Arturo Figueroa Bonastre desapareció el 1 de diciembre de 2012 en la ciudad veracruzana de José Cardel (México). El joven de 20 años jugaba un partido de fútbol con amigos cuando la policía del estado se lo llevó a él y a otras siete personas.
Cinco años después la fiscalía del estado contactó con su mamá Basilia Bonastre Contreras para comunicarle que habían encontrado su cráneo en una fosa común. Solo el cráneo. Nada más. Siete meses después le dijeron que habían encontrado otros dos fragmentos del cuerpo de su hijo. La fiscalía pretendía que la mujer recibiera lo que se iban encontrando pero Bonaste se negó a convertir el cadáver de Arturo en un puzzle y afirmó que solo enterraría el cuerpo cuando se lo diesen completo.
Basilia Bonastre insiste en que se analicen todos los fragmentos humanos que hay en la fosa donde encontraron a su hijo, dentro de las Colinas de Santa Fe. Según Sin Embargo, la Policía Científica mexicana se centró únicamente en una sección de dicha fosa.
El 27 de julio de 2017 comunicaron a Bonastre y a otras familias sobre el hallazgo de la fosa. “¿Qué pasa con todo lo demás? ¿Por qué me vas a entregar solamente un cráneo”, preguntó la mujer en aquel momento. “Es que es lo único que encontramos”, dice que le contestaron.
La mamá de Arturo, que había visto más restos humanos en las fosas, dudó de la versión de la fiscalía y de la Policía Científica. Basilia asegura que ambas instituciones le insistieron para que tomara el cráneo pero ella se plantó. “Lo que quiero es que la Policía Científica se comprometa a realizar, a terminar los trabajos en la fosa. Y cuando hayan analizado todo […], me digan qué corresponde a mí hijo”, exigió Bonastre, según Sin Embargo.
Siete meses después, el 24 de febrero de 2018, volvieron a llamar a la mujer para informarle de que habían encontrado un fragmento de la zona coxal y una parte del talón. Pero ella insistía en que terminarán con todos los restos. El 20 de marzo del mismo año, le informaron del hallazgo de los dos fémures de Arturo.
La exigencia de Basilia aún no cesa aunque afirma que las investigaciones se han retrasado tras la llegada de un nuevo fiscal. Hasta que lo le aseguren que han analizado hasta el último resto humano de la fosa donde encontraron fragmentos del cuerpo de su hijo, la mujer no los recibirá.
Al igual que Bonastre, otras familias se han negado a recibir los restos incompletos de sus seres queridos hallados en las 156 fosas de Colinas de Santa Fe. De los 298 cráneos encontrados allí, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) identificó allí a 22 personas en 2018.
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