La Diocesis de Culiacán emitio un Boletin de prensa refiriéndose a los recientes hechos de violencia que pusieron a relieve que el Cartel de Sinaloa no tiene limites en su guerra interna, pues recien acaban de demostrar que en su atrevimiento y grado de desafío que ejecuta venganzas, sus efectos pueden alcanzar a la misma iglesia, la que pide al altísimo que les toque el corazón,pero esta probado que no tienen, tampoco cerebro.
Boletín de Prensa
Culiacán, Sinaloa a 24 de abril de 2025
“La violencia y la muerte no tienen la última palabra”
La Diócesis de Culiacán, con profundo dolor, lamenta el hallazgo, hoy jueves 24 de abril, de algunos cuerpos de personas privadas de su vida en el interior de un vehículo en el estacionamiento de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, conocida como “La Lomita”.
Este acontecimiento, además de estremecer a esta comunidad parroquial y a nuestra Iglesia diocesana, vuelve a poner de manifiesto el clima de violencia que persiste en nuestra entidad.
Como Iglesia, elevamos nuestra voz con la autoridad del Dios de la vida para clamar: ¡Basta de muerte! ¡Basta de violencia!
Pedimos al Señor que toque los corazones de quienes siembran el miedo y el sufrimiento, para que se conviertan y se reconcilien con la verdad, el bien y la justicia.
Como comunidad que busca la paz, no dejemos que el miedo ni la desesperanza venzan. La muerte no tiene la última palabra: Cristo Resucitado ha vencido al mal y nos llama a ser constructores de paz.
Invitamos a todos los fieles a seguir unidos en oración por la paz, a poner en manos de la Virgen María de Guadalupe a cada habitante de nuestra ciudad, a fortalecer la esperanza en medio de la tribulación y a trabajar unidos como sociedad para sanar el tejido social herido por la violencia y la muerte.
“Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9).
Oficina de Prensa de la Diócesis de Culiacán
Un Análisis del texto
Contexto y tono
- El boletín responde a un hecho violento: el hallazgo de cuerpos sin vida en la parroquia “La Lomita”.
- El tono es de dolor, llamado a la paz y condena de la violencia.
- Se apela a la fe y a la oración como herramientas para enfrentar la crisis.
Ejes principales
- Reconocimiento del clima de violencia: Se admite que la violencia es persistente y afecta a toda la comunidad, incluyendo a la Iglesia misma.
- Clamor religioso: Se invoca la autoridad de Dios para exigir el fin de la violencia y la muerte.
- Oración por los victimarios: Se pide que Dios “toque los corazones” de quienes generan miedo y sufrimiento, para que se conviertan y busquen la justicia.
- Llamado a la esperanza y la acción comunitaria: Se exhorta a no sucumbir al miedo o la desesperanza, y a trabajar juntos para sanar el tejido social.
- Referencias bíblicas: Se utiliza una cita del Evangelio (Mateo 5,9) para legitimar el mensaje de paz.
Aristas críticas y reflexivas
1. Imposibilidad de que Dios toque los corazones de los violentos
- Desde una perspectiva racional y secular, la petición de que Dios “toque los corazones” de los perpetradores de violencia es simbólica y carece de evidencia empírica de eficacia. No hay pruebas de que una intervención divina modifique la conducta de quienes cometen actos violentos.
- Esta petición puede ser vista como una expresión de deseo o consuelo para los creyentes, pero no como una solución realista o efectiva frente a la complejidad de la violencia estructural, que responde a factores sociales, económicos, políticos y culturales.
- Además, la historia muestra que la violencia persiste incluso en sociedades profundamente religiosas, lo que sugiere que la apelación a la divinidad no es suficiente para transformar conductas criminales o antisociales.
2. La función social del discurso religioso
- El comunicado cumple una función de contención emocional y de cohesión comunitaria, ofreciendo esperanza y sentido ante el horror.
