Para difundir su imagen de “súper policía”, Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, gastó 231 millones de pesos (unos 295 millones de ahora) en la producción y difusión de 10 campañas que se desplegaron en televisión, radio y cine, así como en espectaculares, con recursos del erario mexicano.
PASADO ES DESTINO:
Del pastel de publicidad oficial, Televisa recibió 69 por ciento y TV Azteca 11.22 por ciento. Varios medios impresos también recibieron contratos, así como portales de internet como Prodigy MSN y Terra. García Luna también contrató espectaculares con las empresas Grupo Publica Espectaculares y Vallas y ordenó el anuncio en cine “Vamos ganando la guerra” con la Cadena Mexicana de Exhibición.
Televisa ganó el contrato más alto de los signados por García Luna en este universo de mensajes. En junio de 2010, el funcionario decidió que se requería una campaña “contingente” y le pagó 118 millones de pesos (151 millones de ahora) a la televisora por el despliegue “Policía Federal: Héroes Anónimos”.
Esa campaña presentaba al policía mexicano con alto sentido de la ética y capaz de exponer hasta la vida con tal de realizar su trabajo. La empresa, dirigida en ese momento por Emilio Azcárraga Jean, no sólo la programó en todos sus canales durante el último semestre de 2010; también generó la idea y realizó la producción y postproducción en sus propios estudios.
Lo anterior resulta de una inmersión en los contratos firmados durante la gestión de Genaro García Luna en la Secretaría de Seguridad Pública en los históricos del Portal de Obligaciones y Transparencia, comparados con datos de Compranet, realizada por EMEEQUIS. Los valores de los montos se actualizaron tomando en cuenta el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de diciembre de 2012 contra noviembre de 2019.
LA PANTALLA DE GARCÍA LUNA
Genaro García Luna fue director de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), de 2000 a 2006. Al iniciar el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), la agencia se integró a la Policía Federal y García Luna se convirtió en secretario de Seguridad Pública, posición desde la cual fue la pieza más estratégica de los despliegues en contra de los cárteles del crimen organizado.
Su nombre empezó a asociarse con Televisa desde el 9 de diciembre de 2005, cuando el programa “Primero Noticias” bajo la conducción del periodista Carlos Loret de Mola, transmitió en vivo un supuesto operativo de la extinta AFI para liberar a personas secuestradas por una banda llamada presuntamente “El Zodiaco”, en una cabaña. En la pantalla, se vio cómo las fuerzas policiacas bajo su mando se desplazaban en un jardín. Se sabría, en la misma transmisión, que era un paraje en Morelos.
En el sitio y ante las cámaras de televisión, fueron detenidos la ciudadana francesa, Florence Cassez y el mexicano, Israel Vallarta, quien tenía las marcas de varios golpes en la cara y se quejaba de dolor en un costado. Después, los dos dieron a conocer que el operativo en el que habrían sido detenidos, fue un montaje. En 2013, tras un conflicto diplomático entre México y Francia, ella fue liberada y trasladada a su país. Él sigue en prisión preventiva en en el penal de máxima seguridad El Altiplano.
En el sitio y ante las cámaras de televisión, fueron detenidos la ciudadana francesa, Florence Cassez y el mexicano, Israel Vallarta, quien tenía las marcas de varios golpes en la cara y se quejaba de dolor en un costado. Después, los dos dieron a conocer que el operativo en el que habrían sido detenidos, fue un montaje. En 2013, tras un conflicto diplomático entre México y Francia, ella fue liberada y trasladada a su país. Él sigue en prisión preventiva en en el penal de máxima seguridad El Altiplano.
EL DESMORONAMIENTO
El 4 de diciembre de 2006, el entonces presidente Felipe Calderón pronunció por primera vez el término “guerra” de manera oficial. Estaba en la inauguración de los trabajos del Quinto Foro de Inversiones y Cooperación Empresarial Hispano-Mexicano al que acudió el príncipe español Felipe de Borbón (Hoy Rey Felipe VI de España). “Tengan la certeza de que mi gobierno está trabajando fuertemente para ganar la guerra a la delincuencia, de que se aseguren y respeten los derechos de cada quien, los derechos de propiedad y de inversión, de que se combata sin tregua la corrupción y se resguarden los derechos patrimoniales de vida y de libertad de todos”, dijo.
Seis días después, el entonces secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, anunció que 7 mil efectivos de las fuerzas federales ingresarían a Michoacán por tierra y aire en el llamado Operativo Conjunto Michoacán. La guerra en contra del crimen organizado que marcaría al gobierno calderonista se había iniciado.
