminales.
Victimización circunstancial de mujeres en el contexto del conflicto
Entre los crímenes tipificados como homicidios dolosos por la Fiscalía se encuentran casos de mujeres que han muerto como víctimas circunstanciales en enfrentamientos. Ejemplos concretos incluyen el caso de Luz, de 27 años, quien murió al quedar en medio del fuego cruzado en un tiroteo registrado en febrero en el municipio de Eldorado, y el de Marta, de 64 años, quien falleció el 6 de abril cuando se encontraba en un vehículo y fue alcanzada por balas durante un enfrentamiento entre sicarios y elementos de las fuerzas federales en La Urraca, Mazatlán.
Estos casos evidencian una faceta particularmente preocupante de la violencia: mujeres que, sin estar directamente vinculadas a las actividades criminales, pierden la vida como consecuencia de la escalada de violencia generalizada. Esta victimización “colateral” representa un impacto adicional del conflicto en la vida cotidiana de las mujeres sinaloenses.
Conclusión: La necesidad de un abordaje integral y transparente
El análisis de las estadísticas sobre homicidios dolosos de mujeres y feminicidios en Sinaloa revela una realidad compleja que no está siendo adecuadamente reflejada en el discurso oficial. Mientras las autoridades enfatizan la disminución de feminicidios como un logro, omiten sistemáticamente el alarmante incremento de homicidios dolosos de mujeres relacionados con el conflicto entre facciones del narcotráfico.
Esta selectividad en la presentación de datos no solo distorsiona la percepción pública sobre la violencia contra las mujeres, sino que también puede obstaculizar la implementación de políticas públicas efectivas para abordar esta crisis. Es imperativo que las autoridades reconozcan abiertamente la totalidad del problema y desarrollen estrategias integrales que consideren tanto los feminicidios como los homicidios dolosos de mujeres en el contexto del conflicto criminal.
En un momento en que la violencia relacionada con el narcotráfico está modificando los patrones de victimización de las mujeres en Sinaloa, es fundamental que el discurso oficial se alinee con la realidad estadística para poder abordar efectivamente esta grave situación que afecta profundamente a la sociedad sinaloense, especialmente a sus mujeres.
Con informacion: RIODOCE/
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