En la aduana del Aeropuerto Internacional de Cancún, Quintana Roo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) confiscó una guitarra eléctrica que estaba completamente hecha de droga. Una pasajera mexicana fue quien traía el instrumento entre su equipaje proveniente de Guayaquil, Ecuador.
El artefacto musical presentaba un peso anormal, por lo que llamó la atención del personal de aduanas, quienes se encargaron de observar detenidamente el objeto.
Primero se le practicaron rayos X. La sospecha aumentó cuando la imagen generada por estos no correspondía a la naturaleza de la mercancía, por lo que hicieron que un perro adiestrado identificara si el instrumento estaba hecho de la droga, y dio positivo.
(Foto: Twitter)
Por otro lado, las autoridades dieron a conocer que, tras una revisión exhaustiva, se encontraron 58 kilogramos de cocaína envueltos en 50 paquetes propiedad de un pasajero ecuatoriano.
La Fiscalía General de la República fue informada sobre los hechos para que abriera las carpetas de investigación correspondientes de acuerdo con los protocolos asignados para estos casos.
Intentos fallidos para contrabandear droga
Esta no es la primera vez que alguien realiza acciones extraordinarias para intentar pasar droga por la frontera. En 2016, un oficial del aeropuerto de la Ciudad de México encontró tres kilos y medio de metanfetamina escondidos en cápsulas de plástico envueltas en papel de caramelos.
El paquete con destino a Nebraska fue localizado por las autoridades y se asegura que llegaría a dicho estado por medio de una agencia de transporte.
La frontera de México con Estados Unidos es un espacio donde constantemente se intenta contrabandear droga. De acuerdo con la BBC, hay una historia popular sobre un anciano que atravesaba la frontera con una mochila. El guardia le preguntaba acerca del contenido de la maleta y el respondía: “marihuana”.
El agente le permitía el paso y sonreía hasta que uno de sus compañeros decidió revisar la mochila y, en efecto, el anciano transportaba marihuana.
Otra práctica muy común son las mulas o los clavos. Las primeras son personas que atraviesan la frontera con mochilas que contienen varios kilos de drogas, disuelven cocaína en biberones e incluso la transportan dentro de sus cuerpos.
Los clavos son aquellos compartimentos secretos que se encuentran en algunos automóviles utilizados para esconder sustancias ilícitas ya que se hacen pasar por parte del motor del vehículo, las llantas o el tanque de gasolina.
(Foto: Archivo)
En 2011, las cámaras de vigilancia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos grabaron a personas que aventaban cosas por encima del muro fronterizo. El ejército mexicano encontró cerca de la ciudad de Agua Prieta, dos catapultas con las que se arrojaba droga desde México a Estados Unidos.
Estos artefactos estaban hechos de tubos metálicos, llantas y una barra para estirar la liga que daba a los proyectiles un alcance de aproximadamente cien metros.
Otra forma en la que se intentó transportar drogas de un lado al otro de la frontera fueron las “narcodonas”. Soldados mexicanos encontraron cajas de donas que estaban espolvoreadas con cocaína en lugar de azúcar.
La comida es una manera popular de transportar droga, ya se a en frutas, verduras, tortas e incluso en 2009, la Marina mexicana encontró cocaína en tiburones congelados. En una ocasión, latas con chiles rellenos de esa droga, que solían enviarse por Tijuana, fueron ligadas con el Cártel de Sinaloa .
En Estados Unidos también ha habido hallazgos particulares relacionados con el tráfico de drogas. En 2012, fueron encontrados en el aeropuerto de Los Ángeles dos kilos de metanfetaminas ocultos en 45 barras de chocolate, y en Nueva York y Chicago se han incautado 150,000 paquetes de heroína que fueron descubiertos en sacos de café.
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