Desde ese momento, Genaro García Luna se convirtió en el hombre más poderoso del Gabinete gubernamental. La Secretaría a su cargo concentró las estrategias en seguridad nacional y pública durante seis años. Las decisiones de la llamada “guerra” dependieron de él muchas veces. El hombre que estudió Ingeniería, pero que en 1999 inició una carrera en el extinto Centro de Inteligencia para la Seguridad Nacional (CISEN), se había convertido en un “súper-policía”.
LA CRUDA REALIDAD
Fue detenido hace unos días en Dallas, Texas. Está acusado de tres cargos de conspiración de tráfico de drogas –entre ellos haber recibido sobornos del llamado cártel de Sinaloa, que comandaba Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” Guzmán–; además de dar declaraciones falsas a una autoridad. Los delitos los habría cometido cuando era secretario de Seguridad Pública y era responsable de garantizar la seguridad en México.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó en un comunicado: “A cambio de sobornos multimillonarios, el acusado supuestamente permitió que el Cártel de Sinaloa operara con impunidad en México. García Luna fue arrestado por agentes federales en Dallas, Texas, y el gobierno buscará traslado al Distrito Este de Nueva York para enfrentar estos cargos”.
En México, la Fiscalía General de la República (FGR) informó que también tiene una investigación en contra de Genaro García Luna, que cooperará con el gobierno de Estados Unidos y solicitará la extradición de quien fuera el pilar del equipo de Calderón Hinojosa, el presidente que concentró su política en un combate a los cárteles delincuenciales.
MENSAJES DE ALTO IMPACTO
Pese a que TV Azteca no tuvo la mayor parte del dinero gastado en mensajes a favor de la gestión de García Luna, se le encomendó la producción de uno de los despliegues más importantes: “Juárez”. Esta televisora difundió tanto en la pantalla como en mobiliario urbano de la Ciudad de México en 2012, pocos meses antes de que Felipe Calderón Hinojosa entregara la banda presidencial.
También tuvieron contratos por la campaña “Juárez”, el Grupo de Medios Especializados México, Organización Editorial Mexicana y Screencast.
Los mensajes referían un trabajo especial en la ciudad fronteriza. Pero para el año en que se difundieron, en Juárez había 11 mil personas asesinadas –lo que equivalía al 10 por ciento de los homicidios a nivel nacional– y la violencia se había enseñoreado debido al antagonismo del Cártel de Juárez contra el de Sinaloa.
Otras campañas pagadas por Genaro García Luna con dinero público fueron “Logros y Valores de la SSP. Versión 4to Informe de Gobierno”, “Nuevo Modelo Policial”, “Nueva Policía Federal. Versión Reclutamiento 2009” y “Nueva Policía Federal. Versión Policía Científica Investigadora”.
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La detención en 2009 de Gerónimo Gámez García, presentado como “El Primo” de Arturo y Alfredo Beltrán Leyva, generó “un mensaje extraordinario”, cuya difusión costó 4 millones 388 mil 884 pesos, de los cuales, 2 millones 859 mil 15 pesos fueron para Televisa y 1 millón 529 mil 869 para TV Azteca. La captura de Sandra Ávila Beltrán, “la Reina del Pacífico”, mereció también otra erogación de un millón 107 mil 836 pesos para difundir un mensaje del gobierno federal en esa televisora.
Mientras la televisión reproducía esos mensajes triunfalistas, el número de caídos crecía en el país y la muerte tomaba formas de incontrolable monstruo. Cuerpos colgados, tirados en medio de los caminos o los campos, desmembrados, machacados o quemados en ácido, así como decenas de periodistas asesinados empezaron a integrar una galería de horrores. A la vez, nació un nuevo vocabulario que incluyó los términos “ejecutado”, “sicario”, “levantado”, “alterado” “empresa” o “decapitado”. Las planas de los diarios nacionales mostraban día con día fragmentos de una historia que aterraba.
El horror parecía infinito, porque la historia de violencia se prolongó en el siguiente gobierno de Enrique Peña Nieto. Datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) muestran una tasa promedio anual de 18 homicidios por cada 100 mil personas en el sexenio calderonista, con un pico en 2011, el año más violento. Por su parte, la tasa promedio anual de Peña Nieto fue de 19.6 homicidios por cada 100 mil personas. 2018 se convirtió en el más cruento no sólo de ese sexenio; sino en 12 años de guerra contra el crimen.
Fuente.-@Linaloe_RF
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