- Sin embargo, al centrarse en la oración y la resignación, puede desviar la atención de la exigencia de justicia, prevención y rendición de cuentas a las autoridades civiles y militares responsables de garantizar la seguridad.
- El llamado a la oración puede ser interpretado como una forma de evitar el enfrentamiento directo contra las causas estructurales de la violencia, como la impunidad, la corrupción politico gubernamental o la falta de políticas públicas efectivas.
3. Tensión entre fe y acción
- El boletín invita a “trabajar unidos como sociedad para sanar el tejido social”, lo que implica una dimensión activa, pero el énfasis sigue siendo la oración y la esperanza en la intervención divina.
- Esta dualidad refleja una tensión histórica en el discurso religioso: fe en la acción divina versus responsabilidad humana para transformar la realidad.
4. Uso de la violencia como reafirmación de la fe
- El mensaje de que “la violencia y la muerte no tienen la última palabra” y que “Cristo Resucitado ha vencido al mal” es una reafirmación de la esperanza cristiana, pero puede resultar insuficiente ante la magnitud y brutalidad de la violencia cotidiana.
- Para víctimas y familiares, este tipo de mensajes pueden ser reconfortantes, pero también pueden percibirse como evasivos o desconectados de la urgencia de justicia y reparación.
5. Omisión de demandas concretas
- El comunicado no exige acciones específicas a las autoridades ni menciona la necesidad de investigaciones, protección de la comunidad o políticas de seguridad, lo que limita su impacto más allá del ámbito espiritual.
Como seria el mismo Boletín de Prensa si fuera dirigido a las autoridades:
Culiacán, Sinaloa a 24 de abril de 2025
“La violencia y la muerte no tienen la última palabra”
La Diócesis de Culiacán, con profundo dolor, lamenta el hallazgo, hoy jueves 24 de abril, de algunos cuerpos de personas privadas de su vida en el interior de un vehículo en el estacionamiento de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, conocida como “La Lomita”.
Este acontecimiento, además de estremecer a esta comunidad parroquial y a nuestra Iglesia diocesana, vuelve a poner de manifiesto el clima de violencia que persiste en nuestra entidad.
Como Iglesia, elevamos nuestra voz con la autoridad del Dios de la vida para clamar: ¡Basta de muerte! ¡Basta de violencia!
Pedimos a las autoridades civiles y de seguridad que asuman con responsabilidad y urgencia la tarea de proteger a la ciudadanía, de investigar a fondo estos hechos y de garantizar justicia para las víctimas y sus familias. Exhortamos a quienes tienen en sus manos el poder público a que actúen con verdad, bien y justicia, y a que no permitan que la impunidad siga alimentando el sufrimiento de nuestro pueblo.
Como comunidad que busca la paz, no dejemos que el miedo ni la desesperanza venzan. La muerte no tiene la última palabra: Cristo Resucitado ha vencido al mal y nos llama a ser constructores de paz.
Invitamos a todos los fieles a seguir unidos en oración por la paz, a poner en manos de la Virgen María de Guadalupe a cada habitante de nuestra ciudad, a fortalecer la esperanza en medio de la tribulación y a trabajar unidos como sociedad para sanar el tejido social herido por la violencia y la muerte.
“Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9).
Oficina de Prensa de la Diócesis de Culiacán
Conclusión
El boletín de la Diócesis de Culiacán es un documento de consuelo y llamado a la paz, que recurre a la fe y a la oración como principales herramientas ante la violencia. Sin embargo, desde una perspectiva crítica, la petición de que Dios “toque los corazones” de los violentos es, en términos prácticos, imposible de verificar o garantizar, y puede ser vista como una respuesta simbólica más que una solución efectiva. El texto refleja la tensión entre el consuelo espiritual y la necesidad de acciones concretas para enfrentar la violencia estructural que afecta a la sociedad sinaloense.
Con informacion: @Redes/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: