Alicia Bárcena ha roto el silencio tras la polémica por la celebración de una supuesta boda en el Museo Nacional de Arte (Munal) por parte de Martín Borrego, su antiguo jefe de Oficina en la Secretaría de Relaciones Exteriores. La actual titular de Medio Ambiente y Recursos Naturales reconoció este viernes que estuvo presente en el acto del pasado 4 de octubre, como lo revelan varias fotografías que se han hecho públicas, pero insistió en que no estaba al tanto de los planes de Borrego. “Mi decisión inmediata fue solicitarle la renuncia por abuso de autoridad y porque quebrantó mi confianza al utilizar su posición para obtener un beneficio personal y disfrazarlo de evento diplomático”, afirmó.
“Lo presentó como un evento diplomático para celebrar 89 años de relaciones entre México y Rumanía, este es el hecho que considero grave”, lamentó Bárcena. La cartera que encabeza ya había publicado una nota aclaratoria el pasado martes. en el que la alta funcionaria aseguraba “no autorizó ni fue informada” de la solicitud realizada por Borrego, que fue sacada a la luz en una columna del periodista Claudio Ochoa en El Universal. Pero su respuesta fue cuestionada por amplios sectores de la opinión pública, después de que circularan fotos de Bárcena con Borrego y su esposo, el diplomático rumano Ionut Valcu.
“Todos fuimos con otra idea”, justificó. Bárcena agregó que el Munal sí permite la celebración de actos privados y culpó a Borrego del engaño. “Por la confianza hasta entonces establecida, claro que asistimos mi esposo y yo, de buena fe a un evento que considerábamos privado”, comentó. La secretaria, sin embargo, matizó que no se trató de una boda en sí, porque Borrego y su marido ya estaban casados, aunque reconoció que hubo una “recepción” en honor a la pareja. “No hubo ceremonia religiosa o civil, sí un brindis dedicado simbólicamente a los recién casados”, dijo.
La secretaria dijo que nunca había negado su asistencia y remató: “Sí niego rotundamente que se me atribuya responsabilidad de haber avalado, solapado o utilizado mi cargo para un evento inapropiado”. La presidenta, Claudia Sheinbaum, reprobó esta semana que servidores públicos aprovecharan sus posiciones para celebrar fiestas, llamó a los integrantes de su Administración a conducirse con mesura y pidió que se investigaran los hechos para deslindar responsabilidades.
Tras el escándalo, Sheinbaum volvió a salir en defensa de Bárcena en su conferencia de prensa de este viernes. “Es una servidora pública ejemplar”, afirmó. La mandataria aseguró también que “va a seguir siendo parte del equipo”. El nuevo canciller, Juan Ramón de la Fuente, hizo un llamado a la ética que debe primar en el cuerpo diplomático y entre los funcionarios del Gobierno mexicano. “[Me refiero] a la ética rigurosa como contrapeso de la diplomacia que se agota en el elogio inmerecido y en la recepción frívola”, dijo en un discurso esta semana.
Borrego presentó el lunes su renuncia como coordinador de Contacto con la Ciudadanía de la Secretaría de Medio Ambiente, después de que el Órgano Interno de Control de Exteriores anunciara una pesquisa interna, que puede derivar en sanciones administrativas. El diplomático de carrera negó que haya incurrido en abuso de autoridad, aunque reconoció que fue “impropio” reservar el Munal, uno de los recintos culturales del país, desde su correo institucional. También rechazó que se tratara de un evento personal. En pleno cruce de declaraciones, además de fotografías y videos, Ochoa reveló la invitación al evento, que incluía las iniciales de los novios, la fecha del evento y su mesa de regalos, sin hacer mención de que fuera un acto oficial. Hubo un “evento cultural” de seis de la tarde a las siete de la noche y un “cóctel” hasta las nueve y media, apenas tres días después de la toma de posesión de Sheinbaum.
Con informacion: ELIAS CAMHAJI/DIARIO ESPAÑOL/ELPAIS
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