Esta semana la Secretaría de Marina arreció los operativos desplegados para la búsqueda y captura de Laisha Michelle Oseguera González, hija del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera “El Mencho” en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Por tierra, aire y con agentes de grupos de élite, la Armada de México, reforzada con grupos del Ejército y la Guardia Nacional, intensificaron una auténtica cacería contra los secuestradores de los dos jóvenes marinos que desaparecieron la noche del pasado 15 de noviembre en el estacionamiento de un centro comercial de Zapopan.
TERMINARA SILENCIADO SI NO ES CAPTURADO:
A pesar de que el pasado 20 de noviembre la Fiscalía de Jalisco aseguró haber encontrado, prácticamente ilesos a los dos marinos secuestrados cinco días antes, eso no canceló la búsqueda de los autores intelectuales y materiales del secuestro o “levantamiento” del cadete y la segunda maestre; por el contrario, la persecución y los operativos se hicieron más visibles con los refuerzos militares y de Guardia Nacional que estuvieron peinando colonias de Zapopan y Guadalajara, en donde lograron la detención de Manuel “N”, acusado de ser uno de los autores materiales del secuestro.
Con helicópteros por aire, vehículos blindados y artillados por tierra y agentes que cateaban casas y domicilios, el despliegue táctico y de fuerza de los militares el miércoles y jueves de esta semana en la capital de Jalisco, dejó muy claro que el tema del secuestro de los jóvenes marinos que estuvieron cautivos cinco días fue claramente una “ofensa” para las fuerzas armadas, especialmente para la Marina, que, de inmediato, aquel 15 de noviembre, activó operativos de búsqueda y captura contra la hija menor del “Mencho” y de Rosalinda González “La Jefa” y de su novio Christian Gutiérrez Ochoa, a quienes la inteligencia naval ubica como los autores intelectuales del secuestro.
Fue tan notorio y ostensible el enojo e indignación que este secuestro ocasionó en la Semar y tan fuerte la respuesta contra los secuestradores, que de inmediato Laisha Michelle Oseguera, puso a trabajar a los abogados de su papi y para el martes ya había obtenido una suspensión provisional “contra cualquier orden de aprehensión” de parte del juez federal, Julio Veredín Sena Velázquez, que el miércoles le dio el amparo definitivo. Sin embargo, la orden judicial no la protege de ser detenida si los delitos que le imputan, en este caso secuestro, amerita prisión preventiva oficiosa.
Y es que la menor de las hijas del capo del Cártel Jalisco Nueva Generación, y eso lo deben saber muy bien ella y su padre, le pegaron a la Marina en el orgullo al meterse con dos de sus jóvenes cadetes en represalia por la detención de Rosalinda González “La Jefa”. Claramente la Marina quiere que paguen aquellos que se llevaron a sus agentes y, aunque muchos pensaron que toda esta historia se cerraba con la aparición con vida de los dos marinos, han pasado dos semanas de lo ocurrido y lejos de disminuir, la cacería de las fuerzas castrenses se ha hecho más intensa.
LA OTRA VERSIÓN NO OFICIAL DEL SECUESTRO
Para entender por qué la Marina no frenó la búsqueda de los secuestradores de un cabo de infantería y una segunda maestre, que según las versiones oficiales duraron cinco días desaparecidos y luego aparecieron sorpresivamente en una carretera de Puerto Vallarta maniatados, hincados y con los ojos vendados, él con algunos golpes y ella totalmente intacta, según el reporte oficial, les preguntamos a algunas fuentes navales y de inteligencia federal por qué el despliegue tan fuerte en esta búsqueda de los autores del secuestro.
La noticia de que patrulleros municipales de Vallarta habían encontrado a los dos marinos abandonados a la orilla de la carretera, según se ve en un video que fue expresamente grabado, fue, nos dicen las fuentes de alto nivel consultadas, la “versión oficial” que se le dio a los medios y a la sociedad. Porque el hallazgo fortuito, la noche del viernes 19, de los dos marinos que aparecieron casi ilesos después de haber estado cinco días en manos del CJNG, clasificada como la organización criminal más violenta y sanguinaria por las autoridades de México y Estados Unidos, no resultaba ni tan lógica ni tan creíble para quienes conocen lo cruel y despiadado que suelen ser las venganzas ordenadas por “El Mencho”.
La otra versión de cómo terminó el secuestro de los marinos, según fuentes de inteligencia federal, es que el cabo y la segunda maestre de la Armada de México, en realidad fueron encontrados muertos y con signos de haber sufrido graves y crueles torturas. Eso habría ocurrido el mismo viernes por la tarde, justo cuando el presidente López Obrador regresaba de su viaje a Washington DC, donde participó en la Cumbre Trilateral de líderes de América del Norte.
Por “órdenes superiores”, según la fuente referida, se decidió no dar a conocer la muerte cruel que sufrieron los dos marinos a manos de los sicarios del CJNG y se ordenó hacer aparecer a los dos jóvenes maniatados e hincados en la carretera de Puerto Vallarta para “evitar la imagen de una guerra o una confrontación directa en contra del CJNG”. Esa versión, que no confirman fuentes oficiales, ayudaría a entender por qué la búsqueda de los secuestradores no se detuvo, a pesar de que los dos marinos hubieran aparecido presuntamente vivos y sin lesiones graves.
La ira de los altos mandos navales y de las tropas por el secuestro y desaparición de sus dos jóvenes integrantes estaría más que justificada, pero en la actual estrategia federal de seguridad, con la política de “abrazos no balazos”, no cabría una respuesta de fuerza, por lo que se buscó manejar el asunto más como una “búsqueda y persecución de los secuestradores” que como una “respuesta con toda la fuerza de la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional” que es lo que hemos visto en los operativos desplegados en estos últimos días en Guadalajara y Zapopan, en donde se ha evitado a toda costa disparar, pero eso sí, han mandado todo tipo de equipos de élite para detener a los secuestradores, tanto a los materiales como a los intelectuales.
Veremos en qué termina toda esta historia del secuestro de los dos marinos y de la persecución contra la hija menor del líder del CJNG. Por lo pronto, le preguntamos a una fuente naval del primer nivel si todo lo que estaban haciendo y moviendo las fuerzas federales en estos operativos era para buscar a la hija del Mencho, y su respuesta fue bastante clara y contundente: “No hay nada que se haga en Jalisco que no sea en contra del Mencho, a favor del Mencho o con la autorización del Mencho”. ¿Así o más claro?
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