LA "CENA MAS CARA en 25 AÑOS": LA NOCHE BUENA PAGARA los PLATOS ROTOS de la GUERRA,la SEQUIA y TODO lo DEMAS"...la inflación llego para quedarse.

La cena de Navidad será este año la más cara en un cuarto de siglo.

Y es que habrá que pagar los "platos rotos" de los efectos de la guerra de Rusia a Ucrania, la sequía e, incluso, la influenza, pero no la que le pega a los humanos, sino a los pollos y pavos.

"Los precios de los alimentos, como hortalizas, frutas, derivados de harinas, aceites y cárnicos son los más altos históricos en términos reales (ajustando por inflación), al menos de los últimos 25 años", señaló Juan Carlos Anaya, director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

Esta Noche Buena en el área metropolitana de Monterrey volver a preparar un pavo de 6 kilos para unas 12 personas, incluyendo complementos, panecillos, dos refrescos de 3 litros, un 12 pack de cervezas y un postre, como pastel o buñuelos, costará en promedio 3 mil 078 pesos, arrojó una medición realizada por EL NORTE.

Esto representa un 20 por ciento más de los 2 mil 572 pesos que costó preparar ese mismo menú en la cena navideña del año pasado.

La medición se realizó con base en precios levantados por la Profeco en cadenas de autoservicios en el Estado y sondeos periodísticos para los mismos tipos de productos y marcas durante la tercera semana de diciembre del 2022 y 2021.

Una opción menos cara que la del pavo, y también del gusto de los regios, es la pierna de cerdo horneada, aunque su costo tampoco escapó de la inflación.

Por ejemplo, una pierna de 5 kilogramos preparada con tocino y servida con arroz, puré de papa, pan, refrescos y postre costará unos mil 545 pesos, esto es 16 por ciento más de los mil 330 pesos de la de hace un año.

Si opta por comprar tamales, subieron 11 por ciento.

Analistas del sector agroalimentario refieren que el alto costo de la cena navideña deriva de los efectos de la guerra de Rusia contra Ucrania, que encareció los precios del trigo y maíz e, incluso, de los fertilizantes, que representan el 30 por ciento del costo de los cultivos y de los cuales México importa el 62 por ciento.

A ello añadieron la sequía en Estados productores de hortalizas en México y en entidades productoras de granos en Estados Unidos, que elevó los precios internacionales del maíz y la soya y, en consecuencia, el costo de las engordas de reses, cerdos y pollos y el de sus subproductos.

También lo achacaron al brote de la influenza aviar en Estados Unidos, que incrementó el precio de la carne de pollo, pavo y huevo.

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