La operación para derrocar a Carlos Romero Deschamps se endureció en los últimos dos meses. Primero, con el acercamiento entre representantes del gobierno federal y personas de confianza del líder petrolero, uno de ellos, su brazo derecho, Ricardo Aldana, quien no quedó satisfecho con el acuerdo.
La intención era una sola: acordar la salida del secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) sin generar desestabilización para el país, pues el sindicato es el tercero más poderoso y con la capacidad de frenar la operación del sistema energético de México.
›Su contacto principal con el gobierno federal fue la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a quien conoce desde hace varios años porque las notarías de su familia han certificado sus bienes.
En julio de 2019, Romero Deschamps se sintió cercado tras la detención de su abogado Juan Collado. A partir de entonces bajó su perfil, aumentó su seguridad y comenzó a buscar acercamiento con las autoridades. Al gobierno le urgía la salida del hombre que acumuló por 26 años el poder en Pemex y tenía dos razones prácticas, sólo así iniciaría el cambio del corporativismo que estipulan las reformas a la Ley del Trabajo y además cumpliría con acuerdos del Tratado de Libre Comercio.
El líder petrolero sostuvo que su salida se debía a un conflicto entre la actual administración y el sindicato: “se ha recrudecido la antigua posición de vernos como contrarios y no como complemento en la tarea de respaldar a Pemex”.
Hace dos semanas, la Fiscalía General de la República (FGR) le envió al otrora líder sindical los requerimientos para rendir su declaración como parte de las investigaciones en su contra. Distintas fuentes consultadas por ejecentral confirmaron que en las últimas dos semanas la FGR consignó ante un juez una de las carpetas que tenía contra el líder petrolero, pero la orden fue negada. En realidad el expediente no estaba terminado, pero fue el aviso para Romero Deschamps, quien obtuvo del gobierno federal el compromiso de actuar con respeto, sin inventar acusaciones y permitiéndole una defensa plena a cambio de dejar el sindicato y de no intervenir en la colocación de personas de su confianza en las secciones del país.
Asamblea. A la reunión del miércoles 17 de octubre, en la que se resolvió la salida de Romero Deschamps, acudieron los 36 delegados sindicales.
Pero la llamada de alerta surgió de la tradicional conferencia matutina. Bastaron los pronunciamientos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para que Romero Deschamps tomara la decisión de separarse del sindicato que controló bajo una sola premisa: mantener al margen a la disidencia. “Hay dos denuncias, dos informes que se enviaron a la Fiscalía General de la República. (…) en este caso, que es la que tiene la investigación en este asunto”, confirmó López Obrador.
Horas más tarde, la Unidad de Inteligencia Financiera confirmó y detalló la información: las dos denuncias presentadas ante la Fiscalía eran por operaciones con recursos de procedencia ilícita. Además, detalló que a solicitud de la FGR pidió información a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) sin que ello significara el congelamiento de las cuentas de Deschamps.
›La noticia se esparció entre los petroleros. Por lo que ayer miércoles 16 de octubre se presentaron en el Comité Ejecutivo del STPRM. A las nueve de la mañana, Romero Deschamps llegó a la base sindical en la que de última hora se citó a una asamblea extraordinaria, cuatro horas después, a la una de la tarde, presentó su renuncia y Manuel Limón fue elegido nuevo lider sindical .
De Limón Hernández se tiene más detalles. Es diputado federal por Veracruz, estado donde se desempeñó como dirigente de la Sección 10 del STPRM. Y desde 1995 a 2018 trabajó como secretario del Consejo General de Vigilancia del Comité Ejecutivo General del STPRM; presidente del Consejo General de Vigilancia del Comité Ejecutivo General del STPRM y como secretario tesorero del Comité Ejecutivo General del STPRM, respectivamente.
De acuerdo con petroleros consultados por este periódico semanal, al renunciar a su cargo Romero Deschamps, el interino tiene 90 días para convocar y elegir al nuevo secretario general petrolero.
Fuente.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: